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La semana en clave Warhammer #11

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con noticias sobre la continuación de la saga Dawn of Fire, el nuevo suplemento para The Horus Heresy, los vampiros que llegan a Blood Bowl… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana con Warhammer 40.000, pues el primer ajuste de reglas de la décima edición del juego ha llegado antes de lo previsto. Los cambios se pueden descargar desde la web de Warhammer Community y, aunque en general resultan bastante comprensibles, hay alguno de ellos que parece un parche puesto deprisa y corriendo. La décima edición llegó haciendo hincapié en la accesibilidad, pero la cosa ya empieza a complicarse de nuevo con estos ajustes que, en teoría, servirán para mejorar el equilibrio del juego y aclarar un par de conceptos en el glosario de reglas. También se ha actualizado la aplicación oficial para móviles para recoger estas modificaciones.



  • La semana pasada llegó el Codex Tiránidos y se pusieron a la venta nuevas miniaturas para este ejército. Es por tanto un buen momento para interesarse por estas criaturas y la web de Warhammer Community nos lo ha querido poner fácil con un artículo que resume todo lo que necesitamos saber sobre los Tiránidos: reglas, trasfondo, hojas de datos, misiones de patrulla, consejos de pintura y más. Seguro que los recién iniciados en Warhammer 40.000 lo agradecen.



  • Seguimos con Warhammer 40.000, con la Black Library y con el anuncio de la continuación de la saga Dawn of Fire, que sigue las andanzas de la Cruzada Indomitus dirigida por el Primarca Roboute Guilliman en su intento de reunificar el Imperio de la Humanidad en una galaxia dividida. Hasta el momento se habían publicado seis libros (sólo el primero de ellos está disponible en castellano). Ahora hemos sabido que se lanzarán tres nuevos libros para concluir la saga y que el próximo se titulará Sea of Souls. Estará escrito por Chris Wraight (Valdor: Birth of the Imperium, Warhawk), un autor bastante potente. Su argumento nos situará en la Flota Secundus, que está a punto de adentrarse en el territorio enemigo del Ojo del Terror para lanzar una ofensiva encabezada por el crucero de batalla Juicio del Vacío. Pronto se encontrarán inmersos en intrigas y traiciones a medida que las fuerzas del Caos se aproximan. El libro no pinta nada mal y, además, es bueno saber que la saga no se va a extender demasiado. Por otro lado, la portada de esta entrega sigue la tónica de la primera y muestra a una persona de color en el universo de Warhammer 40.000, algo que seguramente habrá indignado al sector más rancio de los fans y que yo personalmente aplaudo.




  • De Warhammer 40.000 pasamos a Warhammer: The Horus Heresy para comentar el anuncio de un nuevo suplemento para el juego ambientado en la Era de la Oscuridad. Warhammer: The Horus Heresy - Exemplary Battles of the Age of Darkness Volume One recopilará algunos contenidos publicados en la web de Warhammer Community, en concreto cuatro batallas ejemplares que han sido revisadas y ampliadas (la Defensa de Sotha, el Asedio de Hydra Cordatus, la Batalla de Armatura y la Batalla de Calth), además de una batalla ejemplar completamente nueva (la Purga del Sector Invocastus). No obstante, el principal reclamo de este suplemento es que incluirá las reglas de la impresionante figura de resina de Fulgrim Trasfigurado que se mostró en el pasado NOVA Open 2023 (la comentamos aquí la semana pasada). A mí me parece un poco descarado que Games Workshop pretenda cobrar por unos contenidos que se pudieron descargar de forma gratuita con la excusa de las reglas de Fulgrim, pero así funciona esta empresa. En cualquier caso, si te interesa reproducir alguna de las batallas más importantes de la Herejía, este libro traerá todo lo necesario: reglas, escenarios, trasfondo, guías de pintura, etc. Parece que sus contenidos más interesantes estarán relacionados con los Amos de la Noche, los Guerreros de Hierro, los Devoradores de Mundos, los Ultramarines y los Salamandras, así que toma nota si juegas con alguna de estas legiones. Finalmente, no puede pasarnos desapercibido el detalle de que es un volumen uno, así que podemos esperar más suplementos similares en el futuro.



  • Pasamos ahora a los Reinos Mortales, pues Games Workshop ha anunciado una nueva caja de vanguardia para Warhammer: Age of Sigmar, esta vez centrada en los Clanes Orruk. Contendrá dos héroes: un Kazike en Rechinadientez, que actuará como líder desde su monstruosa montura, y un Chungonoble con Eruktoztandarte, portador de un estandarte infundido de magia chamánica en el que ensarta las cabezas de sus enemigos. El resto de la tropa estará compuesta por diez Zakatripaz, equipados con escudos y armas envenenadas, y tres Tirapinchoz Enzartapeña, capaces de disparar virotes igualmente envenenados. La caja se completa con un Lanzavirotez Enzartabeztiaz, un arma a distancia que lanza enormes pernos de púas cubiertos de veneno. Son dieciséis miniaturas en total. Mucho veneno, como podemos ver, pero también un buen equilibrio entre unidades de ataque cuerpo a cuerpo y unidades de ataque a distancia. Las miniaturas no son nuevas y no parece que vayan a venir con opciones de montaje alternativo, pero suponen un buen punto de partida para empezar un ejército Orruk. Aún no se ha confirmado su precio, pero podemos asumir que estará próximo a los cien euros, como en otras cajas de vanguardia de Age of Sigmar.






  • La semana pasada, durante las previas del NOVA Open 2023, se presentó un nuevo equipo vampírico para Blood Bowl, los Drakfang Thirsters. Apenas unos días después, Games Workshop anunció tres nuevos jugadores para dicho equipo, un brute y dos jugadores estrella. El brute es un Vargheist, tiene una forma monstruosa y está especializado en la ofensiva. Su miniatura no está mal, con todos esos murciélagos que se deslizan a sus pies mientras salta hacia delante. En cuanto a los dos jugadores estrella, tenemos a la “Capitana” Karina von Riesz y al Conde Luthor von Drakenborg. El diseño de la primera no me llama demasiado, pero el estilo del segundo me resulta muy divertido. Conserva ese aire a vampiro clásico que tiene todo el equipo, pero también me recuerda un poco a Lo que hacemos en las sombras. Como curiosidad, decir que esta es la primera miniatura que tiene el buen conde en veinte años. Lástima que el anuncio no haya estado acompañado de un poco de trasfondo, como suele ser habitual cuando se presentan nuevos jugadores estrella. La mala noticia es que estas tres miniaturas van a ser de resina de Forge World. No tardaremos mucho en saber lo que cuestan, pero ya nos lo podemos ir imaginando.





  • Pasamos ya a los prepedidos de esta semana, que no son muchos. Empezamos con los prepedidos de Games Workshop, de los que sólo voy a destacar la nueva entrega de la revista White Dwarf (9€, en inglés). Es el número 492 y vendrá con nuevos contenidos del Búnker, ese club de juego global que se lanzó hace poco, y una cobertura especial sobre los Exterminadores de los Marines Espaciales, además de sus demás secciones habituales.




    • Creed: Ashes of Cadia (tapa dura, 22€, en inglés): Libro escrito por Jude Reid, en lo que supone su primera novela de peso para la Black Library. Tiene como protagonista a Ursula Creed, hija del Lord Castellano Ursarkar E. Creed, que desapareció durante la caída del mundo de Cadia. Su argumento nos mostrará a Ursula regresando a los restos de su planeta natal para cumplir las últimas órdenes de su padre, en una misión que le planteará difíciles cuestiones sobre sí misma y sobre el legado de su progenitor. ¿Qué significa ser un Cadiano tras la Caída? ¿Podrá triunfar Ursula donde su ilustre padre fracasó? El libro pinta estupendamente y será una buena oportunidad de conocer al personaje de Ursula Creed, que me a mí me parece muy interesante y con mucho potencial.



    • Creed: Ashes of Cadia Special Edition (65€, en inglés): La Black Library no ha querido perder la oportunidad de lanzar una edición especial de esta novela, que además incluye una historia corta escrita por la misma autora y titulada Creed: Chains of Command. Es la típica edición encuadernada en tela, con marcapáginas, firmada por la autora… y limitada a 1.750 unidades. Sorprendentemente, en el momento de publicar esto aún no se ha agotado, como suele suceder siempre con las ediciones de coleccionista de este tipo. ¿Será que el mercado de ediciones de lujo para coleccionistas tiene un límite? ¿O quizá a los compradores de este tipo de ediciones no les interesa un libro protagonizado por una mujer?



    • Valdor: Birth of the Imperium (tapa blanda, 11,50€, en inglés): Reedición en tapa blanda de una de las novelas derivadas de la Herejía de Horus con mejores críticas. Su argumento nos lleva a los primeros días del Imperio, en los que Constantin Valdor era el campeón personal del Emperador. A medida que las Guerras de Unificación llegan a su fin y el poder el Emperador se asienta tras décadas de conflicto, Valdor se encontrará a sí mismo enfrentándose a difíciles decisiones sobre el destino de los Guerreros Trueno que han luchado en nombre del Emperador y sobre el propio gran plan del gobernante de la humanidad. Siguiendo el orden cronológico, esta novela sería el primer libro de la Herejía de Horus, pues es el que se sitúa más atrás en el tiempo. Cuenta el origen del Imperio, al fin y al cabo. Confieso que yo aún la tengo pendiente, pero no creo que tarde mucho en echarle un ojo.



  • Cerramos el repaso de esta semana con la miniatura que ha elegido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer, que es el Black Coach de Age of Simar. Se trata de una reimaginación de una miniatura clásica del viejo Warhammer Fantasy Battle. Esta especie de carruajes funerarios del inframundo sirven para trasladar los restos de poderosas entidades desterradas, sobre todo vampiros, pero también nigromantes, liches y otros seres aún más extraños. Encerrados en los ataúdes que transportan estos arcanos vehículos, donde están protegidos hasta poder recomponerse, los ocupantes pueden alimentarse de las energías de la muerte, nutriéndose de la agonía y el pesar hasta recobrar su fuerza. En el Black Coach original los caballos eran esqueletos animados, mientras que en su encarnación actual son corceles de pesadilla comandados por un cochero espectral que sostiene una guadaña. Es una miniatura francamente preciosa y tiene un trasfondo de lo más atractivo. Además, el extenso artículo que le ha dedicado la web de Warhammer Community supone una lectura muy interesante.



Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Warhammer o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.


[Cómic] Marvel Pride (2022): el día que Marvel abrazó el Orgullo LGBT+

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  La iniciativa Marvel’s Voices nació como un podcast encabezado por la polifacética periodista y educadora Angélique Roché. Su objetivo era dar voz a los autores de la Casa de las Ideas pertenecientes a colectivos minoritarios, en especial a mujeres, personas de color e integrantes del colectivo LGBT+. La idea fue recibida con entusiasmo y hoy Marvel’s Voices ha crecido hasta convertirse en toda una línea editorial dedicada a celebrar la diversidad, tanto entre los personajes del Universo Marvel como entre los autores que narran sus historias. Cada poco tiempo, el equipo de Marvel’s Voices lanza al mercado un one-shot antológico coincidiendo con distintos acontecimientos, como el Mes de la Historia Negra, el Mes de la Herencia Asiática y de las Islas del Pacífico o el Mes del Orgullo LGBT+. Hoy vamos a hablar sobre el primero de los especiales dedicados al Orgullo, Marvel’s Voices: Pride #1 (2021), publicado en castellano por Panini Cómics con el título de Marvel Prideen 2022.

Pero antes de entrar en materia es necesario aclarar algunos aspectos. Por mucho que la iniciativa Marvel’s Voices sea digna de aplauso, es importante tener en cuenta que no es un proyecto benéfico. Sus aspectos positivos son innegables, ya que ofrece trabajo a todos esos autores pertenecientes a minorías, contribuye a visibilizar sus obras y facilita su posterior entrada en otros proyectos de la editorial. Los especiales de la línea Marvel’s Voices han ayudado a poner sobre el mapa a autores como Luciano Vecchio (Champions), Rebecca Roanhorse (Phoenix Song: Echo), Tochi Onyebuchi (Captain America: Symbol of Truth) o Sabir Pirzada (Ms. Marvel: The New Mutant), por citar unos pocos. Sin embargo, no dejan de ser productos con ánimo de lucro que utilizan la diversidad como reclamo para atraer a posibles lectores. No seré yo quien critique a una editorial por intentar acercar sus tebeos al gran público, pero hacerlo coincidiendo con eventos como el Orgullo tiene un innegable aire mercantilista. El interés por la diversidad se ha convertido en un nicho de mercado y las empresas, Marvel entre ellas, se han lanzado con avidez a explotarlo.

Quizá esto no sería tan grave si esa celebración de los autores y los personajes pertenecientes a minorías no estuviese limitada a la línea Marvel’s Voices y se entendiese a los demás cómics de Marvel. Centrándonos únicamente en la representación LGBT+, la realidad nos muestra que resulta bastante escasa. La cantidad de autores abiertamente LGBT+ que trabajan de forma habitual en la editorial puede contarse con los dedos de una mano y la presencia de personajes LGBT+ es algo casi testimonial fuera de la franquicia mutante. Los tebeos del entorno de la Patrulla-X cuentan con personajes recurrentes del colectivo, como el Hombre de Hielo, Mística y Destino, así como con una amplia cohorte de secundarios de los géneros y sexualidades más diversas, pero si nos adentramos en las colecciones arácnidas o en las del entorno de los Vengadores la situación cambia mucho. Personajes como Wiccan y Hulkling, considerados la pareja gay por excelencia del Universo Marvel, carecen de una cabecera regular en la que aparecer todos los meses y se han convertido en figuras que se dejan ver de forma cada vez más esporádica. Además, tras la celebración de su boda su desarrollo parece haberse quedado congelado en el tiempo; la pareja ha dejado de evolucionar y de enfrentarse a nuevos desafíos. Wiccan y Hulkling han pasado a ser una suerte de iconos inmutables que pocos autores se atreven a tocar por miedo a las críticas que recibirían si llegasen a “estropearlos” y eso hace que se hayan vuelto mucho menos interesantes de lo que eran al principio. Si así es como trata Marvel a sus principales estrellas LGBT+ no resulta difícil imaginar el trato que le dispensa al resto de personajes del colectivo. Si no lees tebeos mutantes es posible que ni siquiera te des cuenta de que están ahí.

Evidentemente, resulta muy problemático vender un tebeo que celebra la diversidad LGBT+ coincidiendo con el Mes del Orgullo cuando durante el resto del año la visibilidad LGBT+ es escasa en la mayoría de producciones de la editorial. Estaríamos hablando de un caso claro de lo que el colectivo llama “pinkwashing” o “rainbow-washing”, una estrategia de marketing y comunicación que se ampara en utilizar símbolos LGBT+ para ofrecer una imagen abierta y progresista a los consumidores… con frecuencia para ocultar una verdad muy distinta. Como empresa, a Marvel le importa un bledo lo que le ocurra al colectivo y la prueba de ello es que algunas de sus principales figuras directivas han apoyado de forma directa algunas de las políticas más homófobas que se han promulgado en Estados Unidos durante estos últimos años. Es bien sabido que el infame Ike Perlmutter, expresidente de Marvel Entertainment, ha donado varios millones de dólares a campañas republicanas, en especial a las campañas del aún más infame Donald Trump. Por tanto, el hecho de que Marvel publique un cómic celebrando el Orgullo no nos dice gran cosa sobre la ideología de la editorial. Por mucho que ayude a visibilizar a autores minoritarios, los tebeos de la línea Marvel’s Voices son más fachada que otra cosa.

Sin embargo, su publicación siempre viene acompañada de críticas por parte del sector más rancio de los lectores, ese que dice que la editorial ha cedido a la presión de la corrección política y se ha doblegado ante las minorías. Esa gente considera que las minorías no leen cómics y que publicar historias orientadas a ese público supone una pérdida de tiempo. Por si había alguna duda, se trata de la misma gente que pone el grito en el cielo cada vez que se anuncia una nueva colección protagonizada por un personaje femenino o cada vez que se presenta un nuevo personaje LGBT+. El machismo, la homofobia y la intolerancia siempre van de la mano y son tan osados como ignorantes. Pero esa gente, por desgracia, ha sido (y sigue siendo en gran medida) el público tradicional de Marvel.

En resumidas cuentas, la línea Marvel’s Voices no está exenta de problemas ni se ha librado de críticas, tanto procedentes de los propios colectivos minoritarios como de los lectores más conservadores y cerrados de mente. Soy muy consciente de ello y lo tengo en cuenta cada vez que me aproximo a una de sus publicaciones. No obstante, para mí los aspectos positivos pesan mucho más que los negativos en el balance final. Soy un hombre gay que lleva casi cuarenta años leyendo tebeos de Marvel, prácticamente desde que aprendí a leer. En todos estos años he disfrutado mucho de la lectura, pero las ocasiones en las que me he visto representado han sido muy pocas. Los tebeos mutantes siempre ofrecieron un cierto subtexto LGBT+ y se convirtieron con rapidez en una especie de refugio para mí, pero con el tiempo empezaron a resultarme insuficientes. No fue hasta hace unos pocos años cuando empecé a sentir que este cosmos de ficción empezaba a tener en cuenta mi realidad sin ambages ni artificios. La llegada de Wiccan y Hulkling fue un hito tremendo, qué duda cabe, pero para mí lo fue más aún la confirmación de la homosexualidad del Hombre de Hielo. No obstante, esos momentos, en lugar de satisfacerme, me dejaron con ganas de más. Quiero más personajes LGBT+, más historias LGBT+ y, sobre todo, más autores LGBT+ en este cosmos de ficción. Y si para conseguir lo que quiero tengo que participar en la maquinaria capitalista del rainbow-washing bajaré la cabeza y pasaré por el aro. Siempre preferiré una visibilidad “forzada” o “artificial” a no tener ninguna visibilidad en absoluto.

Dicho esto, queda claro que para mí hablar sobre la línea Marvel’s Voices en general y sobre Marvel Pride en particular supone algo más que hacer una simple reseña de un tebeo. Me hace consciente de mi realidad, del pequeñísimo espacio que ocupa mi colectivo en la cultura popular más mainstream y de todas las reivindicaciones que aún nos quedan por hacer. También fortalece mi convicción en mi posición política, pues para una persona LGBT+ el mero hecho de existir supone posicionarse políticamente... y eso hace que hasta algo tan insignificante como leer un tebeo tenga connotaciones políticas. Mientras siga existiendo esa gente que pone el grito en el cielo porque se ha presentado un Spiderman gay o porque una chica trans se ha unido a un equipo mutante, leer estos tebeos supondrá también un acto de reivindicación. Y aún diría más: esto que estoy escribiendo ahora mismo supone también un acto de reivindicación.

Aclarado esto, ya podemos hablar sobre el cómic en cuestión. Voy a centrarme en la edición de Panini, que viene a ser algo así como la “edición extendida” de su contrapartida americana. En Estados Unidos, este tebeo se publicó tanto en formato grapa como en formato tomo, acompañado por una selección de números de cierta importancia para la representación LGBT+ en el Universo Marvel. Panini desechó la posibilidad de sacar la grapa para publicar directamente un tomo en tapa dura de 160 páginas a un precio de 22€. No voy a meterme ahora a criticar la política editorial de Panini, pero si el objetivo era acercar el tebeo a la mayor cantidad de público creo que hubiese sido más apropiado lanzar la grapa a un precio mucho menor. Claro que, viendo cuánto cuestan ahora las grapas de Panini, quizá la diferencia de precio no habría sido tan acusada como cabría esperar. También es cierto que, como comentaré dentro de un momento, esa selección de números que se incluye tras el especial es un tanto discutible y, quizá, hasta prescindible. A mí al menos no me habría importado prescindir de ellos para abaratar el precio (la grapa americana sólo incluía el primero de ellos, después de todo). En última instancia, me parece que la única función de estos extras es la de aumentar el número de páginas y encarecer así el cómic. Al final lo que tenemos es un tomo bastante caro para lo que ofrece, casi un objeto de lujo envuelto en arcoiris y buenas intenciones.

No me siento cómodo viendo que la celebración del Orgullo se convierte en un producto y mucho menos cuando ese producto es un objeto de lujo. Entiendo que las editoriales tienen que vender sus publicaciones, pero, siendo este un cómic que pretende acercar la diversidad del colectivo LGBT+ a los lectores, convertirlo en objeto de lujo me parece especialmente ruin. Es una forma de hacer negocio con la necesidad de todos esos lectores LGBT+ que, como yo mismo, están ansiosos de verse representados en el interior de un tebeo de Marvel. Pero claro, hay que pasar por el aro y comprarlo… porque el resto de tebeos de la editorial no te van a ofrecer la oportunidad de ver a tantos personajes del colectivo ni de contemplar tantas historias LGBT+ en sus páginas.

Pasemos ya a desgranar los contenidos de este tomo:

  • Introducción es una historia muy breve, de sólo cuatro páginas, en la que el artista Luciano Vecchio parte de la primera manifestación abiertamente LGBT+ del Universo Marvel (la salida del armario de Estrella del Norte en Alpha Flight #106 USA) para luego hacer un repaso bastante exhaustivo de la lista de personajes LGBT+ de la editorial. Me parece de gran relevancia que dicho repaso lo lleve a cabo un personaje LGBT+, Prodigio (que fue parte de los Jóvenes Vengadores y de Factor-X), porque eso transmite una idea muy potente: somos nosotros, las personas LGBT+, los que deberíamos contar nuestra propia historia en vez de dejar que lo hagan otros desde fuera del colectivo. Vecchio tiene un estilo muy vistoso y muy amable, lo que le facilita llevarse a su terreno algunas imágenes icónicas del pasado marvelita, como esa viñeta en la que Estrella del Norte grita “¡Soy gay!” o el mítico beso entre Ríctor y Estrella Rota en los tiempos del Factor-X de Peter David. Además, sus composiciones de página son muy claras y legibles, por lo que, aunque cada una contiene gran número de personajes y eso supone mucha información que asimilar, nunca resultan demasiado recargadas. Soy un gran admirador del trabajo de Vecchio y estas cuatro páginas prácticamente me las he aprendido de memoria. Por sí mismas, ya hacen que el cómic merezca la pena.

  • Votos supone el reencuentro del guionista Allan Heinberg y el dibujante Jim Cheung, cocreadores de los Jóvenes Vengadores, con sus dos personajes estrella: Wiccan y Hulkling. No es más que una página, poco más que un pin-up sobre el que se ha añadido un par de textos, pero es capaz de reactivar los recuerdos de aquel lejano 2005 en el que el Universo Marvel estaba a punto de conocer a su pareja gay por antonomasia. Como indica su título, el texto nos desvela los votos nupciales de Billy y Teddy que se nos escatimaron durante su boda en las páginas de Imperio. Son muy bonitos, pero se me antojan bastante escasos. Me hubiera gustado que me emocionaran más de lo que han logrado emocionarme.

  • Bajo las estrellas es una historia en la que la guionista Mariko Tamaki y el dibujante Kris Anka nos narran una cita entre Nico Minoru y Karolina Dean de los Runaways. Se trata de una historia dulce y juvenil, muy en la tónica de lo que cabe esperar de los Runaways, que Anka dibuja de forma esplendorosa y vital, con un gusto exquisito por el detalle (basta fijarse en cualquiera de los personajes que aparecen de fondo, todos ellos únicos, para darse cuenta). Anka es uno de mis dibujantes favoritos y consigue que devore estas páginas con avidez. Aunque, para ser sincero, me resultan un poco tristes. Esto es así porque me hacen recordar la última serie que protagonizaron los Runaways, que me pareció magnífica, y me hacen echar de menos a estos personajes. Ojalá volviesen a tener algo de protagonismo en el presente del Universo Marvel.

  • Algo nuevo todos los días es una historia escrita por Lilah Sturges y dibujada por Derek Charm. En ella recuperamos a la Doctora Charlene McGowan, personaje trans presentando en la popular etapa del Inmortal Hulk de Al Ewing, en una aventura que la lleva a cruzarse con Elektra, vistiendo el traje de Daredevil. Los villanos son un tanto ridículos y el argumento es poco trascendente, lo que hace que sea uno de los relatos más flojos del conjunto. Una lectura tan agradable como olvidable.

  • Cuando una gata negra se cruza en tu camino, la dejas pasar es una historia escrita por Leah Williams y dibujada por Jan Bazaldúa. Su importancia radica en la recuperación de Jessie Drake, un personaje trans creado por Ann Nocenti y Steve Lightle en el semidesconocido Marvel Comics Presents #150 USA de 1994. De hecho, la historia sirve como cierre de dicho número, pues narra la destrucción de las instalaciones en las que Jessie fue hecha prisionera y torturada como sujeto experimental. Si ya me parece meritorio recordar a este personajes que no volvió a aparecer en ningún otro número fuera de Marvel Comics Presents, considero que querer darle un cierre digno a su historia se merece un aplauso.

  • Totalmente invulnerable es una de las grandes sorpresas del tomo. Escrita por Crystal Frasier y dibujada por Jethro Morales, esta historia nos narra lo que en principio parece el enésimo enfrentamiento entre Hulka y su archienemiga Titania. Lo que ocurre es que la villana ha errado su objetivo y en lugar de atacar a Jennifer Walters la ha tomado con una mujer trans que hace cosplay de la heroína esmeralda. Lo que viene a continuación es una íntima y edificante conversación sobre identidad de género, imagen corporal, autoestima y empoderamiento. La historia tiene una moraleja muy clara, aunque sus abundantes dosis de humor sirven para rebajar su tono instructivo.

  • Coloso es una de las historias más ingeniosas y mejor escritas del especial, así que no sorprende descubrir que su responsable es Kieron Gillen. Le acompaña el dibujo suelto, juvenil y estilizado de Jen Hickman. Ambos autores nos muestran una cita entre Prodigio y su pareja, Veloz de los Jóvenes Vengadores, en la que hablan sobre el momento en el que se dieron cuenta de que eran bisexuales. Para Tommy, siendo como es un impulsivo cabeza loca, no fue difícil; en gran parte porque las etiquetas no significan mucho para él. En cambio, para David, siendo tan racional e introspectivo, fue un momento mucho más íntimo y significativo. De esta forma, Prodigio recuerda su llegada a la Escuela de Xavier y lo que le hizo sentir uno de sus profesores, el Hombre-X Coloso. Al principio no pudo identificar lo que era, pero pronto sus poderes le permitieron descubrir que no era muy distinto a lo que experimentaba la Mujer-X Kitty Pryde cada vez que se cruzaba con el ruso de piel blindada: en palabras de Tommy, un “horrible enamoramiento adolescente”. Con esta divertida historia, Gillen hace un guiño a la experiencia que han tenido infinidad de lectores (yo también, que conste) al descubrir a Coloso en plena adolescencia, cuando las hormonas están en continua efervescencia y todo se magnifica de forma exagerada.

  • El buen amigo está escrita por Terry Blas y dibujada por Paulina Ganucheau, cuyo estilo resulta amable y encantador. Situada en Krakoa, su argumento coloca el foco sobre un personaje injustamente olvidado en tiempos recientes: Victor Borkowski, alias Camaleón, quien fuera una de las figuras más interesantes en los tiempos de New X-Men: Academia X. La presencia de Victor en la era krakoana ha sido testimonial en el mejor de los casos: su “bromance” con su colega Alud parece cosa del pasado y su vida amorosa ha sido inexistente desde hace años. Para hacerlo aún más evidente, el guionista pone esta misma crítica en boca de Jonas Graymalkin, personaje presentado en la breve colección Jóvenes X-Men, cuya presencia ha sido aún más escasa en tiempos recientes. Sin embargo, esta historia nos cuenta que Jonas ha estado viviendo su vida fuera de plano mientras que Victor simplemente ha estado fuera de plano. También nos asegura que nunca es tarde para “volver al mercado”, conocer a alguien y enamorarse de nuevo, incluso para alguien con un cuerpo tan peculiar como el de Victor (Camaleón, además de ser gay, tiene el cuerpo cubierto de escamas y un brazo reptiliano desproporcionado). Hay un mensaje sutil aquí, uno que habla sobre cómo aceptarse a uno mismo es el primer paso para conseguir que los demás te acepten, sea como sea tu físico. La historia acaba con un mensaje esperanzador, representado por la llegada de Daken para pedirle un baile a Victor. La primera vez que la leí me pareció muy simplona, pero cuanto más pienso sobre ella más me gusta. La imagen corporal, la soledad, el miedo al rechazo… realmente toca temas muy potentes.

  • Un deshielo temprano es quizá la joya de la corona del especial. Escrita por Anthony Oliveira y dibujada primorosamente por Javier Garrón, esta historia se atreve a hacer algo que no resulta nada fácil: contemplar a la Patrulla-X original desde una óptica actual. La década de los sesenta no fue la mejor época para el colectivo LGBT+ en Estados Unidos, pues fue la época de las campañas de “concienciación” en las que se asustaba a las familias con la figura de los malvados homosexuales que venían a corromper a sus hijos y la época en la que ser gay se consideraba una enfermedad por la que podías acabar recibiendo terapia de electrochoque en un sombrío hospital psiquiátrico. Obviamente, las historias de la Patrulla-X original que se publicaron durante aquellos años no tenían ninguna intención de representar la homosexualidad de forma alguna. Sin embargo, cuando se vuelve a ellas con el bagaje que supone conocer la evolución de la franquicia mutante durante las décadas posteriores, se puede hacer una lectura LGBT+ de aquellas páginas. Las primeras tres viñetas de Un deshielo temprano, de hecho, son una reproducción casi exacta de tres viñetas de la época, pero hoy tienen un subtexto del que carecían en su día. En ellas, el Hombre de Hielo ayuda a su compañero, el Ángel, a ocultar sus alas bajo su ropa mediante unos arneses de sujeción. Sabiendo que Bobby saldrá del armario muchos años después, el simbolismo que tiene el acto de esconder una parte tan importante de uno mismo no pasa desapercibido. La historia de Oliveira y Garrón plasma con contundencia la experiencia de ser un adolescente gay enamorado absurdamente de un amigo heterosexual que nunca le corresponderá. Se ve con claridad en las viñetas en las que, mientras Bobby observa desde lejos, el Ángel tontea con la Chica Maravillosa. Incapaz de hablar sobre sus sentimientos con ninguno de sus compañeros, y mucho menos con su mentor, el Hombre de Hielo encontrará un hombro sobre el que llorar en el personaje más inesperado: nada menos que Magneto, el archienemigo de la Patrulla-X. Es cierto que el Magneto de entonces no era muy dado al diálogo y que la empatía no estaba entre sus dones, pero esto se perdona sin mayor problema por el bien de la historia. De lo que no cabe duda es de que el Hombre de Hielo de aquellos años resulta mucho más interesante cuando su homosexualidad reprimida se tiene en cuenta. Me resulta fascinante esta aproximación al pasado mutante partiendo de un punto de vista actual, reclamando un espacio para el colectivo que en su momento no estaba presente. Algunos lo considerarán un revisionismo innecesario, pero yo lo veo como un acto de justicia.

  • El hombre al que yo conozco es una historia realizada por J.J. Kirby como autor completo que sirve para conocer la relación entre Estrella del Norte y su marido desde el punto de vista del segundo, Kyle Jinadu. Esto nos permite entender la dualidad de Jean-Paul, considerado un imbécil arrogante por muchos pero visto de forma muy distinta por Kyle. Es una historia sencilla, muy dulce, que pone el énfasis sobre el personaje de la pareja que a menudo se considera menos interesante. No es la mejor dibujada del tomo, pero se deja leer.

  • Las damas grises es una historia que juega con uno de los aspectos que más me gustan del pasado de Mística y Destino: la insinuación de que hubo un Sherlock Holmes en el Universo Marvel que no era más que una de las identidades de Mística. Esto encaja perfectamente con el hecho de que el verdadero nombre de Destino sea Irene Adler, el mismo nombre del personaje que tanto atrajo al Sherlock de las novelas. La guionista Tini Howard y la dibujante Samantha Dodge nos ofrecen aquí un enfrentamiento entre Destino y alguien que viene a ser el James Moriarty del Universo Marvel, aunque no llega a pronunciarse su nombre completo. El villano intenta chantajear a la vidente mutante con unas fotos en las que aparece besando a su compañera, algo del todo inaceptable en la época victoriana en la que transcurren los hechos. Lo que no sabe es que quien tiene delante no es Destino, sino Mística haciéndose pasar por ella… y que está dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger su amor con Irene. El final es tan violento y emotivo como cabe esperar de una historia dedicada a esta pareja y sirve para entender un poco mejor a estas dos mujeres que siempre han estado en guerra con el mundo; no porque ellas tuviesen algo en contra del mundo sino porque el mundo siempre ha tenido algo en contra de ellas. Desde hace tiempo estoy esperando algún proyecto que sirva para explorar los años de Mística y Destino como detectives privados en la Inglaterra victoriana. Se nos han mostrado algunos retazos, pero creo que hay potencial ahí como para contar mucho más. Esta historia se parece mucho a lo que me gustaría ver.

  • Lo que te mereces, escrita por Vita Ayala y dibujada por Joanna Estep y Brittney L. Williams, hace por Karma lo mismo que El buen amigo hace por Camaleón. De nuevo tenemos a un personaje mutante que forma parte del colectivo LGBT+, que en su momento tuvo un rol protagonista y que con el tiempo se ha ido perdiendo entre la marabunta de nuevos personajes y cambios de escenario. Animada por su amiga y compañera de los tiempos de los Nuevos Mutantes originales, Magik, Karma se anima a pedirle un baile a Galura, una bella mutante alada, durante la primera Gala Fuego Infernal. Pero antes debe superar sus inquietudes sobre sus poderes, que le permiten controlar la voluntad de otras personas (a veces incluso de forma inconsciente). La historia es bonita, dulce y optimista; quizá un tanto azucarada para mi gusto, pero eso no es necesariamente malo.

  • El hombre de sus sueños, escrita por Steve Orlando y dibujada por Claudia Aguirre, es la historia con la que Marvel promocionó originalmente este especial. Se trata de la historia de presentación de un nuevo personaje, un mutante llamado Somnus, que tras debutar en Marvel Pride pasaría a formar parte de los Merodeadores durante una temporada. Sería una maniobra promocional, pero hay que reconocer la buena intención que había detrás. Uno de los aspectos que más se puede criticar a las historias de este especial es que, aunque son agradables y emotivas, también resultan intrascendentes al no afectar al resto del Universo Marvel. Pues bien, la respuesta del equipo de Marvel’s Voices fue presentar a un nuevo personaje que luego gozaría de cierto protagonismo en una de las cabeceras de la editorial. Esta iniciativa se continuará con el especial del año siguiente, en el que debutaría Andanza antes de aparecer en la colección de los Nuevos Mutantes. Ni Somnus ni Andanza lograron dejar una huella profunda en el cosmos marvelita, hay que reconocerlo, pero al menos tuvieron un espacio fuera de sus respectivos especiales y eso es en sí mismo un gran logro. Somnus fue diseñado por Luciano Vecchio, que le proporcionó una estética muy atractiva. Orlando, por su parte, le proporcionó unos poderes de manipulación de sueños y un pasado común con Daken, que entonces estaba en los Merodeadores. De hecho, la historia comienza con Daken posibilitando la resurrección (a través de los Protocolos de Resurrección de Krakoa) de un mutante con el que tuvo un lío de una noche muchos años atrás. Ese mutante era Somnus y, gracias a sus poderes de manipulación de sueños, lo que fue una única noche en el mundo real fue vivido por los implicados como décadas enteras de convivencia común. La premisa es interesante y plantea algunas cuestiones de naturaleza ética sobre las que vale la pena reflexionar, aunque la historia pasa de puntillas sobre ellas. Esto es así porque El hombre de sus sueños es poco más que una invitación a que el lector siga la trayectoria posterior de Somnus en las páginas de la serie de los Merodeadores. Diría que es más un avance que una historia en sí misma, pero cumple su objetivo de dejar al lector con ganas de más.

En su conjunto, todas estas historias resultan variadas y ofrecen un buen vistazo a distintas realidades. En estas páginas encontramos historias tanto sobre vivir dentro del armario como sobre vivir en matrimonio, historias tanto sobre personajes que acaban de descubrir su propia sexualidad como sobre personajes que llevan décadas viviendo abiertamente la suya. Aunque en general son celebratorias y optimistas, también tienen en cuenta las dificultades que viven muchas personas del colectivo. Algunas historias son meros divertimentos, otras son más inspiradoras, pero incluso las más flojas tienen cierto encanto. Eso no quiere decir que Marvel Pride sea perfecto, pues también tiene sus carencias. A mí, por ejemplo, me llama la atención la ausencia de personajes situados en el espectro asexual. También la de personajes no binarios o de género fluido. Supongo que en este tipo de celebraciones de la diversidad siempre tiene que haber alguna realidad que se escape. Por muy diverso que sea un cómic, un libro, una serie o una película, la diversidad del mundo real siempre será mucho más amplia. Representarla toda no es tarea fácil.

Quizá para compensar esto, el tomo también incluye ¡Reuníos!, una historia de una página realizada por Luciano Vecchio para el primer especial de la línea Marvel’s Voices en la que aparecen otros personajes LGBT+ del Universo Marvel que apenas se dejan ver en Marvel Pride (como Viv Visión o Rayo Viviente). Esa historia también sirve para recordar a Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, que no son personajes marvelitas sino personas reales y figuras muy relevantes para la historia LGBT+. Ambas fueron mujeres trans que jugaron un papel fundamental en el nacimiento del movimiento por los derechos LGBT+ y en el origen del Día del Orgullo. No se puede celebrar el Orgullo sin honrar su memoria, así que la inclusión de esta página me parece de lo más acertada.

Precisamente lo último que me queda por comentar tiene que ver con la inclusión del resto de contenidos en el tomo. Tras el especial en sí, Marvel Pride trae como extras tres números y una historia corta. Vamos a comentarlos:

  • Alpha Flight #106 USA es un número escrito por Scott Lobdell y dibujado por Mark Pacella que se publicó en 1992 y que estaba inédito en castellano. Su importancia radica en el hecho de ser el primer cómic (no sólo de Marvel, sino de todo el mainstream) en el que un personaje LGBT+ se muestra abiertamente, por lo que se puede considerar un hito histórico. Este es, en efecto, el número en el que Estrella del Norte salió del armario. Sin embargo, su relevancia histórica no hace que sea un buen número. Su dibujo absurdamente noventero hace que resulte bastante difícil de leer hoy en día y su aparente progresismo no lo es tanto. En realidad es una historia escrita por un señor heterosexual más bien conservador que en años posteriores estaría implicado en varias polémicas bastante desagradables… y que para ser sinceros nunca fue un guionista que destacase por su brillantez. Pero es una historia que habla sobre la devastadora epidemia de VIH de aquellos años y en la que un personaje admite ser gay por primera vez, así que al menos hay que reconocer su valentía. Lobdell se adelantó un año a Philadelphia, la premiada película de Tom Hanks y Denzel Washington, a la hora de acercar la realidad del SIDA al gran público. Pero, al igual que la película antes mencionada, lo hizo de la forma más melodramática y trágica posible. En este número, Estrella del Norte adopta a un bebé seropositivo que ha sido abandonado en la calle y que no vivirá mucho. Ese es el contexto en el que se produce su salida del armario… y no se puede decir que sea el contexto más agradable ni el más apropiado para ser incluido en una celebración del Orgullo. Insisto en remarcar la importancia histórica de este número de Alpha Flight, pero más allá de ella no hay mucho más por lo que destaque. Y si destaca por algo no es precisamente por ser agradable.

  • Astonishing X-Men #51 USA es el número de la boda de Estrella del Norte y Kyle, publicado originalmente en 2012 y parte de la remarcable etapa de Marjorie Liu como guionista de la cabecera. Su inclusión aquí también tiene que ver con el hecho de que supuso un importante hito histórico: la primera boda LGBT+ mostrada en un cómic mainstream. El dibujo de Mike Perkins no es tan bueno como lo recordaba, pero el guion de Liu es fantástico, destacando por su estupenda caracterización de los personajes y sus acertados diálogos. Lo único malo es que la boda en sí, por mucho que ocupase la portada del número, no fue más que una pequeña parte dentro de una historia más amplia y que presentada aquí, fuera de contexto, puede confundir al lector. El número se abre con un flashback en el que una Karma que no está en sus cabales utiliza sus poderes para obligar a Kyle a pegarle un tiro a Jean-Paul, lo que no es precisamente la escena con la que esperarías que empezase un número en el que se celebra una boda. Y la última viñeta es un cliffhanger en el que Lobezno acaba partido por la mitad, otra imagen poco apropiada para la naturaleza celebratoria de una boda. En definitiva, diría que este número no funciona muy bien de forma independiente. Me parece mucho más apropiado leerlo en su contexto, como parte de la etapa de Marjorie Liu. Panini la editó en su día en formato grapa, pero creo que no ha vuelto a ser reeditada en tomo desde entonces (lo cual me sorprende, con lo popular que se ha hecho Liu hoy en día gracias a Monstress). En resumidas cuentas, es otro número importante por su condición de hito histórico, pero no creo que sea la mejor manera de acercar a los lectores a las realidades LGBT+ del Universo Marvel.

  • America Chavez: Made in the U.S.A. #1 USA es el primer número de una miniserie de cinco escrita por Kalinda Vazquez y dibujada por Carlos Gómez. Me parece un buen número, pero no entiendo la necesidad de publicarlo por separado cuando claramente fue ideado como parte de una serie limitada. Además, por mucho que esté protagonizado por un personaje LGBT+ no me parece que ese aspecto sea de especial relevancia en esta primera entrega de la miniserie. Tampoco creo que suponga un hito de ninguna forma, así que no entiendo qué hace en este tomo. Sobre todo porque Panini ya publicó un tomo recogiendo los cinco números bajo el título America Chavez: Hecho en América. Como no tiene ningún sentido leer el primer número de forma aislada, recomendaría ir directamente a por ese otro tomo, que además está muy bien y sirve para reformular algunos aspectos sobre el pasado de America.

  • El último contenido en incluirse es Vías, la historia de complemento que se publicó originalmente en The United States of Captain America #1 USA y que Panini ya había incluido antes en la serie mensual del Capi. Escrita por Josh Trujillo y dibujada por Jan Bazaldúa, esta historia sirvió para conocer el trasfondo de un nuevo personaje introducido en la historia principal: Aaron Fischer, alias el Capitán América de las Vías, un adolescente gay fugado de casa que, inspirado por la figura del Capitán América, protege a los desamparados y a los sin techo. Aunque ya estaba publicado, este sí me parece el tipo de contenido apropiado para incluir en este tomo. Es prácticamente una historia de origen en la que conocemos al personaje y se nos muestra el inicio de su carrera heroica, así que resulta accesible para cualquiera. El personaje en sí tiene suficiente carisma como para llamar la atención del lector y su estética (en parte héroe de andar por casa, en parte chico de la calle, en parte punk y en parte queer) es de lo más llamativa. Lo triste es que el Capitán América de las Vías no ha tenido apenas apariciones tras la finalización de Los Estados Unidos del Capitán América y las que ha tenido se han limitado a los cómics digitales de Marvel Unlimited, por lo que parece complicado que volvamos a verlo en papel en el futuro cercano.

Supongo que con lo dicho anteriormente queda clara mi postura respecto a la inclusión de estos contenidos en el tomo. Si lo importante era incluir algún hito histórico podrían haberse quedado en el número de Alpha Flight, que además estaba inédito en España. Es el único número que tiene cierto sentido por separado. Puede entender también que se quisiera incluir el número de la boda de Estrella del Norte, ¿pero el de America Chavez? ¿Para qué incluir el primer número de una miniserie? Puestos a seguir con la tónica de hitos LGBT+ del Universo Marvel, ¿no habría sido más apropiado uno de los primeros números de los Jóvenes Vengadores? ¿O el número en el que el Hombre de Hielo salió del armario? Mi sensación es que estos complementos no están demasiado bien elegidos. Se podría haber optado por otros más accesibles para lectores poco acostumbrados a leer tebeos de Marvel; otros que funcionasen mejor de forma independiente y que actuasen mejor como celebraciones del Orgullo. Incluso si todo lo que se pretendía conseguir con ellos era aumentar el número de páginas del tomo para poder cobrar más por él, se podría haber hecho una selección más extensa y más representativa. Pensaría menos en la naturaleza de este tomo como producto si al menos fuera un producto mejor pensado. Porque, como lector de superhéroes y hombre gay, se supone que soy parte de su público objetivo… y no me parece que hayan tenido muy en cuenta mis intereses con estos extras.

Aún así, como tantas otras veces, he bajado la cabeza y he pasado por el aro, porque en ningún otro cómic de la editorial puedo encontrar tantas historias cercanas a mis sensibilidades. Marvel Pride merece la pena por el brillante repaso que hace Luciano Vecchio en sus primeras páginas, por lo divertido que resulta leer Totalmente invulnerable, por lo inteligente que resulta leer Coloso o por lo potente e inspirador que resulta reinterpretar la prehistoria mutante en Un deshielo temprano. Hay mucho en este tebeo de lo que me gustaría ver de forma más habitual en el resto del Universo Marvel. Es más, el mero hecho de que este tebeo exista me hace creer que es posible que el Universo Marvel llegue algún día a ser así.

Con esto creo que ya he comentado todo lo que quería comentar sobre este primer especial Marvel Pride. Mi intención es comentar también el siguiente especial que publicó Panini para celebrar el Orgullo al año siguiente y quizá luego echarle un vistazo a los especiales de la Distinguida Competencia que editó ECC. Me parece importante analizar de forma crítica y desde una perspectiva LGBT+ este tipo de publicaciones, porque cuando eres un lector LGBT+ es sencillo dejarse llevar por el entusiasmo al ver que tu editorial favorita publica un especial para celebrar el Orgullo. Pero es importante reflexionar sobre lo que nos están vendiendo y sobre la imagen del colectivo que ofrecen estos tebeos, tanto a nosotros mismos como al gran público. Y es igualmente importante reconocer el trabajo de los autores LGBT+ que han participado en su elaboración. Si los propios lectores LGBT+ no reconocemos la labor de los autores del colectivo en estas iniciativas, ¿quién lo va a hacer?

Marvel Pride no es perfecto. Tiene algunas asperezas que podrían haber sido mejor pulidas, eso está claro, pero supone un estupendo acercamiento al trabajo de un buen puñado de autores LGBT+. Luciano Vecchio, Kris Anka, Terry Blas, Josh Trujillo, Steve Orlando, Vita Ayala, Kieron Gillen… son nombres que merecen ser tenidos en cuenta si formas parte del colectivo y te interesan los cómics. La línea Marvel’s Voices nació con el objetivo de darle voz a este tipo de autores y, en ese sentido, este tomo recoge muchas voces que merecen ser escuchadas, reconocidas y celebradas. Hacerlo depende de nosotros.

[Videojuegos] Shards of God: una aventura gráfica indie inspirada en Dune

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  En un lejano planeta desértico se ha cometido un terrible crimen. La Madre Superiora Tiabata y la Hermana Ava pertenecen a la orden de las Hermanas de la Vigilia, cuya función es la de “solucionar problemas”, y han sido enviadas a resolver el misterio. Sin embargo, pronto se encontrarán obligadas a responder una pregunta aparentemente imposible de responder: ¿cómo se puede matar a Dios? Esta es la premisa de Shards of God, una estupenda aventura gráfica indie que combina la investigación de un asesinato, un trasfondo digno de todo un clásico de la ciencia ficción como el Dune de Frank Herbert y una escritura inteligente, provocadora, capaz de estimular profundas reflexiones.

Detrás de este juego encontramos a Honza Vávra, desarrollador de otras aventuras gráficas indie como Off the clock o The Witch's Lullaby. Suyos son el diseño, el arte, el guion y el código, es decir, todo menos el apartado sonoro. De la música se encarga el compositor Paco Diago y del sonido el artista Maxim Grachev. Hablamos de desarrolladores indie que hasta ahora han participado en proyectos pequeños, pero merecen el mismo reconocimiento que se le concede a las grandes figuras de la industria. Desde luego su trabajo en Shards of God tiene la suficiente contundencia como para considerarlo mucho más que una mera incursión amateur.

Nos encontramos ante una aventura gráfica de la vieja escuela, es decir, una aventura point and click en dos dimensiones. Empezó como un proyecto para la Adventure Jam 2023, una game jam en la que los desarrolladores deben crear una aventura en un plazo de dos semanas, pero luego fue creciendo y expandiéndose hasta su forma final. Yo he tardado cerca de dos horas en completarla, pero me he tomado mi tiempo y he agotado todas las posibilidades. Diría que es posible acabarla en algo menos, quizá en una hora, sobre todo si se tiene cierta familiaridad con el género.

Shards of God no tiene voces, pero sí bastante texto (en inglés). Hay muchos diálogos y eso supone dedicar bastante tiempo a leerlos, aunque no creo que se hagan pesados en ningún momento. Si hay algún punto en el que el texto pueda resultar un tanto excesivo es al principio del juego, antes de que el jugador tenga libertad de acción, y justo durante la conclusión, cuando se dan las explicaciones pertinentes al misterio que se ha estado investigando y el jugador vuelve a convertirse en un observador durante unos minutos. Son los dos momentos más cargados de exposición, pero tienen todo el sentido del mundo: el inicio tiene que establecer el rico y complejo trasfondo que impregna la historia, mientras que la conclusión tiene que encajar todas las piezas dispersas para resolver el misterio de forma satisfactoria.

La escritura del juego sorprende por el cuidado que se ha puesto en ella. No hay ningún diálogo que no ofrezca al menos algún dato interesante y casi todos sirven también para caracterizar con pulso firme a los personajes que intervienen en ellos. El jugador sale de cada diálogo conociendo lo básico de cada uno de los personajes que forman parte de la historia, lo cual tiene mucho mérito en un título tan breve. No vamos a mantener más de un par de diálogos con cada personaje, pero son suficientes como para dejarnos una clara impresión sobre ellos, sobre sus motivaciones y sobre sus preocupaciones. Sin duda el personaje que más se beneficia de esta estupenda escritura es el que controla el jugador de forma directa, la Hermana Ava, una novicia de las Hermanas de la Vigilia que está a punto de descubrir un secreto que derrumbará todo su sistema de creencias y le provocará una crisis de fe. La forma en la que están escritos sus diálogos en los primeros compases del juego es muy distinta a cómo están escritos en sus instantes finales, lo que transmite una gratificante sensación de evolución: la historia ha cambiado al personaje, le ha dejado su huella.

El juego también deja un pequeño espacio para el humor, pues hay un par de bromas acerca de encontrar puzles incluso en los objetos más mundanos que resultarán muy divertidas a los jugadores acostumbrados al género. ¿Acaso no es de esperar en una aventura gráfica point and click que incluso los objetos dispuestos al azar que nos encontremos en nuestro camino sean en realidad retorcidos puzles que deben ser resueltos? Aún así, las bromas resultan naturales y no perjudican a los aspectos más serios. Shards of God destaca por la profundidad de los temas que trata: la fe, la religión, la verdad, la relación entre un pueblo y sus gobernantes, el derecho a la autodeterminación… Son temas muy delicados y están tratados con cierto cinismo y con un espíritu iconoclasta, provocador, que invita a reflexionar. Después de todo, la historia nos plantea el asesinato de Dios y lo que esto supone para su pueblo.

No obstante, el hecho de poner sobre la mesa todos estos temas y provocar todas esas reflexiones no serviría de nada si el juego no tuviese el gran acierto de dejar la decisión final sobre el destino de dicho pueblo en manos del jugador. Una vez resuelto el extraño crimen (en una emocionante escena propia de un murder mystery clásico), Shards of God devuelve el control al jugador y le obliga a tomar una decisión sobre lo que va a pasar a continuación. Hay dos alternativas muy evidentes que suponen dos destinos bien diferenciados y cada una de ellas conduce a un final distinto. El jugador astuto podrá encontrar también un tercer final secreto que añadirá nuevos matices a la historia y que a mí, personalmente, me parece el final “verdadero”; el que mejor permite entender que se haya optado por titular el juego de esa forma y no de otra. Llegar a cualquiera de esos tres finales supondrá tomar una decisión personal cargada de significado y de ideología. Casi diría que se trata de una decisión política en realidad, pero no puedo decir mucho al respecto sin desvelar más de lo que debería.

Es complicado hablar sobre la historia de Shards of God sin estropear las múltiples sorpresas que ofrece. Este es un misterio muy complicado oculto tras una fachada aparentemente simple: tenemos una víctima, aunque esa víctima sea Dios, y debemos encontrar al asesino. Para ello debemos ser capaces de entender cómo se ha producido el crimen. Lo que pasa es que el juego retuerce luego esa premisa de una forma muy inteligente y desarrolla aspectos que al principio nos pueden pasar desapercibidos, aunque estaban presentes desde el primer minuto. El jugador astuto podrá unir las piezas en su cabeza antes de llegar a la conclusión, lo que me parece una clara evidencia de lo bien hilado que está todo. Shards of God nos invita a hacer deducciones que van más allá de lo que se pone por escrito en los diálogos y eso es algo digno de aplauso. Cuando, tras nuestra investigación, se nos pide que apuntemos hacia un sospechoso, la información clave para encontrarlo no está en una línea de diálogo ni en un objeto que hayamos recogido. Al contrario, es el jugador el que tiene que darle sentido a toda la información que ha recibido para llegar a una conclusión propia.

Es posible equivocarse, por supuesto, pero en caso de error el propio juego te reconduce con amabilidad hacia el camino correcto. En ese sentido, está muy bien aprovechada la relación entre el personaje que controlamos, la Hermana Ava, y su mentora, la Madre Superiora Tiabata. Ambas han venido hasta aquí para resolver el misterio, pero Tiabata está aprovechando la ocasión para formar a su pupila; para entrenarla sobre el terreno, por así decirlo. Cuando el juego corrige al jugador, en verdad es Tiabata la que está corrigiendo a Ava. De esta forma, esas correcciones no resultan intrusivas ni corren el riesgo de hacer que el jugador se sienta mal por no haber deducido algo a la primera.

Teniendo a estas mujeres guardianas de secretos como protagonistas, el juego delata su principal influencia: Dune, la clásica novela de Frank Herbert, y sus continuaciones (sobre todo Dios Emperador de Dune, diría yo). Las Hermanas de la Vigilia de Shards of God son un trasunto de las Bene Gesserit que aparecen en Dune, una hermandad de mujeres especializadas en guardar secretos y en manipular sutilmente los acontecimientos en los que se implican. También la figura de un mesiánico Dios Emperador cuya leyenda oculta aspectos mundanos y terrenales es propia de los libros de Herbert; igual que ese lejano futuro en el que la humanidad ha regresado a un sistema feudal dividido en castas. Y, por supuesto, ese planeta desértico que pone a prueba a sus habitantes; Arrakis en la saga de Hebert, poblado por sus inolvidables Gusanos de Arena. El mundo de Shards of God tiene algo parecido, unos seres gigantescos que son los únicos capaces de extraer nutrientes de la arena del desierto, convirtiendo sus lomos en fértiles tierras de cultivo para los humanos. La relación ecológica entre el planeta y sus habitantes es mucho más anecdótica en Shards of Gods que en Dune, pero está igualmente presente.

Todo está muy bien pensado en Shards of Gods. Tanto la religión como la cultura del planeta que visitamos durante el juego tienen sentido. Los distintos roles de los personajes con los que nos encontramos tienen sentido. Todo cuenta con un rico trasfondo en el que apoyarse. El juego está inspirado en Dune, sí, pero eso no quiere decir que no posea una identidad propia, un sabor propio. Alguien ha pasado muchas horas reflexionando sobre este juego y eso se nota.

Shards of God no es un juego largo ni es un juego difícil. Son apenas unos cinco o seis escenarios en los que encontraremos otros tantos personajes con los que podemos hablar. La cantidad de objetos que podemos recoger y de interacciones que podemos llevar a cabo es limitada y no supondrá ningún problema al jugador que haya pasado por unas cuantas aventuras point and click. Todas esas interacciones resultan bastante lógicas porque cada puzle, incluso el único que puede acabar ofreciendo cierto desafío (un clásico puzle con varias palancas), es coherente con el contexto del juego. En definitiva, este es un juego humilde, pero satisfactorio y, sobre todo, estimulante. Quizá no estimulante en el sentido de que va a hacer que el jugador se devane los sesos para llegar al final, pero sí en el sentido de que le va a plantear situaciones complejas en las que van a entrar en juegos elementos como sus creencias religiosas, su ética personal y sus convicciones políticas.

Y además es endiabladamente bonito. He jugado muchas aventuras gráficas con estética pixelada, pero pocas con un diseño tan atractivo, tan bien desarrollado y tan exuberante como Shards of God. Tanto el diseño de escenarios, como los fondos y el diseño de personajes me parecen de un nivel altísimo, muy por encima de lo que cabría esperar de un juego de estas características. También las animaciones son llamativas y están llenas de vida. Si a eso le añades la potente banda sonora de Paco Diago, compuesta por unos siete temas que rezuman ominosidad y pavor religioso, obtienes una mezcla deliciosa.

Shards of God se puede descargar desde itch.io. Tiene versiones para Windows, Mac y Linux y puede conseguirse gratis, pero nunca está de más dejar algo de dinero al desarrollador por su trabajo. Recomiendo encarecidamente que le des una oportunidad porque no te vas a arrepentir. Es más, cuando termines tu investigación acerca del asesinato de Dios quizá te des cuenta de que algo se ha removido en tu interior; algo que te ha hecho plantearte preguntas que normalmente no te planteas. Y, sí, probablemente también tengas unas ganas locas de leer (o releer) Dune.

[Batman Day 2023] El payaso a medianoche: mi cómic favorito de Batman de todos los tiempos

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  Batman puede ser cualquier cosa: un colorido y absurdo superhéroe al que le gusta bailar, un torturado justiciero urbano que actúa con excesiva violencia, un meticuloso detective capaz de resolver los más intrincados acertijos, el padre de una extensa y disfuncional familia compuesta por múltiples niños huérfanos vestidos con pantaloncitos ridículos, un enfermo mental que salta de azotea en azotea disfrazado de rata voladora… Mucho se ha escrito sobre la naturaleza icónica de Batman; una naturaleza que le ha permitido mutar y evolucionar según el devenir de los tiempos para alcanzar a públicos de distintas generaciones sin renunciar a su idiosincrasia. Batman es un concepto fluido e incluso hoy se encuentra en estado de flujo. Forma parte de nuestra cultura popular, impregna muchas de nuestras historias y mitos modernos… y lo seguirá haciendo en el futuro de formas inesperadas y sorprendentes. Conocemos al Batman del ayer y al Barman de hoy, pero el Batman del mañana es una incógnita que aún tenemos que descubrir.

Hoy, sábado 16 de septiembre de 2023, se celebra el Batman Day en todo el mundo. Por una parte este acontecimiento no es más que una descarada oportunidad mercantilista que nos invita a pasar por caja para comprar productos de la franquicia del Hombre Murciélago y seguir enriqueciendo a los que controlan su propiedad intelectual, pero por otra es un testimonio de la inmortalidad del personaje, de su intemporalidad. Cuando Bill Finger y Bob Kane publicaron el Detective Comics #27 USA en 1939 no tenían ni idea de la maquinaria que estaban poniendo en marcha, de la idea salvaje que habían soltado sobre el mundo. Estamos en 2023 y Batman sigue muy vivo. Y seguirá vivo mientras haya personas contando sus historias. Larga vida al Murciélago, dice el eslogan del Batman Day 2023. Larga vida, en efecto.

Con motivo de esta celebración quiero recordar una de sus historias en concreto; una que me gusta especialmente y que espero que no se olvide con el paso de los años. Para mí contiene la quintaesencia de Batman y de su archienemigo, el Joker, y además está narrada con una prosa apabullante, cruda y, a su extraña manera, también muy hermosa. Se trata de El payaso a medianoche, escrita por Grant Morrison e ilustrada por John Van Fleet, con portada de Andy Kubert.

Es irónico afirmar que esta historia publicada en el Batman #663 USA allá por 2007 es mi cómic favorito de Batman, ya que apenas se puede considerar un cómic. Desde luego no es un cómic convencional, pues está más próximo a un relato ilustrado que a la mayoría de tebeos de superhéroes. Está compuesto en su gran mayoría por texto; un texto que se extiende por cada página aprovechando hasta el más mínimo espacio y que no sólo resulta denso en lo visual sino también en lo conceptual. Sus descripciones son enfermizamente detalladas y ofrecen una imagen retorcida, sucia y, sin embargo, llena de vida de la ciudad de Gotham y sus más célebres habitantes. Pero no se trata de un simple relato en prosa acompañado por unas cuantas imágenes, no. Mucho de lo que tiene de cómic se encuentra en esos momentos en los que el texto se retira, cediendo el peso de la narración a las imágenes.

Es importante tener en cuenta que, ya en el momento de su publicación original, el estilo que eligió John Van Fleet para ilustrar esta historia parecía algo caduco. Por aquel entonces, el artista estaba experimentando con el 3D y las técnicas digitales, lo cual se acabaría convirtiendo en su seña de identidad. Su trabajo en El payaso a medianoche se basa mucho en modelos en tres dimensiones y en recursos gráficos que hoy resultan toscos, puede que incluso un tanto obsoletos, y supongo que fue más por decisión artística que por las limitaciones tecnológicas de 2007. En cualquier caso, este número tiene un apartado visual peculiar y extravagante que puede no ser del gusto de todos los paladares. Confesaré que a mí nunca me entusiasmó, pero tanto me gusta la prosa de Morrison que me parece que por sí misma justifica cualquier otro punto débil que se pueda señalar.

Este es un número curioso, pues se encuentra situado dentro de la época en la que Morrison ocupaba las tareas de guionista de la cabecera principal del Hombre Murciélago pero al mismo tiempo funciona como relato único e independiente. Eran los inicios de la etapa que nos presentó a Damian, no mucho después del arco inicial titulado Batman e hijo. El Joker había aparecido de forma breve en el primer número escrito por Morrison, donde recibió un tiro en la cara por parte de un imitador de Batman. No volvió a verse durante las siguientes entregas, lo cual generó grandes expectativas en los lectores. Recuerdo que Morrison realizó en aquel momento algunas declaraciones sobre su concepción del villano que dejaron a muchos aficionados sin palabras: que el Joker no estaba loco, sino que era un ser “supercuerdo”, con una mente poliédrica en la que no existía un único yo sino una inexplorada consciencia en estado de flujo, capaz de reinventarse a sí misma cada cierto tiempo. El payaso a medianoche, por tanto, suponía el esperado regreso del Joker y la materialización de todas esas atrevidas ideas que ninguno entendimos entonces.

La historia se abre con un grupo de payasos reunidos en un cementerio para celebrar el funeral de uno de los suyos, sin saber que pronto ellos también estarán muertos. Alguien está acabando con los antiguos socios del Joker y ellos, sus antiguos secuaces, han caído en una trampa mortal. Los crímenes están firmados a la manera del Joker, con un naipe dejado sobre la escena… pero el Joker está en el hospital y los médicos dicen que se encuentra en estado terminal. ¿Cómo puede ser el responsable? Batman acude a visitarlo en una escena que evoca reminiscencias de otra obra de Morrison, Arkham Asylum, y lo que se encuentra es poco más que un cuerpo balbuciente y medio muerto que pronto estará muerto del todo. Pero encuentra una pista que le hace pensar en la socia más famosa del Joker, Harley Quinn. ¿Es ella la verdadera responsable de los asesinatos? ¿O quizá será la próxima en la lista del asesino? La verdad se conocerá a medianoche, pues a medianoche empezará el Día del Payaso.

Morrison describe a este Joker herido como a una criatura en estado larvario que se arrastra poco a poco hacia su propio nacimiento. Su mente ha sido destruida y está desarrollando una mente nueva, una identidad nueva y aterradora. En efecto, un nuevo Joker está a punto de nacer, coincidiendo con la muerte del viejo Joker… y de todos sus antiguos asociados. A medianoche llegará el momento clave, pues la muerte del último y más importante de sus secuaces dará a luz a la nueva criatura: un Joker propio de aquellos años, menos histriónico, menos teatral, pero más violento, más taimado, totalmente inhumano. El Joker trascenderá así la locura y se convertirá en algo nunca visto, algo terrible. En muchos sentidos esta es una historia de terror psicológico de primer nivel, porque no hay nada más aterrador que aquello que no podemos comprender y para Morrison la mente del Joker es incomprensible, ultraterrena. El personaje es casi un mal primordial que habita una envoltura de carne con un único propósito: hacer que Batman entienda por fin el condenado chiste.

Hay mucho de Morrison en esta concepción, qué duda cabe, pero también pueden detectarse en ella trazas de La broma asesina de Alan Moore y Brian Bolland. En última instancia, toda la violencia que desata el Joker, toda la sangre y la muerte, busca una única cosa: que Batman entienda que están unidos de una forma irrevocable, que son dos mitades de un todo, que son el chiste… y la gracia. Morrison lo hace con su habitual uso de símbolos, en concreto con un tablero de ajedrez que aquí representa la dualidad, pero no logra ocultar las influencias del verdadero maestro. Aunque ambos autores se llevan a matar, el respeto y la veneración que destila la obra de Morrison habla con más fuerza que cualquier declaración desafortunada que haya podido hacer durante su carrera.

Morrison venera la historia de Batman en todas sus formas. Para él, toda ella es válida, toda ella es canónica. Incluso las historias más disparatadas de la Silver Age, en las que Batman y Robin igual viajaban al espacio exterior para conocer a unos alienígenas de colorines que se vestían con taparrabos para una aventura selvática, cuentan con el respeto más reverencial de Morrison. De hecho, parte de su empeño en esta etapa como guionista del Hombre Murciélago consistiría en justificar la existencia de aquellas viejas y locas historias dentro de la continuidad del personaje. Porque Batman ha sido muchas cosas a lo largo de las décadas… y todas ellas importan.

Y, al igual que Batman, el Joker también ha sido muchas cosas. Decía al principio que Batman es un concepto cambiante, que se encuentra en un constante estado de flujo, y que es eso precisamente lo que le concede la capacidad de mutar y de adaptarse a los tiempos. El icono puede ser interpretado de infinitas formas sin dejar de ser reconocible. Pues bien, lo que hace El payaso a medianoche es demostrar de forma fehaciente que el Joker también es un concepto en estado de flujo, que también es un icono que puede ser interpretado de infinidad de maneras. Como haría poco después con Batman, ofreciendo una justificación para todas esas historias locas de su pasado y defendiendo así su inclusión en la continuidad, en El payaso a medianoche Morrison justifica las múltiples interpretaciones que se han hecho del Joker con el paso de los años. Este número explica el mecanismo que transforma al Joker, que lo reinventa y lo conduce a explorar facetas distintas de sí mismo. De alguna forma, este número dice que todas las lecturas que se pueden hacer del Joker son válidas, porque el Joker ha sido todas esas cosas… y será muchas más en el futuro. Justo igual que el propio Batman.

El payaso a medianoche es mi número favorito de Batman, pero no lo es sólo por su argumento o por su magnífica prosa. Lo es porque abraza la intemporalidad de estos dos personajes, Batman y el Joker. Igual que sucede con La broma asesina, El payaso a medianoche puede leerse en cualquier momento, independientemente de la concepción previa que tenga el lector sobre el Hombre Murciélago y su archienemigo. El payaso a medianoche es consciente de que ambos personajes existen ajenos al tiempo, son eternos, porque son mutables y se transforman constantemente. Puede que mi Batman no sea como el tuyo, pero ambos son válidos, ambos son Batman. Quizá mi idea sobre el Joker no se parezca en nada a la idea que tú tienes sobre él, pero ambas interpretaciones son correctas porque el Joker es todo eso… y más. Conocemos al Joker del ayer y al Joker de hoy, pero… ¿el Joker del mañana? El Joker del mañana es una incógnita y lo que demuestra esta historia es que se trata de la incógnita más aterradora a la que nos podemos enfrentar. El Joker del mañana es el terror encarnado, el caos personificado, un holocausto de un solo hombre. El Joker del mañana está compuesto por nuestros peores miedos, por nuestras pasiones más bajas y oscuras, por todos aquellos aspectos de nosotros mismos que no nos atrevemos a mirar. El payaso a medianoche nos enseña que es mejor no conocer al Joker del mañana, porque es más terrible de lo que podamos imaginar.

Por suerte, mientras haya un Joker habrá un Batman y ese Joker del mañana siempre va a tener a un Batman del mañana como contrapartida capaz de detenerle. Y menos mal. Si él no estuviera llegaría el Día del Payaso y, créeme, eso es algo que no queremos ver. Larga vida al Murciélago, pues. Como dice el eslogan de este Batman Day, larga vida al Murciélago.

La semana en clave Marvel #12

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  La semana en clave Marvel es un boletín informativo semanal sobre todo lo relacionado con los cómics de Marvel a ritmo USA. Esta semana con noticias sobre el regreso de Power Pack, la muerte (¿y resurrección?) del Caballero Luna, la nueva reunión de los Thor Corps… y más.


  • Marvel continúa ampliando su línea de miniseries nostálgicas. La última que ha anunciado la editorial me interesa especialmente, pues supone el regreso de Louise Simonson y June Brigman, cocreadoras de Power Pack, a las aventuras de estos añorados héroes infantiles con motivo de su 40º aniversario. Power Pack: Into the Storm será una serie limitada de cinco números en la que Alex, Julie, Jack y Katie Power, acompañados por su joven amigo Franklin Richards, se enfrentarán a una difícil pregunta: ¿deberían decirles a sus padres que tienen superpoderes? Esta cuestión adquiere una especial importancia estando implicado Franklin, cuyos poderes fueron bloqueados por su padre para que no se convirtieran en una amenaza para los demás. Precisamente será Franklin quien tenga una premonición sobre una peligrosa amenaza galáctica, haciendo que Power Pack tenga que movilizarse para detenerla. Parece que vuelven los clásicos enemigos del grupo, los alienígenas Snark, y que tendremos a Tormenta de la Patrulla-X como personaje invitado. Supongo que veremos también a los Kymellianos y a Viernes, la nave inteligente. Todo pinta fabulosamente, en definitiva. Hace falta tener cierta edad para sentir cariño por Power Pack, así que a los lectores más jóvenes este anuncio les dará bastante igual. Sin embargo, para los que ya estábamos leyendo tebeos a finales de los ochenta es un buen caramelito.


Power Pack: Into the Storm #1 (de 5)

Guion: Louise Simonson

Dibujo y portada: June Brigman

Fecha de publicación: 24 de enero de 2024


  • El pasado mes de junio se llevó a cabo el Marvel Art Atelier en Disneyland París, un programa de formación orientado a aspirantes a artistas que tuvo como mentores a dibujantes bien conocidos como Giuseppe Camuncoli, Olivier Coipel, Peach Momoko y Natacha Bustos. Después de varias pruebas se eligió a un joven talento al que ahora se le ha asignado su primer encargo para la editorial: se trata de Federica Mancin, que será la encargada de sustituir a Federico Vicentini durante un número de Miles Morales: Spider-Man. Escrito por el guionista habitual, Cody Ziglar, dicho número nos mostrará a Miles haciendo equipo con el cazavampiros Blade para enfrentarse a un nuevo villano llamado Hightail. La primera imagen que nos ha mostrado Marvel, obra de Mancin, parece mostrar una especie de curiosa fusión entre Miles y Blade. Supongo que no deja de ser un número de relleno, pero me parece estupendo que la editorial abra la puerta a nuevos talentos que luego vayan a tener la oportunidad de ver publicado su trabajo. Durante los próximos meses veremos debutar también a otros artistas procedentes del Marvel Art Atelier. ¡Bien por ellos!


Miles Morales: Spider-Man #11

Guion: Cody Ziglar

Dibujo: Federica Mancin

Portada: Federico Vicentini

Fecha de publicación: 18 de octubre de 2023


  • Creía que Marvel iba a guardarse este anuncio hasta la próxima New York Comic-Con, pero lo ha soltado antes de lo que esperaba: la colección del Caballero Luna terminará en su número treinta con la proclamada muerte de Marc Spector, pero será relanzada poco después bajo el título Vengeance of the Moon Knight con un nuevo Caballero Luna como protagonista. ¿Será un renacido Marc Spector? ¿Puede que sea uno de sus aliados de la Misión de Medianoche? ¿O quizá alguien inesperado? En cualquier caso, la cabecera ha aguantado treinta números antes de necesitar un relanzamiento para potenciar sus ventas, lo cual no está nada mal. Se mantendrá el mismo equipo creativo (guion de Jed MacKay y dibujo de Alessandro Cappuccio), por lo que se trata más bien de una nueva fase dentro de la actual etapa. Se puede acusar a MacKay de haber repetido el mismo recurso que utilizó con el Doctor Extraño y Clea, pero aquella vez le funcionó muy bien. ¿Por qué no iba a funcionarle otra vez? Cuando los supervivientes de la Misión de Medianoche intenten proseguir con su misión tras la muerte de Marc Spector a causa de los planes del Espectro Negro se encontrarán enfrentados a un nuevo enemigo vestido con ropas familiares: un nuevo Caballero Luna. Su traje ha sido rediseñado por Cappuccio cambiando el color blanco por el gris y añadiendo algunos detalles de estética egipcia, como la armadura que emula los vendajes y las armas con la forma en que se representa a las flores del Nilo en los jeroglíficos. No es la primera vez que se hace algo así (un no-premio para quien recuerde la breve etapa en la que el Caballero Luna lució un ankh en el pecho), pero me parece un diseño muy conseguido. La forma en la que se usa el símbolo de la luna sobre la máscara me gusta especialmente. Creo que voy a seguir Vengeance of the Moon Knight con el mismo interés con el que he ido siguiendo la colección anterior.


Moon Knight #30

Guion: Jed MacKay

Dibujo: Alessandro Cappuccio

Portada: Stephen Segovia

Fecha de publicación: 13 de diciembre de 2023


Vengeance of the Moon Knight #1

Guion: Jed Mackay

Dibujo: Alessandro Cappuccio

Portada: David Finch

Fecha de publicación: 3 de enero de 2024


El diseño del nuevo Caballero Luna por Alessandro Cappuccio


  • ¡Vuelven los Thor Corps! Al Ewing ha confirmado que el quinto número de The Immortal Thor nos mostrará a una nueva encarnación de este equipo, en la que podremos encontrar a todos los personajes esperables: el propio Thor, Bill Rayos Beta, Tormenta, Jane Foster… Falta Thunderstrike, pero como ya sabemos el pobre Eric Masterson ya lleva algún tiempo muerto. Parece que el regreso de Toranos, el antiguo Dios del Trueno, obligará al Rey de Asgard a reunir a este ejército para plantarle cara. Veremos cómo se desarrolla la batalla en The Immortal Thor #5, con guion de Ewing, dibujo de Martín Cóccolo y portada de Alex Ross. Tengo la sensación de que The Immortal Thor no está haciendo tanto ruido como hizo The Immortal Hulk, así que este pequeño golpe de efecto no le vendrá mal para llamar la atención.


The Immortal Thor #5

Guion: Al Ewing

Dibujo: Martín Cóccolo 

Portada: Alex Ross

Fecha de publicación: 13 de diciembre de 2023


  • Pronto volveremos a encontrarnos con el Ronin al que conocimos en la primera temporada de Star Wars: Visions. Presentado en el corto The Duel, que a mí personalmente no me pareció el mejor de la antología, el personaje diseñado por Takashi Okazaki, creador de Afro Samurai, ya protagonizó una novela y un cómic precuela. El propio Okazaki fue el responsable de aquel cómic y ahora seguirá expandiendo su particular versión del universo Star Wars en una nueva publicación. Será el segundo one-shot de la línea Star Wars: Visions tras el que publicará en noviembre Peach Momoko (que ya comentamos en una entrega anterior de La semana en clave Marvel). Titulado Star Wars: Visions – Takashi Okazaki #1, este one-shot explorará los orígenes Sith del Ronin, mostrándonos su pasado antes de convertirse en el cazador de Sith que vimos en el corto animado. El número estará en blanco y negro, como era de esperar. Me parece bastante interesante, pero no me llama tanto como la propuesta de Peach Momoko. Quizá sea porque nunca me ha gustado demasiado Afro Samurai y porque estoy condicionado por el corto original, que visualmente no me impactó tanto como los que le acompañaron en aquella primera temporada, pero le daré una oportunidad de todas formas.


Star Wars: Visions – Takashi Okazaki #1

Guion: Takashi Okazaki

Dibujo y portada: Takashi Okazaki

Fecha de publicación: 3 de enero de 2024


  • Vamos a hacer ahora un pequeño paréntesis para hablar sobre un par de libros que ha anunciado la editorial Titan Books en colaboración con Marvel y que me han sorprendido por los autores implicados. Son los siguientes:


    • Secret Invasion es la novela que adapta el argumento del evento Invasión Secreta, escrito por Brian Michael Bendis y dibujado por Leinil Francis Yu. Cuenta la infiltración de un secta Skrull en la Tierra, descubierta por los Nuevos Vengadores tras comprobar que Elektra, entonces líder de la Mano, era en realidad uno de los alienígenas. Me sorprende que se haya puesto a la venta ahora en lugar de coincidiendo con la serie de Disney+ de Secret Invasion, pero me sorprende aún más el escritor que firma esta novela: nada menos que Paul Cornell, guionista de cómics como Captain Britain & MI 13 para Marvel o Demon Knights para DC, responsable de capítulos ya clásicos de Doctor Who como Human Nature y The Family of Blood, conocido por novelas como Witches of Lychford y The Severed Streets… y, en fin, un autor la mar de respetable con muy buen currículum. El evento original nunca me gustó demasiado, pero mentiría si dijese que no me pica la curiosidad lo que pueda contar Cornell a partir de él.


Secret Invasion

Escrito por Paul Cornell

Fecha de publicación: 12 de septiembre de 2023


    • Captain America: The Shield of Sam Wilson es una antología de historias cortas escritas por autores afroamerianos, siguiendo la línea previamente establecida por Black Panther: Tales of Wakanda. También será la primera obra en prosa dedicada al Capitán América Sam Wilson. En ella encontraremos relatos de Kyoko M. (The Black Parade), L.L. McKinney (A Blade so Black, Future State: Wonder Woman), Gary Phillips (One-Shot Harry, Vigilante: Southlands), Sheree Renée Thomas (Nine Bar Blues, Africa Risen), Alex Simmons (Archie, Betty & Veronica) y Nicole Givens Kurtz (Glitches and Stiches), entre otros. Por un lado parece la típica antología que usa la diversidad como reclamo para atraer lectores, pero por otro veo una mezcla bastante sugerente de autores de distintos géneros: fantasía, ciencia ficción, noir, terror… Quién sabe, quizá salga algo interesante de aquí.


Captain America: The Shield of Sam Wilson

Escrito por Kyoko M., L.L. McKinney, Gary Phillips, Sheree Renée Thomas, Alex Simmons, Nicole Givens Kurtz y más.

Fecha de publicación: 11 de junio de 2024


  • Y ya que hemos mencionado a Sam Wilson no hay mejor momento para comentar que el inefable Rob Liefeld ha realizado un anuncio relacionado con este Capitán América: ha preparado una portada homenaje a su infame imagen de Steve Rogers con tetorras en la que aparece Sam Wilson en la misma pose… aunque con una cantidad de tetorras notablemente inferior. Me parece estupendo que Liefeld haya abrazado el meme por fin, pero me temo que se ha quedado a medio camino. Esta portada deja claro que sigue teniendo el mismo dominio de la anatomía que tenía hace tres décadas, pero ha desperdiciado la oportunidad de crear un nuevo meme que dure otros tantos años. A estas alturas ya debería haber aprendido a tomarse las cosas menos en serio, ¿no? La portada en cuestión se podrá conseguir durante la próxima New York Comic-Con y estoy convencido de que al bueno de Rob le va a salir muy rentable.



  • Vamos a quitarnos el mal sabor de boca echándole un ojo a los últimos vídeos del Marvel’s Spider-Man 2 de Insomniac Games que se mostraron en el State of Play de esta semana. El primero nos habla sobre cómo se ha doblado la extensión del primer juego, añadiendo los barrios de Queens y Brooklyn a la ya conocida isla de Manhattan, sobre cómo se ha añadido una nueva mecánica de planeo para recorrer el escenario a mayor velocidad y sobre cómo será posible pasar de un personaje controlable a otro de forma (casi) instantánea. También habla sobre la gran cantidad de actividades secundarias que habrá disponibles más allá de la historia principal, un aspecto que espero que haya mejorado respecto a los títulos anteriores porque no pienso volver a perseguir palomas otras vez, y sobre el nuevo sistema de viaje rápido con el que tristemente perderemos las divertidas escenas del vagón de metro. Pero lo más importante es que habla de que habrá más de sesenta y cinco trajes desbloqueables para Peter y Miles, lo que unido al modo foto puede dar para muchas horas de diversión. Si reservas la edición digital de lujo puedes conseguir diez trajes más, cinco para Peter y cinco para Miles, pero son todos bastante feos y se parecen más a un uniforme de los Power Rangers que a un traje de Spiderman. Los que trae el juego base me parecen más que suficientes. Recordemos que Marvel’s Spider-Man 2 saldrá el 20 de octubre de 2023 para PlayStation 5, así que ya no falta mucho para su lanzamiento.



Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Marvel o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

La semana en clave Warhammer #12

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con un buen montón de noticias sobre Warhammer: Age of Sigmar: llega la segunda parte de las Cruzadas Portamaneceres y con ella Trugg, el Rey Troggoth, se presentan los Buscallamas de Vulkyn, se ponen a la venta los Piñohierroz… y más.


  • Vamos a empezar el repaso de esta semana hablando sobre el anuncio de la nueva banda de guerra para Warcry. Se trata de los Vulkyn Flameseekers, los Buscallamas de Vulkyn, un grupo de cuidadores de bestias que se dedican a recuperar e incubar huevos de Magmadroth. Si una de estas criaturas magmáticas se vuelve demasiado salvaje y no puede ser domada, entonces los Buscallamas de Vulkyn se encargarán de acabar con ella. Después utilizarán sus escamas para fabricar armas y armaduras, honrándolos así en su muerte. Para ellos todo lo relacionado con los fogosos saurios supone una cuestión religiosa. Dejando el trasfondo a un lado, creo que esta banda destaca porque incluye personajes femeninos, lo cual no es muy frecuente cuando hablamos de Fyreslayers (al fin y al cabo son enanos y ya sabemos que las mujeres enanas suelen generar controversia). Las miniaturas me parecen fantásticas, con un nivel de detalle muy alto y con unas poses muy conseguidas. Se ve claramente que parte de su equipamiento está fabricado con escamas y me llaman mucho la atención las enormes hebillas de sus cinturones, esculpidas como cabezas de droth. Esta banda puede ser un añadido muy jugoso para jugadores de Warcry y/o Age of Sigmar.



  • Seguimos con Age of Sigmar. Durante la previa del NOVA Open 2023 se nos dijo que el Battletome Supplement: Ironjawz se podría descargar de forma gratuita desde la web de Warhammer Community y ya lo tenemos disponible. Esta semana llegan los Piñohierroz a los prepedidos, como veremos dentro de un momento, así que viene bien echarle un ojo a este suplemento. Son 25 páginas que incluyen trasfondo, reglas, hojas de datos y una galería con las miniaturas de esta facción, que se considera parte de los Klanes Orruk. No soy muy amigo de esta política de publicar suplementos en formato digital, pero como en esta ocasión es gratis no tengo motivo para quejarme.



  • También se puede descargar ya el warscroll con las reglas de Trugg, el Rey Troggoth, cuya miniatura se presentó en el NOVA Open 2023 y también llega esta semana a los prepedidos. Este personaje va a jugar un papel importante en Dawnbringers: Book II – Reign of the Brute, el segundo libro de la campaña narrativa que nos narra las Cruzadas Portamaneceres. Trugg se ha pasado siglos en un letargo tan profundo que ni siquiera se dio cuenta cuando una antigua civilización construyó un altar sobre su espalda. Ahora el altar se ha activado y ha provocado que Trugg despierte, desatando una nueva amenaza sobre los Reinos Mortales. La web de Warhammer Community ha explicado con detalle sus reglas, pero a mí lo que más me ha llamado la atención es una ilustración en la que aparece Trugg enfrentándose a las tropas de las Ciudades de Sigmar encabezadas por la Pontífice Zenestra, cuya miniatura también conocimos hace poco. Parece que se aproximan acontecimientos interesantes para Age of Sigmar.


  • La semana pasada se desvelaron los primeros ajustes de equilibrio para las reglas de la décima edición de Warhammer 40.000 y esta semana también hemos tenido ajustes para Age of Sigmar. Creo que lo más importante es que se ha producido un ajuste de puntos que afecta a diez facciones distintas. El documento que desarrolla todos estos cambios se puede descargar ya mismo desde la web de Warhammer Community.



  • Parece que los Garranegras, esos personajes que protagonizan la serie de animación Blacktalon del servicio de suscripción Warhammer+ y cuyas miniaturas se anunciaron recientemente (las comentamos en una pasada entrega de La semana en clave Warhammer) van a contar con una novela publicada por la Black Library. Ya habían aparecido con anterioridad en una historia corta, The Eyeless Mask, de Liane Merciel. Ahora será la misma escritora la que se encargue de la primera novela dedicada a la Caballero-Zéfiro Naeve Blacktalon y su grupo. En cuanto al argumento, parece que Naeve, Hendrick, Shakana, Rostus y Lorai recibirán el encargo de acabar con cinco poderosos Campeones del Caos y tendrán que hacerlo antes de que los sirvientes de los Dioses Oscuros recuperen una antigua arma capaz de poner en peligro a todos los Reinos Mortales; un arma que podría amenazar incluso al mismísimo Sigmar. Se le está dando bastante bombo a estos personajes y supongo que lo merecen. Yo aún no me he puesto con su serie, pero la tengo en mi lista de pendientes. En cuanto a esta novela, me parece bastante prometedora y su portada, pese a que sólo muestra a Naeve en lugar de a todos los Garranegras, me encanta.



  • Vamos a hacer un breve descanso de tanto Age of Sigmar para comentar el último anuncio para Warhammer: The Horus Heresy. Se trata de la miniatura del Cónsul Campeón de las Legiones Traidoras. Ya habíamos tenido ocasión de ver al Cónsul Campeón de las Legiones Leales (lo comentamos aquí) y ahora podemos echarle un primer vistazo a su equivalente en el bando traidor, un experto espadachín que recorre el campo de batalla en busca de oponentes dignos de sus habilidades. Viste una armadura Mk III modificada que usa ese nuevo patrón presentado en las previas del NOVA Open 2023 y que llaman “patrón de hierro”. No es una armadura especialmente ornamentada, pero desde luego resulta muy vistosa. El hecho de que hayan pintado la miniatura de muestra con los colores de los Hijos de Horus también ayuda. Vendrá con al menos dos opciones de cabeza (con casco y sin casco) y ambas me parecen igual de atractivas. En general, me parece mejor miniatura que el Cónsul Campeón Leal, así que este punto se lo llevan las Legiones Traidoras. Lo malo es que será una miniatura de resina de Forge World, con todo lo que ello implica.



  • Aún no se puede decir gran cosa al respecto, pero Games Workshop ha anunciado una colaboración con Wētā Workshop de la que saldrá una nueva colección de figuras premium a escala 1:6 con personajes de la franquicia Warhammer. Seguramente conozcas a Wētā Workshop por su participación en la trilogía de El Señor de los Anillos, pero quizá no sepas que también lanza figuras de otras franquicias como Tomb Raider o The Witcher. Si bien tiene alguna gama a precios asequibles, como las Mini Epic, en general hablamos de miniaturas que superan los cien euros y pueden llegar hasta los mil. Algunas son ediciones limitadas muy exclusivas. Pero, eso sí, son figuras realmente increíbles. Va a ser un gustazo ver qué pueden hacer con los personajes de Games Workshop, aunque seguramente las figuras que salgan de esta colaboración queden muy lejos de nuestro alcance. Pronto sabremos más sobre lo que preparan desde Wētā.



  • Antes de meternos en los prepedidos de esta semana vamos a hacer una última parada para comentar las últimas noticias sobre dos de los próximos videojuegos basados en la franquicia Warhammer:


    • En primer lugar tenemos un nuevo vídeo de Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin en el que se explican varias novedades, como el potente editor de mapas y la posibilidad de alterar los esquemas de color de las unidades como si se tratase de miniaturas a las que poder pintar a nuestro gusto. Habrá qué ver hasta qué punto ofrece libertad esta opción, pero me parece un grandísimo acierto y una estupenda forma de acercar la experiencia de la pintura, tan importante en este hobby, al videojuego. Realms of Ruin también incluirá un modo foto con un montón de opciones, lo cual nunca está de más. De hecho, hay juegos en los que he pasado más tiempo en el modo foto que en el juego propiamente dicho. En cuanto a la fecha de lanzamiento, saldrá el 17 de noviembre para PC (vía Steam y Epic Games Store), PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Tenía mis reservas al principio, pero poco a poco me ha ido convenciendo lo que han ido mostrando de este juego.



    • También tenemos un nuevo vídeo de Warhammer 40.000: Rogue Trader en el que se desvela a un nuevo compañero que puede ser reclutado, nada menos que un Drukhari llamado Marazhai (¡las dinámicas entre los miembros del equipo van a ser dignas de ver cuando se mezclen agentes de la Inquisición, Aeldari y Drukhari en una misma campaña!). El vídeo confirma la fecha de lanzamiento, que yo esperaba que se fuese hasta el año que viene pero al final se queda en el próximo diciembre. En concreto, Rogue Trader saldrá el 7 de diciembre para PC (vía Steam, GOG y Epic Games Store), PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Entre Baldur's Gate III y este, menudo año se va a quedar para los amantes de los rolazos de la vieja escuela.



  • Llega ya el momento de comentar los prepedidos de esta semana, que son todos de Age of Sigmar, en consonancia con esta semana tan centrada en los Reinos Mortales. Los prepedidos de Games Workshop vienen cargados de pielezverdez y son los siguientes:


    • Dawnbringers: Book II – Reign of the Brute (Portamaneceres Libro II: El reino de los Brutos) (40€, en inglés): Segundo suplemento de esta campaña narrativa centrada en las Cruzadas Portamaneceres y que pone en juego a Trugg, el Rey Troggoth. Son 96 páginas que incluyen nuevos warscrolls, cuatro nuevos ejércitos de renombre, el trasfondo de Trugg y los Piñohierroz, reglas y más. Sale un poco más caro que el primer suplemento, pero parece que viene bien surtido de contenidos.



    • Dawnbringers: Book II – Reign of the Brute Limited Edition (65€, en inglés): La típica edición de lujo que tanto gusta en Games Workshop y la Black Library. Mismos contenidos y mismo número de páginas que la edición anterior, aunque con mejor encuadernación y un marcapáginas de tela. ¿Suficiente como para justificar el aumento de precio? Yo tengo mis dudas. Se supone que es una edición limitada de 300 ejemplares, pero en el momento de publicar esto sorprendentemente aún no se ha agotado. Raro, raro...



    • Trugg’s Great Troggherd (Gran Manada de Troggs de Trugg) (120€): Trugg el Rey Troggoth no se ha puesto a la venta por separado, sino que viene junto a un séquito de Troggoths Triparroka. La caja incluye 7 miniaturas de plástico: el propio Trugg y 6 Troggoths, que forman el ejército de renombre Manada de Troggs de Trugg pero también se pueden utilizar como parte de un ejército de Tipejoz Nokturnoz. Sus reglas están incluidas en el suplemento Portamaneceres Libro II: El reino de los Brutos. El precio no está mal teniendo en cuenta que son miniaturas más grandes de lo habitual, pero si sólo te interesa la miniatura de Trugg es mejor esperar un poco a que se ponga a la venta por separado. En efecto, la miniatura de Trugg me parece fantástica. Los Troggoths me gustan algo menos, pero reconozco que forman un estupendo ejército de renombre y pueden ser un proyecto muy entretenido para montar y pintar.



    • Rabble-Rowza (Armabronkaz) (27€): Un kit de plástico multicomponente de 10 piezas que sirve para montar un líder del Klan Lunar de los Tipejoz Nokturnoz que hasta ahora no estaba disponible de forma individual. Tiene la interesante habilidad de sumir a las bestias que le rodean en un frenesí desbocado y su diseño es muy chulo. Me gustan mucho los murciélagarrapatos que sobrevuelan su cabeza, aunque me dan un poco de miedo por lo delicados que pueden ser a la hora de manipular la miniatura. La verdad es que me parece mejor líder para un ejército de Tipejoz Nokturnoz que el que se incluye en la caja de vanguardia de esta facción. Si lo combinas con unos Squigs o con unos Garrapatoz Zaltarinez puede dar mucho juego.



    • Vanguard: Orruk Warclans (Vanguardia: Klanes Orruk) (110€): Aquí está la caja de vanguardia de Klanes Orruk que se anunció la semana pasada (la comentamos aquí), con el precio más o menos esperado. Incluye 16 miniaturas: 1 Kazike en Gran Rechinadientez, 1 Chungonoble con Eruktoztandarte, 1 Lanzavirotez Enzartabeztiaz, 3 Tirapinchoz Enzartapeña y 10 Zakatripaz. Es una buena selección de unidades para empezar un ejército de Klanes Orruk, aunque está centrada en los Mandamaloz de los pantanos. Incluye varias unidades de ataque a distancia que usan veneno, lo cual se aleja un poco de mi estilo preferido de juego. Pero no está nada mal, desde luego. Si el Kazike en Gran Rechinadientez te parece poca cosa como líder y quieres una unidad un poco más vistosa siempre puedes añadir otros 50€ y comprar el Jefe Pantanozo Skumdrekk, que resulta bastante más impresionante, y ya tendrías un muy buen ejército para empezar a jugar.



    • Zoggrok Anvilsmasha (Zoggrok Rompeyunkez) (35€): Empezamos con los prepedidos de los Ironjawz/Piñohierroz que se presentaron en las previas del NOVA Open 2023 (las comentamos todas aquí) y el primero de ellos es Zoggrok Rompeyunkez, que viene acompañado por Klonk, el garrapato con tupé que hace las veces de yunque para este peculiar herrero. Ambos vienen en un kit multicomponente de plástico de 20 piezas. Zoggrok viene equipado con su contundente martillo kazkakráneos, ideal tanto para el combate como para la forja. Para el otro brazo viene con dos opciones de arma para elegir: un juego de gruntenazaz o un rebanamagiaz que revienta amuletos protectores. Mi favorita es la opción de las tenazas, pero ambas están muy bien. Me encanta esta miniatura y, sobre todo, me encanta Klonk. En este blog estamos a tope con Klonk.



    • Tuskboss on Maw-grunta (Jefe Kolmillo en Muerdegrunta) (62,50€): Un kit de plástico multicomponente de 81 piezas con el que se puede montar un Jefe Kolmillo en Muerdegrunta, un Muerdegrunta con Kazkapeña o un Rajador en Muerdegrunta. Son tres opciones de montaje alternativo según busques al líder o a la unidad normal en sus dos variantes. Lo cierto es que este líder Piñohierroz montado sobre su porcino monstruoso luce espectacular. Me consta que en la red ha gustado mucho y creo que con razón. Viendo las matrices se me antoja una miniatura un tanto difícil de montar, pero merece la pena el esfuerzo. Lo malo es que si quieres tener varios Muerdegruntas tienes que pasar por caja varias veces. Ese Jefe Kolmillo siempre se verá mejor con un par de acompañantes, ¿no?



    • Ardboy Big Boss (Jefazo Rezio) (30€): Un aplauso para la traducción del nombre de esta unidad, que me parece muy graciosa. Aquí tenemos al líder Piñohierroz de los Rezios, que viene en un kit de plástico multicomponente de 8 piezas. La única pega que le puedo poner es la máscara, que no acaba de convencerme. Entiendo que es una característica intrínseca de esta facción, que por algo se llaman Ironjawz/Piñohierroz, pero me parece que le resta mucha expresividad a la miniatura. Por lo demás, el diseño de armas y armaduras me gusta mucho. El Jefazo viene armado con un dezmembradora y una rebanadora para machacar y destripar, cuyos filos me parecen muy conseguidos. En definitiva, otra buena miniatura para los pielezverdez.



    • Orruk Ardboys (Rezioz Orruks) (50€): El precio me ha sorprendido gratamente, porque esperaba bastante más por una caja con diez unidades. Es un kit de plástico multicomponente de 98 piezas con el que montar 10 Rezioz Orruks, los luchadores de primera línea de los clanes Piñohierroz. Puedes montar una miniatura como Jefe Rezio para que lidere la horda, pudiendo equiparlo con una rebanadora exclusiva y pudiendo elegir entre varias opciones de cabeza. Además, otra miniatura puede montarse como un Portador del Ikono de Gorkamorka, pudiendo elegir entre dos glifos de distinto aspecto. Todo eso acompañado por opciones intercambiables para cabezas, escudos, manos y armas… ¡y sólo por 50€! ¿Estará mal el precio en la tienda web de Games Workshop? Me parece un regalazo.



    • Weirdbrute Wrekkaz (Brutambótiko Deztrozón) (45€): Este precio ya es bastante más propio de Games Workshop. Por 45€ tenemos un kit de plástico multicomponente de 50 piezas con el que montar 3 Brutambótikos Deztrozones con machakadenaz y varias máscaras a elegir. También tienen una opción de montaje alternativa para componer 3 Brutoz Irakundoz armados con una variedad de armas dobles pesadas. El trasfondo de los Brutambótikos Deztrozones me parece muy interesante, ya que se trata de unos orruks enajenados que, presos de una locura mágica, se lanzan a la batalla sin armadura. En este caso, al contrario que con los Rezioz, me parece que las máscaras se usan para potenciar la expresividad de las miniaturas. Además, unos buenos brutos con armas pesadas nunca vienen mal.



  • Pasamos ya a los prepedidos de la Black Library, que esta semana se resumen en uno. Se trata de la edición en tapa dura de Yndrasta: The Celestial Spear (20€, en inglés). Escrita por Noah Van Nguyen (Godeater's Son), esta novela sigue la pista de la principal cazadora de Sigmar, Yndrasta, mientras persigue a su presa a través de la tundra helada de Ghur. Su viaje nos planteará la cuestión de cuál es la verdadera bestia: el misterioso leviatán que acecha en la oscuridad o la letal cazadora que ha descendido de los cielos para acabar con él. La premisa parece interesante, desde luego, aunque no tengo muchas referencias sobre el autor.



  • Acabamos el repaso de hoy, como de costumbre, con la miniatura que ha elegido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer: Lord Kroak, el más antiguo y poderoso de los Slann, los señores de los Seraphon, pese a estar… bueno, pese a estar muerto. Aún así, este venerable Sacerdote Reliquia ha dirigido a los Seraphon desde tiempos inmemoriales y su miniatura es otro ejemplo de la inmensa calidad que despliegan las miniaturas de los personajes especiales de Age of Sigmar. Esta en concreto bebe además de la tradición de los viejos Hombres Lagarto de épocas anteriores. No voy a extenderme mucho más sobre ella porque sólo de verla me entran unas ganas locas de empezar un ejército Seraphon. Un Lord Kroak, un Señor Estelar Slann o un Vidente Estelar Eslizón pueden ser unos proyectos maravillosos para montar y pintar; cada uno de ellos ajustado a un presupuesto diferente, desde el más caro hasta el más modesto... y desde el más exhuberante al más normalito.


 

Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Warhammer o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

[Cultura mutante] Los Protocolos de Xavier: el secreto más oscuro del Profesor X

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  Cultura mutante es una sección en la que recuperaremos y comentaremos viejos conceptos aparecidos en los cómics de la Patrulla-X a lo largo de los años. En la entrega de hoy: los Protocolos de Xavier.

Durante la década de los noventa, la dinámica entre el Profesor Xavier y sus estudiantes comenzó a rozar el fanatismo religioso. De alguna forma, el mentor de la Patrulla-X pasó a ser considerado el santo patrón de la especie mutante, el máximo representante del credo de coexistencia pacífica entre los humanos y el homo superior; credo que sus Hombres y Mujeres-X defendían sin ningún atisbo de duda, como si de auténticos cruzados se tratase. Todo lo que no fuese la doctrina de Xavier era tachado inmediatamente de villanía absoluta, ya fuese el supremacismo especista de Magneto o el darwinismo radical de Apocalipsis. Pocas veces se cuestionaba al propio artífice de aquel pensamiento, pese a que la historia había dejado claro en numerosas ocasiones que no era trigo limpio. Después de todo, estamos hablando del mismo Charles Xavier que reclutó a unos niños, los vistió de superhéroes y los envió a luchar contra terroristas superpoderosos antes siquiera de que acabaran de pasar la pubertad.

Si algo nos enseñó Chris Claremont durante sus muchos años como guionista de la Patrulla-X es que el profesor escondía muchos secretos. Basta recordar su pasada relación amorosa con Moira MacTaggert o su antigua amistad con el hombre que acabaría convirtiéndose en Magneto. No obstante, si retrocedemos hasta la prehistoria mutante, es decir, a los tiempos anteriores a Claremont, podemos encontrar diversos ejemplos de los oscuros manejos del bueno de Charles: alterar los recuerdos de decenas de personas inocentes para mantener el secreto de su Escuela para Jóvenes Talentos, mantener prisionero en un sótano a su hermanastro, el Juggernaut, después de su primer a ataque a la Mansión-X o fingir su propia muerte durante meses para prepararse ante la invasión de los alienígenas Z’nox son hechos bien conocidos de su trayectoria. Aún así, hacer creer a sus pupilos que había muerto orquestando una mentira de la que sólo hizo partícipe a Jean Grey no fue la peor de sus acciones, ni mucho menos.

Puede que, durante el día, Charles Xavier fuese el santo patrón de los mutantes y ofreciese la imagen de un incansable pacifista persiguiendo su sueño de convivencia y armonía, pero, durante la noche, pasaba horas y horas ideando la forma más efectiva de matar a todos y cada uno de sus queridos estudiantes. Eso son los infames Protocolos de Xavier: un manual para asesinar a los Hombres y Mujeres-X.

Ideados como un último recurso en caso de que alguno de los mutantes de su escuela se convirtiese en una amenaza para la humanidad, los Protocolos de Xavier indicaban las debilidades específicas de cada miembro de la Patrulla-X (y de sus muchos grupos derivados, como X-Force o Excalibur), así como la mejor forma de explotarlas para acabar con dicho miembro de la forma más contundente posible. Son estos Protocolos los que recomendaban que el mejor curso de acción contra Lobezno pasaba por decapitarle con un contundente ataque a distancia entre sus vértebras infundidas de adamantium y luego mantener su cabeza alejada del cuerpo para evitar que pudiese regenerarse. También sugerían que, para derrotar a Cable, era necesario forzar sus habilidades telequinéticas hasta el límite, haciendo que perdiese la capacidad de contener el tecnovirus de su organismo y permitiendo así que devorase su cerebro y sus órganos internos. En ambos ejemplos, como en todos los demás casos, estos Protocolos proponían métodos definitivos y totalmente despiadados.

En efecto, los Protocolos de Xavier consistían en instrucciones detalladas para poner fin a la vida de los mutantes incluidos en ellos. Si bien puede llegar a comprenderse la necesidad de una herramienta semejante cuando hablamos de seres superpoderosos que podrían llegar a poner en peligro la existencia no sólo de la humanidad sino del planeta al completo, cuesta creer que Xavier pasase sus noches diseñando maneras de matar a estudiantes de segunda o tercera fila. Fénix, Tormenta, Cable, Lobezno… todos son potenciales amenazas de primerísimo nivel, sí, ¿pero qué pasa con Bala de Cañón, Pellejo o Júbilo? ¿También estarían ellos incluidos en los Protocolos? ¿Llegaría el Profesor X a diseñar una manera de acabar con mutantes tan inofensivos como Artie y Sangui? Qué impropio del santo patrón de la causa del homo superior que tuviese decenas y decenas de archivos ocultos explicando la forma de matar a unos niños inocentes.

Cabe mencionar que el concepto de los Protocolos de Xavier surgió como un recurso narrativo durante un momento no especialmente brillante de la franquicia mutante: la noventera Saga de Onslaught. Después de que Magneto le arrancase el adamantium de los huesos a Lobezno, Xavier se dejó llevar por la ira y usó sus poderes telepáticos para borrar la mente de su viejo enemigo. Como consecuencia, su subconsciente se vio expuesto a la maldad del interior de Magneto, quedando de alguna forma mancillado. De esa mácula surgió posteriormente una identidad completamente nueva que combinaba aspectos de ambas psiques y que acabó adquiriendo entidad propia y presentándose a sí mismo como Onslaught. Puesto que el villano había nacido en el interior de Xavier, para detenerle era necesario detener al Profesor X… y convenientemente existía un archivo para ello en los Protocolos. Moira MacTaggert, conocedora de su existencia, avisó a la Patrulla-X de que había llegado el momento de usarlos después del primer ataque directo de Onslaught contra el grupo (The Uncanny X-Men #335 USA, publicado en 1996).

Xavier había ocultado sus archivos en una cámara sellada bajo el complejo de investigación de Moira en la Isla Muir y, para acceder a ellos, la “llave” la componían las ondas cerebrales de los mutantes reunidos en ese momento. De hecho, las ondas de Moira, Cíclope y Jean Grey (las tres personas más próximas a Charles) desbloquearon el archivo que el profesor había escrito sobre sí mismo: Xavier había incluido el diseño de una armadura psi capaz de hacer a su portador resistente a sus poderes telepáticos (Excalibur #100 USA, también de 1996). El uso de dicho diseño resultó fundamental en el combate final de los héroes contra Onslaught, aunque no evitó que los Vengadores y los Cuatro Fantásticos se sacrificasen para detener al villano, ya completamente escindido de Xavier (Onslaught: Marvel Universe USA, 1996).

Aunque habían sido dados por muertos, en realidad los héroes habían sufrido un destino peor que la muerte: acabar en un universo de bolsillo controlado por Jim Lee, Rob Liefeld y compañía, que dieron forma al infame relanzamiento conocido como Heroes Reborn. Mientras tanto, los mutantes que habían permanecido en el planeta pagaron el pato por los acciones de Onslaught. El odio hacia el homo superior se disparó y se puso en marcha lo que más tarde sería la Operación: Tolerancia Cero capitaneada por Bastión, objeto de la siguiente gran saga de la franquicia. No obstante, lo que nos interesa comentar ahora es que el hecho de descubrir la existencia de los Protocolos de Xavier había sembrado la semilla de la desconfianza entre los Hombres y Mujeres-X. Si había sido capaz de ocultar algo así a sus alumnos, ¿qué otros secretos escondía el taimado profesor? ¿Y qué iba a pasar con todos esos archivos? ¿Se iban a mantener como si tal cosa? ¿Acaso no tenían derecho a elegir qué hacer con los Protocolos todos aquellos que habían sido incluidos en ellos?



Puesto que Xavier había decidido entregarse a las autoridades gubernamentales tras lo sucedido con Onslaught (X-Men #57 USA, 1996), la decisión ya no estaba en sus manos. Qué bonito detalle por parte del santo patrón mutante que abandonase a su especie en un momento tan aciago para satisfacer su propia necesidad egoísta de redención, ¿verdad? No obstante, sí que hubo una voz de la razón entre las filas de sus antiguos estudiantes; una voz que abogó por hacer partícipes de cualquier decisión respecto a los Protocolos a todos aquellos mutantes que habían sido incluidos en ellos. Fue Rondador Nocturno, entonces líder de Excalibur, pero no tuvo ocasión de concluir aquel debate. El Frente de Liberación Mutante atacó entonces las instalaciones de la Isla Muir y, aunque su objetivo inicial era otro, la posibilidad de robar un detallado manual de instrucciones para asesinar a los principales Hombres y Mujeres-X era demasiado jugosa como para dejarla pasar. Desafortunadamente para los villanos, entre sus filas se encontraba infiltrada la antigua Mujer-X Espejismo, quien saboteó la misión desde dentro y ayudó a evitar que la organización terrorista se hiciera con una información tan delicada (Excalibur #105 USA, 1997). Excalibur decidió entonces que la cámara que contenía los Protocolos de Xavier debía quedar sellada con un campo de fuerza, pero no volvió a debatirse qué debía hacerse con los archivos de su interior. Aquella cámara no volvió a mencionarse de forma explícita, pero más adelante comentaremos cuál fue su supuesto destino.

Aquella no era la única copia que existía de los Protocolos, pues los ordenadores del hogar de la Patrulla-X en Westchester contenían otra. Esto fue de cierta importancia durante el crossover titulado Operación: Tolerancia Cero, pues fue entonces cuando el villano Bastión y sus fuerzas derrotaron al equipo principal de Hombres y Mujeres-X y se apoderaron de la escuela y de sus archivos. Aunque un sistema de seguridad automático codificó los Protocolos de Xavier usando una clave de origen Shi’ar, Bastión estaba seguro de que acabaría descodificándolos y utilizándolos en su cruzada para acabar con los mutantes (X-Men #65 USA, 1997). Aunque entonces no se conocía el origen de Bastión y su verdadera naturaleza de Centinela humanoide, el hecho de que un villano capaz de derrotar y aprisionar a la Patrulla-X tuviese acceso a las instrucciones para acabar con cada Hombre y Mujer-X era, cuanto menos, preocupante.

Por desgracia, Operación: Tolerancia Cero fue un evento que arrancó con muchísima fuerza pero se acabó desinflando con rapidez. Algunas de las cuestiones más importantes relacionadas con su argumento se tuvieron que resolver en colecciones secundarias mientras la cabecera principal, X-Men, afrontaban súbitas reestructuraciones en mitad de la saga. Lo que sucedió con los mutantes capturados se tuvo que narrar en la serie de Lobezno, mientras que el destino de los Protocolos de Xavier se vio relegado a las páginas de la colección de Cable. En efecto, fue Cable quien se infiltró en la Mansión-X ocupada por las fuerzas de Bastión para borrar sus archivos antes de que pudiesen ser descodificados. No sólo estaban en juego los Protocolos, sino también otras informaciones cruciales como los planos de la Sala de Peligro o todo lo relacionado con la Resistencia Mutante, un grupo de informantes y espías que reunía información sobre actividad mutante por todo el mundo para luego hacérsela llegar a Xavier. Para evitar que Bastión se hiciera con esos datos, Cable destrozó los sistemas informáticos de la escuela. Sin embargo, antes tomó la precaución de hacer una copia en un disco físico (Cable #47 USA, 1997).

La escuela sería recuperada poco después y sus antiguos sistemas informáticos fueron sustituidos por otros nuevos. Cerebro y la Sala de Peligro se reconstruyeron y la normalidad regresó a la vida de la Patrulla-X. Ni el Frente de Liberación Mutante ni Bastión habían logrado apoderarse de los Protocolos de Xavier, así que nunca llegaron a ser utilizados en contra de los Hombres y Mujeres-X. Más allá de aquella armadura psíquica empleada contra Onslaught, las largas noches en las que el viejo Charles ideaba maneras eficaces de asesinar a sus pupilos no sirvieron para nada... o eso pensábamos hasta que llegó el siguiente evento que afectó a las principales cabeceras mutantes. Durante La búsqueda de Xavier se descubrió que las manipulaciones de Bastión sobre Cerebro, la máquina detectora de mutantes, habían provocado que ganase consciencia. Esta encarnación de Cerebro, dotada con los mismos nanitas cibernéticos con los que el líder de la Operación: Tolerancia Cero había creado a sus Centinelas Prime, conservaba su programación original: encontrar y catalogar a los mutantes. Evidentemente, no había ningún mutante al que la criatura quisiera encontrar más que a su creador, el propio Charles Xavier, desaparecido en misteriosas circunstancias tras el desmantelamiento de la Operación: Tolerancia Cero. De ahí el título de este pequeño evento, por supuesto.

Tras varios giros inesperados, Cerebro acabó localizando al Profesor X y atrapando a sus estudiantes. Puesto que los mutantes no estaban dispuestos a obedecer las premisas de su programación, la máquina los declaró enemigos y desveló que estaba más que preparada para acabar con ellos si era necesario. Resulta que Cerebro guardaba en su interior una copia de los Protocolos de Xavier y poseía los recursos necesarios para hacerlos efectivos. En una escena bastante macabra, Xavier fue testigo de cómo la criatura empleaba sus propios Protocolos para matar a la Patrulla-X de una forma contundente y atroz.

Pero aquello no era lo que parecía, pues se trataba de una ilusión proyectada por Xavier en el interior de la mente cibernética de Cerebro para distraerle y provocar su derrota (X-Men #84 USA, 1998). Aún así, dicha escena no deja de ser lo más cerca que han estado nunca de usarse los Protocolos. Es más, nos dejó a los lectores con una imagen pesadillesca en la que el metal orgánico de Coloso se retorcía de forma antinatural, la carne de Tormenta se licuaba mientras su cuerpo ardía desde dentro y el cuerpo de Rondador se hinchaba como un globo. ¿Se sorprendería Xavier de lo efectivas que resultaron entonces las estratagemas que había ideado, aunque fuese viéndolas en una simulación telepática? ¿Se daría cuenta en ese momento de la fría crueldad de sus métodos? Aquello no era real y su Patrulla-X no recibió daño alguno, pero Xavier estaba siendo testigo de primera mano de las verdaderas implicaciones de sus cuidadosas maquinaciones: la muerte de sus amados alumnos, de sus “hijos” mutantes… la muerte que él mismo les había preparado.

Para entonces, aquella concepción del profesor como el santo patrón del homo superior ya se había erosionado bastante. El ataque de Onslaught, la pérdida de los Vengadores y los Cuatro Fantásticos, la exacerbación del odio antimutante y el nacimiento de la Operación: Tolerancia Cero, unidos a la desaparición más o menos voluntaria de Xavier, habían hecho que sus Hombres y Mujeres-X perdieran gran parte de su fe en él. Teniendo en cuenta todo lo sucedido, la existencia de los Protocolos incluso se consideró algo secundario, un reproche menor. De hecho, no se volvió a plantear el tema. Ningún miembro de la Patrulla-X entró airado en el despacho de Xavier recriminando que guardase un archivo explicando de qué manera debía ser asesinado si se descontrolaba. Nadie exigió que esos Protocolos fueran destruidos para evitar que alguien como Bastión o ese Cerebro dotado de consciencia pudiera llegar a usarlos en el mundo real. La realidad es que los autores de la franquicia mutante se olvidaron del concepto casi por completo.

¿Qué pasó pues con las copias existentes de los Protocolos de Xavier? Nunca supimos si Xavier volvió a introducirlos en los sistemas informáticos de la Mansión-X, que durante una larga temporada tras el final de Operación: Tolerancia Cero fue bastante más austera que de costumbre. Tampoco volvimos a saber de la copia en disco que había rescatado Cable de las garras de Bastión, también olvidada tras el cambio de equipo creativo en su colección y el nuevo enfoque que adoptó como consecuencia. En cuanto a la cámara sellada bajo la Isla Muir, podemos suponer que fue destruida durante un arco argumental que se desarrolló algunos años después y que se tituló El fin del sueño. Fue entonces cuando Mística y su reconstruida Hermandad de Mutantes Diabólicos hizo volar por los aires las instalaciones de la Isla Muir (The Uncanny X-Men #388 USA, 2000). Su ataque hirió de muerte a Moira, que fallecería poco después en brazos de Xavier (X-Men #108 USA, 2000)... al menos hasta que Jonathan Hickman llegó muchos años después para reescribir la historia y afirmar que lo que había muerto en realidad había sido un mero simulacro Shi’ar. Curiosamente, la Moira de Hickman jamás recordó los Protocolos ni pensó en utilizarlos contra la Patrulla-X, ni siquiera cuando se convirtió en una villana. Dudo que el propio Hickman llegase a conocerlos.

Los Protocolos de Xavier sólo volvieron a mencionarse una vez. Tuvo que ser Chris Claremont, cómo no, quien se acordara de ellos. Fue en X-Treme X-Men, la colección que el veterano Patriarca Mutante tuvo que armar con las “sobras” que le había dejado Grant Morrison mientras arrancaba su revolucionaria etapa, sus polémicos New X-Men. Usando a los pocos Hombres y Mujeres-X por los que Morrison no sentía interés, Claremont ideó una cabecera al estilo de la vieja escuela en la que un grupo escindido de la Patrulla-X buscaba los diarios perdidos de Destino, la vidente mutante. Su principal antagonista durante los primeros compases de la serie fue un hombre llamado Vargas, un villano de origen español y aficionado a las metáforas taurinas. En su primer combate contra estos Hombres-X X-tremos, Vargas asesinó a Mariposa Mental e hirió gravemente a la Bestia. Parecía que era más que capaz de acabar con todo el equipo por sí solo y eso llevó a Sabia a plantearse si acaso ese hombre misterioso no sería la encarnación viviente de los temidos Protocolos de Xavier (X-Treme X-Men #3, 2001). Aquella era una idea interesante, aunque el desarrollo posterior de Vargas no tendría nada que ver con ella. La mención de Sabia se quedó, por tanto, en una curiosa anécdota y nada más. Claremont, el auténtico santo patrón de los mutantes, fue el único que rescató el concepto de los Protocolos de Xavier del olvido, aunque fuese durante un breve instante.

Es una pena que ningún autor de los muchos que han pasado por la franquicia haya querido explorar la idea que había tras los Protocolos de Xavier, pues era una idea con mucho potencial y muy en consonancia con lo que ha sido siempre el viejo Charles: un manipulador que esconde más secretos de los que nadie se ha atrevido a imaginar. Es cierto que la segunda mitad de la década de los noventa no es precisamente la época de mayor creatividad de las colecciones mutantes y que no debería sorprendernos que los autores carezcan de interés por revisitarla, pero incluso en aquellos años se idearon conceptos que merece la pena recuperar. Ninguno de los guionistas que han abordado a los mutantes desde entonces, ni siquiera los que, como Hickman, han tratado de reescribir la historia a base de retrocontinuidad, han querido recuperar los Protocolos de Xavier. Quizá por desconocimiento, quizá por desinterés, quizá por carecer de una historia que desarrollar a partir de ellos… sea por el motivo que sea, son una parte de la historia mutante que se ha olvidado. Los Protocolos ya no son más que un dato curioso para los completistas y los aficionados a las wikis.

Sin embargo, en todo este tiempo yo no he dejado de pensar en aquellos años en los que Xavier se consideraba el santo patrón de la especie mutante, el máximo representante del credo de coexistencia pacífica entre los humanos y el homo superior; ese credo que sus Hombres y Mujeres-X defendían de manera fanática como si de cruzados religiosos se tratase. Y, mientras los estudiantes luchaban por aquel ideal, su profesor, el incansable pacifista que concibió el gran sueño de convivencia y armonía, pasaba las noches ideando la forma más efectiva, cruel y macabra de asesinar a todos y cada uno de sus queridos hijos. Puede que esta sea una valiosa lección sobre lo que ocultan en verdad todos los credos religiosos: detrás de cada fanático siempre hay un hombre despiadado al que no le importará sacrificar a sus crédulos creyentes con tal de conseguir sus objetivos.

Y aquí termina esta primera entrega de Cultura mutante. En la próxima entrega: el Virus del Legado.

La semana en clave Marvel #13

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  La semana en clave Marvel es un boletín informativo semanal sobre todo lo relacionado con los cómics de Marvel a ritmo USA. Esta semana con noticias sobre el regreso de la Patrulla-X original, la nueva miniserie de Miguel O’Hara, los primeros avances de la próxima New York Comic-Con… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana con un anuncio que me ha dado un poquito de miedo: el próximo mes de diciembre se publicará un one-shot protagonizado por la Patrulla-X original con motivo del 60º aniversario del equipo mutante. Esto no sería especialmente destacable de no ser porque recuperará algunos de los temas que tocó Brian Michael Bendis en sus All-New X-Men, la colección en la que los cinco Hombres-X originales viajaban hasta el presente. Aquella serie me gustó más de lo que debería, lo admito, pero provocó un serio problema de continuidad que se arrastró durante algunos años y que a mí me generó mucha inquietud. Ya se sabe que pocas cosas considero más sagradas que la continuidad mutante. Al final los cinco personajes olvidaron todo lo sucedido y volvieron a ocupar su lugar en la línea temporal, dando por zanjado aquel viaje en el tiempo… hasta ahora. La Fuerza Fénix le devolverá sus recuerdos a los jóvenes mutantes y los enviará de nuevo al futuro en una misión para salvar el multiverso; una misión que les llevará a enfrentarse con sus versiones futuras para evitar que cometan un terrible error. La sinopsis de este one-shot indica que uno de ellos podría no regresar de este nuevo viaje en el tiempo, lo que sentará las bases para una nueva serie que se lanzará el año que viene. No sé si estoy preparado para otra temporada de paradojas temporales con la continuidad mutante, pero este asunto parece importante. ¿Estará conectado de alguna forma con el anuncio de Fall of the House of X y Rise of the Powers of X que comentaremos dentro de un momento? Titulado The Original X-Men #1, este one-shot contará con guion de Christos Gage (Gwen Stacy), dibujo de Greg Land (Avengers: Beyond) y portada de Ryan Stegman. No me entusiasma el equipo creativo, pero eso es lo que menos me preocupa de este anuncio.


The Original X-Men #1

Guion: Christos Gage

Dibujo: Greg Land

Portada: Ryan Stegman

Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2023


  • La serie protagonizada por la Bruja Escarlata se acabará en noviembre con su décimo número. Marvel puede adornar su nota de prensa todo lo que quiera, pero esto no deja de ser una cancelación. Diría que tiene pinta de ser una cancelación seguida de un relanzamiento, como va a suceder pronto con la colección del Caballero Luna, pero en este caso la editorial ha querido reservarse esa información. ¿Quizá porque prefiere hacer el anuncio oficial durante la próxima New York Comic-Con? La nota de prensa dice que en enero veremos cómo la serie “evoluciona de una forma fascinante”, antes de su regreso en algún momento del próximo año. Me pregunto si Wanda se va a ver afectada por algún suceso externo de la franquicia de los Vengadores (o de la franquicia mutante) que propiciará cambios en su cabecera. Quién sabe, puede que regrese reconvertida en una serie compartida junto a la Visión. Eso me gustaría mucho. En cualquier caso, Scarlet Witch #10 nos mostrará el enfrentamiento final entre la Bruja Escarlata y su nueva archienemiga, Hexfinder. La portada de Russell Dauterman para ese número, como de costumbre, me parece muy buena.


Scarlet Witch #10

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Sara Pichelli

Portada: Russell Dauterman

Fecha de publicación: 1 de noviembre de 2023


  • Pese a lo popular que se ha vuelto Miguel O’Hara por su papel en la segunda película animada del Spiderverso parece que la editorial sigue sin decidirse a darle una serie abierta. De momento el Spiderman 2099 va a seguir encadenando miniseries autoconclusivas. La siguiente tras Spider-Man 2099: Exodus y Spider-Man: Dark Genesis llevará por título Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 y estará escrita por el mismo guionista de las anteriores, Steve Orlando (Scarlet Witch). Esta serie limitada de cinco número nos mostrará las versiones del año 2099 de los personajes marvelitas relacionados con el terror, como Frankenstein, Drácula y el Hombre Lobo. No me parece la mejor idea para atraer a los espectadores de la película animada, pero no me desagrada. Lo que no me gusta es que cada número vaya a tener un dibujante distinto, lo que siempre resta coherencia visual a una miniserie (y hace que el posterior tomo recopilatorio se resienta un poco). Menos mal que las portadas de Nick Bradshaw son fantásticas. La serie se publicará a ritmo semanal durante el próximo mes de enero y tiene un par de cosas que me apetece ver, sobre todo al Spiderman 2099 y al Caballero Luna adentrándose en la tumba lunar de Drácula y a esa nueva versión cibernética del Hombre-Cosa.


Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 #1 (de 5)

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Devmalya Pramanik

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 3 de enero de 2024


Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 #2 (de 5)

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Michael Dowling

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 10 de enero de 2024


Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 #3 (de 5)

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Jason Muhr

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 17 de enero de 2024


Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 #4 (de 5)

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Chris Campana

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 24 de enero de 2024


Miguel O'Hara - Spider-Man 2099 #5 (de 5)

Guion: Steve Orlando

Dibujo: Stefano Raffaele

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 31 de enero de 2024


  • El pasado mes de mayo, Marvel anunció que había llegado a un acuerdo con la juguetera Hasbro para recuperar la añorada serie protagonizada por Rom, el Caballero del Espacio, que llevaba años sin poder ser reeditada. La colección que Bill Mantlo y Sal Buscema le dedicaron al juguete ochentero se va a publicar ahora en formato ómnibus, lo cual es una noticia fabulosa para los más viejos del lugar. ¿Pero qué pasa con los lectores más jóvenes? ¿Cómo hacer que un personaje de hace cuatro décadas les llame la atención? Algo así debieron pensar en Marvel y su respuesta ha sido la de publicar por separado las aventuras que Rom compartió con la Patrulla-X en aquellos años. Rom and the X-Men: Marvel Tales #1 recopilará Rom #17-18 y Rom #31-32. La primera historia reunió a los mutantes y al Caballero del Espacio en la búsqueda de un híbrido entre humano y Fantasma del Espacio que Cerebro, la máquina detectora de la Patrulla-X, identificó como mutante. En la segunda, Rom se enfrentó a Mística y a su Hermandad de Mutantes Diabólicos, en la que por aquel entonces aún militaba la futura Mujer-X Pícara. Ambas estarán incluidas en los ómnibus de Rom, pero pueden ser un buen acercamiento al personaje para aquellos lectores que quizá no se atreverían a dar el salto al primer ómnibus por sí mismos. También puede ser interesante para los completistas mutantes, qué duda cabe. Vendrá con una vistosa portada de Nick Bradshaw, lo que lo hace aún más atractivo.


Rom and the X-Men: Marvel Tales #1

Guion: Bill Mantlo

Dibujo: Sal Buscema

Portada: Nick Bradshaw

Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2023



    • Parece que, ahora ya sí, se acerca el fin de la era krakoana de la Patrulla-X. Fall of the House of X y Rise of the Powers of X parecen ser el punto y final de esa etapa, actuando como reflejo de las series que la iniciaron: House of X y Powers of X. Gerry Duggan y Kieron GIllen se encargarán de los guiones, mientras que el dibujo correrá a cargo de Lucas Werneck y R.B. Silva. No sé qué esperar de ellas, sinceramente. Imagino que, siguiendo esa idea de la imagen especular, Fall of the House of X concluirá la línea argumental de Xavier y Moira, mostrando el enfrentamiento final de los mutantes contra Orchis. Supongo que Duggan será quien la escriba. Rise of the Powers of X es más difícil de predecir, ya que, si se parece en algo a Powers of X, será la serie en la que habrá viajes en el tiempo y se explorarán distintas líneas temporales. Le pega bastante a Gillen, desde luego. Ahora bien, ¿estará conectada de alguna forma con ese one-shot que comentábamos antes? ¿Quizá con ese miembro de la Patrulla-X original que va a quedarse desplazado en el tiempo por segunda vez? Sea como sea, estas dos cabeceras van a tener una importancia fundamental, no sólo por suponer la conclusión de esta larga etapa sino también porque quizá sirvan para establecer el escenario para la próxima era, ya con Tom Brevoort como editor de la franquicia mutante.



    • Avengers: Twilight nos mostrará los últimos días de los Vengadores y tendrá como responsables a Chip Zdarsky y Daniel Acuña, un equipo creativo muy potente. Esto no tiene pinta de ser un evento ni nada relacionado con la actual etapa de los Héroes Más Poderosos de la Tierra, que aún lleva poco rodaje. Más bien diría que debe ser una serie limitada o algún tipo de proyecto especial. Hace un tiempo que Marvel tiene abandonada su línea de novelas gráficas, así que apostaría por una miniserie. Me interesa mucho lo que Zdarsky y Acuña nos vayan a contar, pero le tengo que poner una pega a su propuesta: si esto es lo que parece ya se ha hecho antes. De hecho, Peter David y Ariel Olivetti publicaron un proyecto titulado literalmente La última historia de los Vengadores allá por 1995. Aún así, cualquier cosa que escriba Zdarsky merece ser tenida en cuenta. También me apetece ver a Acuña, por supuesto, que de un tiempo a esta parte se prodiga menos de lo que me gustaría.



    • Que Magneto iba a resucitar más pronto que tarde era algo que todos sabíamos. En el Universo Marvel la muerte es una condición reversible, sobre todo si hablamos de personajes de cierta importancia. No obstante, me gustaron tanto las últimas historias de Magneto que no me importaría que continuase descansando en paz durante una temporada. Al Ewing lo utilizó magníficamente en X-Men Red y, junto a Kieron Gillen, le ofreció una muerte por todo lo alto durante el evento que enfrentó a la Patrulla-X contra los Eternos. No me sorprende, por tanto, que vaya a estar implicado también en su resurrección. Al principio pensé que sería algo circunscrito a X-Men Red, pero algo me dice que será otra miniserie. Me ha gustado mucho saber que Luciano Vecchio, un artista que me encanta, también está implicado en el proyecto. La franquicia mutante es un lugar estupendo para él y me parece genial que se esté haciendo un sitio en ella.



    • El último anuncio me parece el menos sorprendente, pues era de esperar que Jonathan Hickman se encargase de alguna colección del nuevo Universo Ultimate que surgirá tras el final de Ultimate Invasion. The Ultimates habría sido demasiado obvio, así que al final la elegida ha sido Ultimate Spider-Man. Le acompañará Marco Checchetto como dibujante, recién salido de su memorable etapa en Daredevil. Está por ver cuál será el panorama de este relanzamiento del Universo Ultimate y cuánto heredará de la encarnación anterior de Tierra-1610. Para ello habrá que echarle un ojo a Ultimate Invasion y al one-shot posterior, pero a mí me da muchísima pereza. Nunca me interesó demasiado la línea Ultimate y lo que hizo Hickman con los mutantes me generó un resquemor que aún no he olvidado. Pero bueno, el Universo Ultimate me parece el lugar idóneo para sus propuestas. También diré que, después de haber leído gran parte de sus obras, estoy convencido de que Hickman no es la persona más idónea para escribir a Spiderman en ninguna de sus encarnaciones, pero no hay duda de que es un guionista popular entre los lectores y que su nombre va a ser un gran reclamo para esta nueva cabecera.



  • Dejamos a un lado el cosmos marvelita para comentar un par de anuncios relacionados con los cómics basados en franquicias externas. Empezamos por El planeta de los simios, franquicia que regresó a Marvel hace un tiempo a través de la compra por parte de Disney de la productora 20th Century Fox. Desde entonces se venía hablando de un proyecto ambientado en las películas clásicas de los monetes, aunque lo único que habíamos tenido había sido una miniserie situada en la continuidad de las películas modernas (publicada bajo el sello 20th Century Fox en el que también se sitúan los cómics de Alien y Predator). Pues bien, ya tenemos aquí ese proyecto: Beware the Planet of the Apes será una miniserie de cuatro números que actuará como precuela de la película original de 1968 y que nos devolverá a personajes como Cornelius, Zira y Nova. Parece que nos contará la historia de cómo, tras la desaparición de Cornelius, su esposa Zira recurrió a la ayuda de una mujer humana (quien más tarde sería bautizada como Nova) para encontrarle. Escribe Marc Guggenheim  (X-Men: Days of Future Past - Doomsday, Star Wars: Yoda) y dibuja Álvaro López (Captain Marvel, Ka-Zar Lord of the Savage Land). No me considero muy fan de El planeta de los simios, pero Álvaro López me parece un artista al que merece la pena seguir.


Beware the Planet of the Apes #1 (de 4)

Guion: Marc Guggenheim

Dibujo: Álvaro López

Portada: Taurin Clarke

Fecha de publicación: 3 de enero de 2024


  • Para acabar nos toca visitar una galaxia muy, muy lejana. A finales de 2022 se publicó un especial antológico titulado Star Wars: Revelations que sirvió para adelantar algunos de los acontecimientos que se producirían en los cómics de la saga galáctica durante los siguientes meses (entre ellos el evento Dark Droids que ya se encuentra próximo a su conclusión). Ahora hemos sabido que en diciembre de este año tendremos otro especial Star Wars: Revelations que cumplirá la misma función. El equipo de guionistas que se encargará de las distintas historias incluye a Marc Guggenheim (Star Wars: Dark Droids - D-Squad), Charles Soule (Star Wars, Star Wars: Dark Droids), Greg Pak (Star Wars: Darth Vader), Alyssa Wong (Star Wars: Doctor Aphra), Ethan Sacks (Star Wars: Bounty Hunters), Cavan Scott (Star Wars: The High Republic Phase III) y Marc Bernardin (X-Men Origins: Nightcrawler). En cuanto a los artistas, tendremos confirmados a Salvador Larroca (Star Wars: Obi-Wan Kenobi), Will Sliney (Star Wars: The Halcyon Legacy), Marika Cresta (Captain Carter) e Ibraim Roberson (Star Wars: The High Republic - Shadows of Starlight), pero habrá más. Este especial incluirá historias dedicadas a personajes como Jabba el Hutt, Darth Vader, Mace Windu, Keeve Trennis y el Gran Almirante Thrawn, que ahora está en boca de todos por su aparición en la serie de Ahsoka en Disney+. Supongo que habrá que echarle un ojo para ver qué pasa con Thrawn, pero también para comprobar cómo ha cambiado el panorama en la Fase III de la Era de la Antigua República. Lo cierto es que me gusta esta dinámica de lanzar un especial al año a modo de muestra de lo que va a ofrecernos la línea durante los siguientes meses. Por cierto, la portada de Rod Reis ha optado por poner a Jabba en el centro, desplazando incluso a Luke, Leia y Vader, lo cual me parece bastante gracioso.


Star Wars: Revelations (2023) #1

Guion: Marc Guggenheim, Charles Soule, Grek Pak, Marc Bernardin, Alyssa Wong, Ethan Sacks y Cavan Scott

Dibujo: Salvador Larroca, Will Sliney, Marika Cresta, Ibraim Roberson y más

Portada: Rod Reis

Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2023


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La semana en clave Warhammer #13

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con noticias sobre el próximo Warhammer Day, el nuevo Pretor de los Lobos Espaciales para Warhammer: The Horus Heresy, el nuevo equipo vampírico de Blood Bowl… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana confirmando la fecha para el próximo Warhammer Day, que este año se celebrará el 14 de octubre. Va a ser una ocasión especial, ya que coincide con el 40º aniversario de la franquicia de Games Workshop. Ese día habrá una previa en la que se mostrarán nuevas miniaturas, por supuesto, pero ya las comentaremos en su momento. Lo que podemos comentar ahora esla miniatura conmemorativa que se pondrá a la venta con motivo del Warhammer Day y que han llamado The Ancestors’ Wrath (La Ira de los Ancestros). Se trata de una Campeona Einhyr de las Ligas de los Votann, una mujer Squat. No es la primera que vemos, pero siempre está bien contar con más miniaturas femeninas diversas. Games Workshop no me parece la empresa más progresista del mundo, pero después de cada pequeño avance en materia de diversidad parece perder un poco más el miedo. En la entrega de la semana pasada estuvimos comentando las miniaturas de las mujeres enanas de los Buscallamas de Vulkyn y hoy tenemos una mujer Squat, el equivalente de los enanos en Warhammer 40.000. The Ancestors’ Wrath es una miniatura estupenda, dotada de toda la contundencia que se espera de una campeona de las Ligas de los Votann y de un gran cantidad de detalles que evidencia el mimo que se ha puesto en su diseño. Vendrá con tres opciones de cabeza (descubierta, visor medio levantado y casco cerrado), pero este es uno de esos casos en los que es mejor mostrar la cabeza descubierta para que no se pueda negar el género del personaje. ¿Esta miniatura conmemorativa será algo puntual o acaso mostrarán más miniaturas para las Ligas de los Votann durante las previas del Warhammer Day? Lo sabremos dentro de tres semanas.



  • Pasamos ahora a Warhammer: The Horus Heresy para comentar el anuncio de una nueva miniatura: un fantástico Pretor para los Lobos Espaciales. Hay que reconocer que es una miniatura realmente bonita, independientemente de que te atraiga más o menos el estilo vikingo de la VI Legión. Este Pretor está equipado con un hacha helada y una pistola bólter, lleva una armadura rúnica con el característico estilo de su legión y a su espalda carga un escudo y una piel de lobo de Fenris como trofeo. Vendrá con dos opciones de cabeza, una con casco y otra con la cara descubierta y una larga barba ondeando al viento. Me encanta la barba, aunque la expresión de la cara y la ausencia de pelo no me terminan de gustar, así que yo me decanto por la opción con casco. Como siempre en estos casos, la mala noticia es que será una miniatura de resina de Forge World con todo lo que eso conlleva. Su lanzamiento irá acompañado por un set de cabezas alternativas para las armaduras MKVI de los Lobos Espaciales, lo cual mejorará las opciones de personalización de esta legión.



  • Como el resto de noticias de los últimos días han tenido que ver sobre todo con avances de reglas y no quiero que esta sección se meta mucho en eso, vamos a pasar ya a comentar los prepedidos de Games Workshop de esta semana. Lo más destacado es que se han puesto a la venta las versiones de plástico de dos Caballeros para Warhammer: The Horus Heresy y también el nuevo equipo para Blood Bowl, los Drakfang Thirsters, así que a continuación vamos a echarles un vistazo:


    • Cerastus Knight Acheron (Caballero Aquerón Cerastus) (155€): Aquí tenemos la edición en plástico de este Caballero Cerastus, en un set compuesto por 247 piezas que parece bastante personalizable. Tiene articulaciones en tobillos, rodillas, caderas, cabeza, brazos y cintura que permiten crear poses dinámicas. La cabeza y los brazos no están fijos sino que son de montaje a presión, por lo que se puede cambiar su posición en mitad de la partida. El kit incluye dos diseños distintos para rodilleras y grebas y cuatro iconos montables en el chasis, cada uno para las casas caballerescas leales, traidoras, Mechanicum y Questoris. También se puede montar con una escotilla abierta para poder ver al piloto que se sienta en su interior. Todo parece fantástico, pero Caballeros y Titanes se salen bastante de mi presupuesto. Aún así, supongo que hay que dar las gracias por tenerlo disponible en plástico.



    • Cerastus Knight Castigator (Caballero Castigador Cerastus) (155€): Otro kit multicomponente de plástico de 247 piezas con las mismas opciones de personalización que el anterior. Tiene articulaciones en tobillos, rodillas, caderas, cabeza, brazos y cintura. La cabeza y los brazos no están fijos sino que son de montaje a presión, por lo que se pueden mover. El kit incluye dos diseños distintos para rodilleras y grebas y cuatro iconos montables en el chasis, cada uno para las casas caballerescas leales, traidoras, Mechanicum y Questoris. También se puede montar con una escotilla abierta para poder ver al piloto. El Caballero Castigador es igual de bonito que el Caballero Aquerón (o quizá un poco más, al menos a mí me lo parece), pero también igual de caro. Si te interesa mucho hacerte con él te recomendaría que no lo compres en la web de Games Workshop sino que esperes a tenerlo en tienda física, donde te saldrá a mejor precio.



    • The Drakfang Thirsters (40€): Aquí tenemos el nuevo equipo vampírico para Blood Bowl. Por un lado tenemos a los poderosos señores vampiro y por otro a sus esclavos Thralls, de los que pueden alimentarse en mitad de cada partido. En cuanto a su jugabilidad parece un equipo de lo más interesante, aunque hay que tener en cuenta que sus reglas no vienen incluidas en la caja sino en el número 16 de la revista Spike!, que se vende por separado (y cuesta 12€). Esto me parece un tanto vergonzoso, pero Blood Bowl funciona así. El equipo está formado por ocho Thrall Linemen, dos Vampire Runners, dos Vampire Blitzers y dos Vampire Throwers. En total son 96 piezas de plástico. Se incluyen cabezas alternativas para cada uno de los jugadores vampiros, así como un brazo alternativo para el Thrower. Además, en la caja también hay dos monedas de Blood Bowl de doble cara, dos marcadores de turno y de segundas oportunidades, cuatro balones y una hoja de calcomanías. Las miniaturas son bonitas, sobre todo los señores vampiro con ese estilo de vampiro clásico tan reconocible. Lo malo es que las mejores miniaturas para este equipo se ponen a la venta por separado, al igual que sus reglas. Esto le resta mucho atractivo a esta caja que, por otra parte, no está nada mal de precio. Por mucho que lo intente, no entiendo la política de Games Workshop respecto a Blood Bowl.



  • Aunque la web de Warhammer Community ha optado por mezclarlos todos en una única entrada, nosotros vamos a separar en un apartado propio los prepedidos de Forge World para diferenciarlos de los de Games Workshop. Me parece mejor no mezclar las miniaturas de resina con las de plástico, porque, si bien a la hora de jugar son indistinguibles, a la hora de comprar son historias muy diferentes; en especial si hablamos de Forge World y tenemos que añadir los gastos de envío desde UK. Dicho esto, pasamos a comentar las miniaturas de los cuatro jugadores estrella para los Drakfang Thirsters de Blood Bowl:


    • Vargheist (33€): El Vargheist es un antiguo Vampire Blitzer que ha sucumbido a su sed de sangre y ha adoptado una forma monstruosa. Es un jugador claramente ofensivo y su miniatura tiene una pose fantástica. Me encanta el detalle de los murciélagos que se enroscan en su pierna. Se trata de un kit multicomponente de resina de 10 piezas pero aún así el precio que marca la tienda de Forge World es algo menor de lo que esperaba, como sucede también con los siguientes jugadores estrella.



    • Count Luthor von Drakenborg (29€): Un viejo personaje que regresa al juego después de muchos años, el Conde es quizá mi miniatura favorita para este equipo. Me gusta su estilo, me gusta su pose y me gusta la expresión de su cara. Es sencilla, pero encapsula muy bien ese estilo de vampiro clásico que han querido darle a este equipo sin renunciar a darle algún que otro toque de modernidad. Vendrá en un kit multicomponente de resina de 8 piezas.



    • “Captain” Karina von Riesz (29€): Este es un nuevo personaje que empieza ahora su carrera en Blood Bowl. Esta antigua capitana de barco ha recorrido los mares antes de desarrollar un estilo de juego agresivo. Por desgracia, no termina de gustarme la expresión de su cara ni su sombrero. Entiendo que querían darle un toque pirata, pero creo que la ejecución no ha sido la mejor posible. Eso la convierte en la opción de jugador estrella menos atractiva para este equipo, al menos en mi opinión. Vendrá en un kit multicomponente de resina de 8 piezas.


    • Ivan “the Animal” Deathshroud (29€): Ya ni recordaba a este jugador estrella, pues se anunció hace bastante tiempo (comentamos el anuncio hace diez semanas nada menos, en la segunda entrega de La semana en clave Warhammer). Ivan es un antiguo señor de la guerra enemigo de los enanos que ha resucitado para llevar su ira al campo de juego y que viene acompañado de algunas reglas que lo hacen eficaz contra jugadores enanos. Los detalles de las alas de murciélago lo hacen adecuado para jugar junto a los Drakfang Thirsters, aunque a mí su miniatura me parece demasiado estática. Creo que hubiese ganado mucho con una pose algo más dinámica. Vendrá en un kit multicomponente de resina de 10 piezas.



  • Nos quedan los prepedidos de la Black Library de esta semana, en la que se celebra el 20º aniversario de uno de los personajes más populares de Warhammer 40.000: el Comisario Ciaphas Cain. De hecho, la publicación que quiero destacar esta semana es la edición especial de Ciaphas Cain: For the Emperor, su primera novela (65€, en inglés). Escrita por Sandy Mitchell, responsable de gran parte de la saga del Comisario, incluye también la historia corta titulada Rotten to the Core. Se trata de una edición limitada a 2.000 ejemplares y viene firmada por el autor. En este caso, me parece una gran acierto apostar por esa estética de libro antiguo y propagandístico. De hecho, me sorprende que en el momento de publicar esto aún no se haya agotado. Centrándonos sólo en su valor material como objeto y no en su valor literario, me parece una de las ediciones especiales más curiosas que ha sacado la Black Library. En cualquier caso, hay ediciones mucho más baratas disponibles para empezar a leer las aventuras de este personaje.



  • Cerramos el repaso de hoy con la miniatura que ha elegido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer. En esta ocasión ha sido un Grimnyr de las Ligas de los Votann. Los Grimnyr, también conocidos como Ancestros Vivientes, conocen la sabiduría de los Votann, las máquinas pensantes que dirigen el destino de esta facción. Son, por tanto, algo así como sacerdotes. Diseñados con una clonestructura psíquicamente activa que les permite activar tecnología de barrera, como báculos ancestrales y A.U.X. que concentran energía, estos Ancestros Vivientes pueden despertar la furia del Inmaterium contra sus enemigos. Su diseño evidencia las señas de identidad de las Ligas de los Votann, con su peculiar mezcla entre misticismo rúnico y tecnología futurista. Esta es una facción la mar de interesante y que, como hemos visto al principio, sigue añadiendo miniaturas estupendas a su rango. Tanto por trasfondo, como por estética y jugabilidad, las Ligas de los Votann se están convirtiendo en una fuerza a tener muy en cuenta si te gusta Warhammer 40.000.



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[Cómic] Marvel Pride (2023): aciertos y errores en el camino hacia un Universo Marvel más queer

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  Una de mis principales críticas al primer especial Marvel’s Voices: Pride consistía en que, pese a ser una gran celebración de la diversidad, los géneros y sexualidades que aparecían en sus páginas distaban mucho de abarcar toda la realidad LGBT+. Aunque la presencia de varios personajes trans era algo digno de aplauso, en ninguna de las historias aparecía un personaje situado en el espectro asexual, un personaje de género no binario o un personaje de género fluido. Sin querer entrar en el absurdo debate en torno a las siglas, está claro que el colectivo LGBT+ no se limita a la L, la G, la B y la T. Yo suelo quedarme en esas cuatro letras por costumbre y por economía del lenguaje, pero siempre añado ese signo “+” que indica que la cosa no se acaba ahí. Las personas ace, las personas intersexuales, las personas que se definen como queer y otras muchas personas cuyas realidades están menos visibilizadas en la cultura popular también merecen tener su representación. Quizá deberíamos abandonar de una vez las dichosas siglas y llamar al colectivo como lo que realmente es: un grupo de personas de géneros y sexualidades diversas, sean cuales sean. Puede que así resulte más fácil darnos cuenta de que cualquier celebración del Orgullo también debería incluir esas otras realidades. En ese sentido, y desde mi punto de vista, la de Marvel se quedó algo corta.

No obstante, la línea Marvel’s Voices repitió al año siguiente con un segundo especial antológico, de nuevo con el título de Marvel’s Voices: Pride. Mi intención en el siguiente artículo es echarle un vistazo y comprobar si mejoró en este aspecto. Como ya tuve ocasión de comentar de forma extensa la anterior antología (pulsa aquí para acceder a la reseña), no voy a repetir ahora las mismas reflexiones que hice entonces. Sobra decir que, aunque yo sea parte de su público objetivo y disfrute con este tipo de publicaciones como el que más, sigo albergando cierto resquemor hacia el hecho de que una gran empresa como Marvel venda productos con motivo del Orgullo. Nunca me voy a sentir cómodo ante la mercantilización de las realidades LGBT+ y mucho menos cuando se lleva a cabo amparándose en el Orgullo, que siempre debería ser más una reivindicación que una celebración. Que el capitalismo rosa y el rainbow-washing no nos hagan olvidar que el Orgullo empezó como una revuelta violenta en contra de la opresión hacia las personas LGBT+ y que esa opresión podría regresar en cualquier momento. Puede que ya lo esté haciendo y muchos ni siquiera se hayan dado cuenta todavía. Por tanto, cuando una empresa quiere sumarse al Orgullo y vender un producto, en este caso un cómic, es responsabilidad nuestra, de los miembros del colectivo, analizarlo para comprobar qué imagen transmite sobre nosotros, realizar los juicios pertinentes y protestar si encontramos motivo para ello.

Pero, dejando a un lado sus contenidos, algo indiscutiblemente positivo de los especiales del Orgullo de Marvel es que sirven para visibilizar no sólo a los personajes sino también a los autores LGBT+ de la editorial. No me cabe duda de que su trabajo habrá tenido que pasar por el filtro de los editores y cumplir con una serie de requerimientos para ser publicado, pero no deja de ser una ventana hacia la obra de artistas que forman parte del colectivo y que tienen algo que decir. Reconocer su labor me parece de especial importancia, ya que, si los lectores que formamos parte de su misma comunidad no lo hacemos, ¿entonces quién lo va a hacer? La motivación para escribir este artículo también parte de querer reivindicar a estos autores.

Aclarado esto, ya podemos pasar a comentar los contenidos del cómic y para ello voy a apoyarme en la edición que realizó Panini dentro de su línea 100% Marvel HC y que llevó por título Marvel Pride (2023). No es ningún secreto que las políticas editoriales de Panini llevan bastante tiempo disgustándome y que el hecho de haber publicado el especial anterior en un tomo de tapa dura me pareció un error. Si ya me molesta que la propia Marvel mercantilice la celebración del Orgullo, que la editorial española convierta esa celebración en un producto de lujo me parece que es algo que roza el insulto. Aún así, Panini supo encontrar la manera de molestarme aún más con la edición de la segunda antología. Marvel Pride (2022) es un tomo de 160 páginas a 22€. Sus contenidos extra me parecen un tanto prescindibles, pero puedo entender ese precio. Lo que no puedo entender es que Marvel Pride (2023), teniendo 112 páginas cueste 21€; prácticamente el mismo precio pese a tener casi cincuenta páginas menos. El encarecimiento que han sufrido las publicaciones de Panini estos últimos años es absurdo y este artículo no es el lugar más indicado para señalarlo, pero una vez más tengo que lamentar que este cómic, que podría haber sido una estupenda forma de acercar la realidad LGBT+ a los lectores habituales o de atraer a nuevos lectores LGBT+ al Universo Marvel, no sea más asequible.

Y, ahora ya sí, vamos a desgranar las historias contenidas en esta segunda antología:

  • Todos mis ex en el nexo es una de las historias que se utilizaron como reclamo promocional para vender este especial, pues suponía la tan ansiada reunión de los Jóvenes Vengadores tras mucho tiempo recorriendo caminos separados. Escrita por Alyssa Wong (Star Wars: Doctora Aphra) y dibuja por Stephen Byrne (Liga de la Justicia/Power Rangers), se trata de una historia entretenida que intenta replicar algunos de los elementos que hicieron brillar el último volumen de las aventuras del equipo juvenil. Por desgracia, no está a su altura. De hecho, ni siquiera llega a ser una auténtica reunión de los Jóvenes Vengadores por la ausencia de varios de sus integrantes. El argumento arranca con Loki, que ha sido hecho prisionero por un grupo de exnovios, exnovias y exnovies que ansían venganza. La primera página recurre a un obvio paralelismo con uno de los arcanos del tarot, mostrando a Loki colgado cabeza abajo, pero al final el simbolismo de esa imagen no resulta relevante para la historia. Mientras Loki distrae a sus captores con una historia, lanza un mensaje de alerta a sus antiguos aliados de los Jóvenes Vengadores, haciendo que Hulkling, Wiccan y America Chavez acudan en su ayuda. Por el camino, los héroes viajan a través de varias dimensiones gracias a los poderes de America, recurriendo al recurso de romper los límites de las viñetas para pasar de una a otra que tan bien se empleara en su colección y que aquí me parece mucho menos inspirado. La conclusión de la historia tiene un giro cómico que me resulta menos entrañable de lo que debería, pero al menos el combate contra los ex de Loki es gracioso. El propio conjunto de ex me parece gracioso en sí mismo, por poco original que sea el concepto. No se puede esperar mucho de una historia tan corta y, en última instancia, Todos mis ex en el nexo es una lectura inofensiva. Sin embargo, me tomo muy en serio la posibilidad de que vuelvan los Jóvenes Vengadores, quizá el grupo de superhéroes más abiertamente LGBT+ de todo el Universo Marvel. Este supuesto regreso no es lo que esperaba, desde luego.

  • Antiguo y moderno es otra historia breve e inofensiva, que en esta ocasión parte de una idea muy interesante. Sus protagonistas son Hércules y Marvel Boy (Noh-Varr), una inesperada pareja surgida en las páginas de la colección de los Guardianes de la Galaxia cuyos orígenes no podrían ser más distintos. Hércules es un dios olímpico, acostumbrado a enfrentarse a criaturas mitológicas, mientras que Noh-Varr es un alienígena Kree procedente de una realidad alternativa que se ha enfrentado a las amenazas más extrañas y psicodélicas. Pues bien, el gran acierto del guionista Andrew Wheeler (Sins of the Black Flamingo) y la dibujante Brittney Williams (Patsy Walker alias Gata Infernal) es crear una amenaza que fusiona el trasfondo de ambos personajes, en este caso una división de los Kree que ha decidido combinar su tecnología con magia olímpica. Así ha nacido la Supremedusa, un híbrido entre la Inteligencia Suprema Kree y la Medusa mitológica, cuyo poder de petrificación amenaza a todo un sector espacial. Por suerte, Hércules y Noh-Varr están allí para solucionar la situación y luego darse unos arrumacos. No hay mucho más en esta historia, pero lo poco que hace me resulta inteligente y novedoso. Dudo mucho que volvamos a ver a la Supremedusa en el futuro, pero aprovechar el trasfondo de los personajes de una forma tan inesperada denota interés en ellos y en su historia previa. A veces tengo la impresión de que falta un poco más de esto entre los autores del Universo Marvel.

  • LGBT-D es una historia escrita por la comediante y guionista de televisión trans Grace Freud (Rick & Morty) y dibujada por Scott B. Henderson (A Girl Called Echo). En ella se presenta un grupo de adolescentes trans con superpoderes que se reúnen en un centro social y tienen al héroe retirado D-Man (Hombre D u Hombre Demolición, un antiguo sidekick del Capitán América que llegó a tener el estatus de Vengador honorario) como mentor. Elles son Lástima, una chica con el poder de hipnotizar a la gente con historias tristes (¡mi favorita!), Afelio, una persona de género no binario que congela cosas, Pirómano, un chico trans que controla el fuego y al que le sobra entusiasmo, y Pillacaras, una joven que puede transformarse en cualquiera siempre y cuando le parezca lo bastante guay. Me consta que se ha puesto cierto esfuerzo en definir y caracterizar a estos nuevos personajes, lo que no resulta fácil en una historia de unas pocas páginas de extensión. El grupo está esperando a la llegada de Spiderman para una charla inspiradora, pero las villanas del Sindicato Siniestro han seguido al trepamuros hasta el lugar y tanto Hombre D como sus protegidos deben entrar en acción. No hay espacio para mucho más, pero la historia sirve para introducir a cuatro nuevos personajes trans, uno de ellos de género no binario, en el Universo Marvel. No creo que los vayamos a ver en las colecciones principales, pero al menos sí en los especiales de esta línea (de hecho vuelven a aparecer en la última historia de este mismo especial). Mejor eso que nada, supongo. La historia también contiene un referencia al mundo real que me parece muy interesante: el centro social en el que se reúnen los personajes lleva el nombre de Matt Baker, uno de los primeros autores negros en hacerse una carerra exitosa en el mundo del cómic. Según algunas fuentes era un hombre gay que vivía dentro del armario, un detalle muchas veces omitido cuando se habla sobre su trabajo. Durante la década de los cuarenta, Baker trabajó en Marvel y colaboró con Stan Lee en cabeceras como Wild Western, Love Romances, Strange Tales, World of Fantasy y Tales to Astonish. También se le considera el creador de la primera novela gráfica como tal (It Rhymes With Lust, de 1950). Por desgracia murió muy joven, con sólo 37 años, y hoy en día es poco conocido. Que se mencione en este cómic supone una pequeña reivindicación, aunque mucho menos de lo que merece su figura.

  • Una estampa perfecta es la historia en la que Danny Lore (Campeones) y Lucas Werneck (Inmortal Patrulla-X) llevan a cabo uno de esos actos de justicia retroactiva que tanto me gustan. Horatio Walters, alias Venomm, es una antiguo mercenario aficionado a las serpientes que combatió a las órdenes del villano Erik Killmonger hace años y acabó hecho prisionero en Wakanda, donde estableció una relación con su custodio, un hombre llamado Taku. El personaje de Venomm se presentó en Jungle Action #6 USA, publicado en 1973, y la intención original del guionista Don McGregor era hacer que su relación con Taku fuese más allá de la amistad. Ambos iban a formar una pareja gay interracial, algo bastante osado incluso para la Marvel de los setenta. La censura de entonces impidió que McGregor pudiera hacerlo de forma explícita, así que ambos personajes entraron en la categoría de personajes codificados como LGBT+: la lectura de que eran pareja estaba ahí de forma implícita, pero nunca se pudo poner por escrito, nunca se pudo confirmar más allá de toda duda. Así pues, Una estampa perfecta recupera a estos dos personajes semidesconocidos para mostrarnos que ambos son ahora una pareja casada que vive en Wakanda y que protege las fronteras del país africano de los invasores. Después de tantos años, al fin han dejado de ser personajes codificados como LGBT+ y pueden escribirse abiertamente como un matrimonio gay interracial. Dudo mucho que alguien que no haya leído el viejo arco de La furia de la Pantera de McGregor pueda recordar a Venomm y a Taku, pero reivindicar su relación me parece un acto de justicia y de reparación. No sólo se está respetando la intención original del guionista de aquellos años, sino que además se está recuperando a estos viejos personajes para darles el final feliz que se les negó en su momento. Dibujada de forma estupenda por Lucas Werneck, esta historia resulta simple en su primera lectura, pero esconde mucho más de lo que parece.

  • No te metas en mi territorio mental, colega es la aportación de Christopher Cantwell (Iron Man) y Kei Zama (Transformers) a esta antología. Mientras Starlord pone una vieja película a sus compañeros de los Guardianes de la Galaxia, Dragón Lunar se queda dormida y su sueño recrea lo que ha visto en la pantalla: bandas de moteros vestidos de cuero que pelean por su territorio contra bandas rivales. De esta forma, Dragón Lunar se convierte en la violenta líder de los Dragones, mientras que su pareja, Phyla-Vell, la hija del Capitán Marvel original, aparece en el sueño como la líder de una banda enemiga, los Marvels. La cosa se complica cuando el Gran Maestro, uno de los Primigenios del universo, aprovecha el sueño de Dragón Lunar para adentrarse en su mente con la intención de tomar el control. Pero incluso en ese mundo onírico, Dragón Lunar está enamorada de Phyla-Vell y ambas hacen equipo y dirigen a sus respectivas bandas hacia el verdadero enemigo: el Gran Maestro, que ha ocupado el rol del alcalde de esa ficticia ciudad repleta de moteros. Tras su etapa como guionista de Iron Man me había quedado claro que Christopher Cantwell era un aficionado al motor y aquí tiene la oportunidad de crear su propia fantasía motera, en la que no cuesta mucho rastrear sus referentes reales. La historia no tiene mucho más y, de hecho, a mí me parece una de las más flojas de la antología. Es más, al principio me pregunté qué hacía Cantwell escribiendo una historia aquí, pero una búsqueda rápida me confirmó que el guionista, casado y con dos hijos, había salido del armario como bisexual hace unos años. Basándome en sus trabajos anteriores, no habría sido capaz de deducirlo.

  • Más allá del arcoíris es una historia escrita por el popular podcaster Ira Madison III y dibujada por Lorenzo Susi (Love Unlimited Infinity Comic). Protagonizada por la Valquiria Rúna, un personaje LGBT+ relativamente reciente, tiene un claro tono cómico. Rúna acude a Thor para proponerle que Asgard celebre el Orgullo como hacen los humanos de Midgard, pero Loki aprovecha la oportunidad para hacerse pasar por él y rechazar su idea. Después le propone a Rúna organizar el Orgullo según sus propios términos y en el reino de los Gigantes de Hielo en lugar de en Asgard. Como era de esperar, la mentira se descubre pronto y Thor aparece para trasladar la fiesta al Bifrost, el Puente del Arcoíris. La historia tiene un par de ideas graciosas, como el hecho de que Thor se apunte a cualquier fiesta sea cual sea el motivo de celebración, y el estilo amable y caricaturesco del dibujo resulta apropiado para su tono, pero no deja de ser otra historia breve e inofensiva sin grandes aspiraciones. Quizá su mayor hallazgo consiste en apropiarse de alguna forma del Puente del Arcoíris para asociarlo con el Orgullo LGBT+. Sorprendentemente, tenemos este escenario en el Universo Marvel, este gigantesco arcoíris, y los lectores del colectivo todavía no hemos hecho lo suficiente como para apropiárnoslo y convertirlo en nuestro símbolo.

  • Fiesta de pijamas perpetua es la historia más importante de esta antología, la más extensa y también la que más se promocionó antes de su publicación. Siguiendo la tradición del anterior espacial, en el que se presentó al personaje de Somnus antes de pasar a formar parte de los Merodeadores, esta historia presenta a otro personaje LGBT+ que más adelante tendría cierta importancia en la colección de los Nuevos Mutantes: Andanza, una chica trans con un poder mutante bastante original. Está guionizada por Charlie Jane Anders (Unstoppable), una escritora trans de ciencia ficción ganadora de una Premio Hugo y un Premio Nébula, nada menos, y dibujada por Ro Stein (Crowded), artista ace de género no binario. Mi primera impresión al leer esta historia fue que el equipo creativo sabía perfectamente lo que quería contar y cómo contarlo, pues hay algo tanto de Anders como de Stein en sus personajes protagonistas. Andanza es una joven trans llamada Shela Sexton que utiliza su habilidad mutante para robar a ricachones ingenuos, contando con la ayuda de su mejor amigue Morgan Red, de género no binario, también trans y también mutante. En su infancia, narrada a través de unas adorables viñetas que imitan el estilo de las tiras de Peanuts, Shela y Morgan se propusieron convertirse en supervillanes, pero supervillanes de las que ayudan a la gente y sólo hacen daño a quienes se lo merecen. Ante el rechazo de la familia de Shela, propiciado no por ser mutante sino por ser trans, Morgan le prometió que vivirían juntes en una fiesta de pijamas perpetua y que harían lo posible por cumplir su sueño. De esta forma, nos encontramos a ambos personajes ya crecidos y convertidos en ladrones. El robo que intentan llevar a cabo en esta ocasión sirve para explicarnos cómo funciona el poder de Andanza, que le permite intercambiar sus circunstancias de forma temporal con las de cualquier otra persona que se encuentre en las cercanías (en concreto, a dos metros de distancia). Por ejemplo, tras una batalla con una villana en la que Shela se rompe un brazo, Andanza usa su poder y la fractura pasa a afectar a su enemiga en lugar de a ella durante un cierto período de tiempo. Claro que, cuanto más complejo es el cambio, más posibilidades hay de que salga mal. Shela podría hacerse pasar por el presidente de Estados Unidos si quisiera, pero prefiere no hacerlo porque las consecuencias posteriores podrían ser funestas. Me parece un poder curioso y con muchas posibilidades, aunque también complicado de explorar. Precisamente la necesidad de entrenarse en el manejo de su poder mutante es lo que lleva a Shela a ponerse en contacto con Emma Frost para recibir formación y eso es lo que enlaza esta historia con el arco posterior de los Nuevos Mutantes. La Reina Blanca ya había intentado reclutar antes a Andanza, momento en el que le había desvelado una profecía de la vidente Destino en la que Shela provocaba de manera involuntaria la muerte de Morgan. Sabiendo que debe evitar que esa visión se haga realidad aunque eso signifique abandonar a Morgan y dejar atrás su fiesta de pijamas perpetua, Andanza acaba aceptando la oferta de Emma Frost. Este conflicto es una buena motivación para el personaje, así como la excusa para llevárselo a la franquicia mutante. En conclusión, esta es una muy buena historia de presentación que cumple con el principal objetivo que se propone, que es interesar lo suficiente al lector como para que quiera saber qué va a pasar a continuación con Shela y con Morgan.

Marvel Pride (2023) contiene dos o tres buenas historias, como hemos visto, pero el resto resultan bastante irrelevantes. Si bien mejora en el aspecto de representación, añadiendo personajes de género no binario al repertorio de héroes LGBT+ del Universo Marvel, sigue teniendo deberes pendientes en lo que a visibilizar a la comunidad ace se refiere. También diría que este especial es menos ambicioso en lo que a transmitir mensajes se refiere. La anterior antología contaba con historias como las de la cosplayer de Hulka, Camaleón o Karma que hablaban sobre el empoderamiento, la imagen corporal, la soledad y la reivindicación de la identidad. Todos ellos son temas de gran importancia, es especial para el colectivo LGBT+, pero no los veo presentes en la segunda antología. Las historias que acabamos de repasar hacen algunas cosas muy destacables, como oficializar a dos personajes codificados como pareja gay durante años o poner sobre la mesa el nombre de un autor como Matt Baker, pero temáticamente me parecen más pobres. No veo en ellas una auténtica reflexión sobre las distintas realidades que viven las personas LGBT+. Historias como la de los Jóvenes Vengadores, la de Hércules y Noh-Varr o la de la Valquiria Rúna carecen de ambición. Pretenden entretener, pero no instruir. Visibilizan, sí, pero no reivindican… o al menos no reivindican lo suficiente. Por todo esto, Marvel Pride (2023) me parece inferior a Marvel Pride (2022).

Salvaría, desde luego, la última historia, Fiesta de pijamas perpetua, porque es una de las pocas en las que percibo que hay algo más que mero entretenimiento. El pasado de Shela y Morgan, narrado a través de esas viñetas al estilo Peanuts que mencionaba antes, nos habla sobre vivencias de gran importancia para las personas trans, como por ejemplo la euforia de género. Es más, diría que logra explicar la euforia de género de una forma tan simple y efectiva que no necesita palabras para hacerlo. También me parece muy sutil la manera en la que esta historia refleja el rechazo que sufren las personas trans, incluso por parte de gente que forma parte del propio colectivo LGBT+. En la historia, Shela les cuenta a sus padres que es mutante y ellos se lo toman bastante bien. Sin embargo, cuando les desvela que es trans su respuesta es muy diferente e infinitamente más devastadora. La propia historia nos está transmitiendo la idea de que el hecho de ser un mutante dotado con poderes potencialmente letales se acepta con más facilidad que el hecho de ser trans, que no supone ninguna amenaza para nadie. Me parece una forma muy inteligente de utilizar el marco del Universo Marvel para sacar a relucir la intolerancia del mundo real. Los mutantes no son conocidos por gozar de una aceptación universal, al fin y al cabo. No olvidemos que, sobre todo en Estados Unidos pero también en Europa y el Reino Unido, las personas trans llevan años soportando campañas de odio que han dado lugar a terribles leyes discriminatorias, dignas de cualquier político antimutante del Universo Marvel.

¿Merece pues la pena Marvel Pride (2023)? Pese a todo lo anterior diría que sí. Tanto si eres lector de la franquicia mutante como si eres una persona LGBT+ (y me atrevo a decir que existe bastante solapamiento entre ambas categorías), te interesa leer la historia de presentación de Andanza. Es posible que las demás no te digan gran cosa, pero lo mínimo que puede pasar es que te entretengan durante un rato. Aún así, si sólo vas a comprar uno y tienes que elegir entre Marvel Pride (2023) y Marvel Pride (2022) te recomiendo que optes por el especial de 2022, ya que tiene mejores historias, plantea mejores temas y deja un mejor poso al lector. Las conversaciones que plantea Marvel Pride (2022) me resultan más relevantes y, después de todo, mantener esas conversaciones es la mejor celebración del Orgullo que se me ocurre.

Queda un último aspecto por comentar y es el que se refiere a los contenidos extra del tomo editado por Panini. El tomo de 2022 incluía una selección de números bastante cuestionable y puede que hasta prescindible, a mi parecer. En cambio, el de 2023 incluye un único número que me resulta mucho más recomendable y apropiado. En esta ocasión no se trata de uno de esos cacareados hitos históricos LGBT+ del Universo Marvel, sino un simple one-shot protagonizado por Hulkling y Wiccan (Hulkling and Wiccan #1 USA) que recopilaba en formato impreso los cuatro números que se editaron primero en formato digital en el servicio de suscripción Marvel Unlimited (Hulkling and Wiccan Infinity Comic #1-4 USA). Escrita por el guionista Josh Trujillo (Blue Beetle: Día de graduación) y dibujada por Jodi Nishijima (Teenage Mutant Ninja Turtles), esta historia lleva por título Posibilidades y supone todo un soplo de aire fresco a la anquilosada relación de la pareja gay por antonomasia del Universo Marvel. Su preciosa portada original, obra de Peach Momoko, puede verse bajo estas líneas.

Me encantan Hulkling y Wiccan, qué duda cabe. Me han encantado desde los primeros tiempos de los Jóvenes Vengadores. He comprado todas y cada una de sus apariciones con un fervor casi religioso. He seguido su relación y me ha alegrado comprobar que se convertía en algo oficial cuando ambos se daban el sí quiero. No obstante, desde que se han convertido en matrimonio se han vuelto… aburridos. Al haberse convertido en la cara más visible de la comunidad LGBT+ en el Universo Marvel han adoptado el rol de iconos, de símbolos. Eso tiene una vertiente positiva, pero también una muy negativa. Lo bueno es que tenemos a una pareja gay entre los héroes más destacados de la Casa de las Ideas, visibilizando al colectivo en cada una de sus apariciones. Lo malo es que cualquier cosa que se vaya a hacer con ellos va a ser analizada con lupa por parte de sus seguidores, que no tendrán problema en hacerle llegar sus quejas a la editorial si algo no les gusta. Eso a su vez supone una presión añadida sobre los autores, que no sólo están manejando a unos personajes de ficción sino que también están poniendo en riesgo a los mayores símbolos LGBT+ de la editorial con cada nueva historia. Incluso la propia editorial parece consciente de esta circunstancia y por eso ha ido reduciendo poco a poco la presencia de Hulkling y Wiccan hasta convertirla en algo testimonial. Tras la finalización de Imperio, el evento en el que se enmarcó su boda, la pareja formó parte de los Guardianes de la Galaxia durante una brevísima temporada y luego protagonizó un par de especial autoconclusivos conectados con otros dos eventos más. Puede que, ante la posibilidad de estropear a sus iconos, en Marvel hayan decidido que es mejor dejarlos como están.

Como lector, la situación de Hulkling y Wiccan hace tiempo que me parece estática y falta de interés. Los personajes aparecen de vez en cuando para luchar contra el supervillano de turno, pero no tienen que afrontar ningún desafío relevante para ellos en lo personal. Su relación es algo que se da por hecho, no sufre altibajos y carece de todo conflicto. El mensaje que se transmite es que Hulkling y Wiccan ya no tienen diferencias de opinión, no discuten por nada ni se molestan el uno con el otro por ningún motivo. Su relación es perfecta e ideal y no les despierta ninguna duda, lo cual dista mucho de cualquier relación mínimamente plausible. Incluso las parejas más perfectas e ideales acaban teniendo sus roces y sus diferencias, sus peleas y discusiones. Las relaciones maduran y crecen después de solucionar esos roces y diferencias. Se podría decir que una relación es un continuo diálogo, un perpetuo tira y afloja. Hace tiempo que la de Hulkling y Wiccan no es así y eso la hace… aburrida. ¿Cómo va a crecer si no hay conflictos en ella? ¿Cómo van a seguir madurando los personajes si se mantienen congelados en el tiempo? ¿Qué mérito tienen los aciertos que han acumulado a lo largo de su carrera si se les priva de la capacidad de cometer errores? Esto son tebeos y los tebeos necesitan emoción. Necesitan conflicto.

Posibilidades viene a añadir una saludable dosis de conflicto a la vida de la pareja. Tras una cena en la que invitan al Hombre de Hielo, a Estrella del Norte y a su marido, Kyle, surge una pequeña diferencia de opiniones entre Hulkling y Wiccan. Hulkling, convertido en el Emperador del Imperio Unificado Kree-Skrull, siente que sus responsabilidades deben mantenerle en el espacio. En cambio, Wiccan cree que deberían volver a la Tierra cuando los asuntos del Imperio se lo permitan. Aunque la cuestión parezca fantasiosa, lo cierto es que decidir el futuro común con tu pareja puede ser un asunto muy complejo y requerir muchísimas negociaciones. Algo en apariencia tan simple como elegir el sitio en el que vivir puede suponer el éxito o el fracaso de la pareja.

Detectando la pequeña brecha que se ha abierto entre Hulkling y Wiccan, la hechicera Agatha Harkness, antigua maestra mística de la Bruja Escarlata (la madre de Wiccan), decide tentar a los jóvenes con dos escenarios diseñados específicamente para ellos. Así, Hulkling se encuentra a sí mismo defendiendo el Imperio junto a un pirata espacial llamado Goebig, mientras que Wiccan vuelve a la Tierra para compartir aventuras con un héroe trágico llamado Eidolon. Durante unas cuantas páginas, Hulkling y Wiccan se olvidan el uno del otro y disfrutan de sus vidas junto a sus nuevas parejas; parejas que parecen complementarles de una forma tan íntima y tan especial que hacen palidecer el recuerdo de sus verdaderos amantes. Hay un punto de fanservice en esta historia y no tengo ninguna queja al respecto. Los diseños de los nuevos personajes me parecen fantásticos y la premisa de utilizarlos para poner a prueba el amor que comparten Hulkling y Wiccan, aunque no demasiado original, funciona muy, muy bien.

No hay que olvidar que Posibilidades nació como un Infinity Comic, ese formato con el que Marvel ha querido aproximarse a lo que hacen plataformas tan exitosas como Webtoon o Tapas, supongo que con la intención de atraer a lectores que por norma general no se acercan al género superheroico. Esta historia de Hulkling y Wiccan no dista mucho de algunas de las propuestas que yo mismo he podido leer en Webtoon, así que en ese sentido se puede considerar un acierto. No sé si habrá conseguido llegar al público que buscaba, pero al menos ofrece una historia juvenil y apasionada plasmada con un amable estilo de dibujo en el que prima la emoción sobre la acción. Esta es una de esas historias en las que el amor debe conducir a la pareja rota a reunirse de nuevo, pese a la distancia que los separa y las tentaciones que les incitan a permanecer lejos el uno del otro. Goebig y Eidolon no son verdaderos villanos, pues ellos no son los responsables de lo sucedido y su amor hacia Hulkling y Wiccan es totalmente real, por lo que el lector puede empatizar con ellos tanto como con los dos protagonistas. Pero he ahí el mayor conflicto: que Hulkling y Wiccan vuelvan a estar unidos significa que Goebig y Eidolon van a sufrir. Y mucho. Habrá quien considere que este drama telenovelesco no es propio del Universo Marvel, pero décadas y décadas de dramas telenovelescos marvelitas avalan este tipo de propuestas. Lo único que puede considerarse novedoso es que se trata de un drama telenovelesco gay, pues no ha habido muchos así en los cómics de la Casa de las Ideas.

Existe un tropo que podríamos definir como “el amor te mostrará el camino” que hemos visto decenas de veces en distintas historias en las que un apuesto protagonista masculino triunfa sobre las adversidades gracias al amor verdadero que profesa hacia su amada. Es un tropo que siempre me ha resultado ajeno, como cualquier otro tropo común en los romances heterosexuales. Sin embargo, la primera vez que lo vi aplicado a una pareja gay (fue en Star Trek: Discovery, por cierto) me llegó de una forma sorprendente e inesperada. Lo percibí como una forma de validación del amor entre dos hombres que no sabía que necesitaba. Pues bien, esta historia de Hulkling y Wiccan contiene ese mismo tropo. Nuestros dos personajes deben superar la prueba a la que están siendo sometidos gracias al amor verdadero que sienten el uno por el otro. En última instancia será su amor lo que les muestre el camino de vuelta a los brazos de su amante.

¿Recomiendo por tanto el especial de Hulkling y Wiccan? Desde luego que sí. ¿Diría que merece la pena comprar Marvel Pride (2023) sólo por tener el especial de Hulkling y Wiccan? Pues sí, diría que merece la pena gastarse los 21€ para tener este número... pero eso sólo si quieres tenerlo en formato impreso, claro. No seamos ingenuos y recordemos que esta misma historia se puede leer en formato digital en Marvel Unlimited junto a otras muchas. Por lo que valen dos o tres tomos de la línea 100% Marvel HC de Panini puedes pagar un año de Marvel Unlimited y tener acceso a más números de los que vas a leer en toda tu vida. Y, ya que menciono Marvel Unlimited, cabe añadir que esta historia que tanto he elogiado tiene una secuela que de momento sólo está disponible en formato digital (Love Unlimited Infinity Comic #25-30 USA), por lo que sólo se puede leer ahí. Aunque la historia original es autoconclusiva, esta secuela sirve para recuperar al personaje de Goebig. Imagino que más pronto que tarde se hará lo mismo con Eidolon.

Con esto termino mi comentario sobre Marvel Pride (2023). La historia extra y la presentación de Andanza sirven para redimir una antología que me parece inferior a la que se publicó el año anterior, aunque merece ser aplaudida por haber introducido de golpe en el Universo Marvel seis nuevos personajes trans (de los cuales dos son de género no binario). Queda en manos de los autores y editores que esos personajes lleguen a tener algún tipo de trascendencia dentro de este cosmos de ficción, pero el hecho de que existan ya es un primer paso. Sigue estando pendiente el tema de los personajes ace, que por segunda vez brillan por su ausencia. Por otro lado, el modelo iniciado con la presentación de Somnus y luego con la de Andanza parece estar ya bien establecido, lo que significa que con cada nuevo especial del Orgullo veremos la introducción de un nuevo personaje LGBT+ que luego tendrá cierta importancia durante los meses posteriores. Además de su arco dentro de la colección de los Nuevos Mutantes, Andanza también ha participado en una miniserie junto al resto del equipo, lo cual no está nada mal. Veremos que sucede con ella en el futuro, igual que veremos qué otros personajes se nos presentan mientras dure la iniciativa.

Puesto que Panini va con un año de retraso respecto a estos especiales del Orgullo, no veremos publicado en España el Marvel’s Voices: Pride de 2023 hasta junio de 2024. Si todo va bien, allí estaré para comentarlo al igual que he comentado los dos anteriores. Mientras tanto, y para amenizar la espera, no estaría mal echarle un ojo a los especiales del Orgullo que ha publicado estos últimos años la Distinguida Competencia. Me parece que podría ser una buena forma de comprobar cuál es el estado de la cuestión LGBT+ en el Universo DC. De momento nos quedamos con Hulkling y Wiccan. Y con Shela y Morgan. Y con Josh Trujillo, Jodi Nishijima, Charlie Jane Anders, Ro Stein y todos los autores que han ayudado a hacer el Universo Marvel un poquito más queer con estas historias.

La semana en clave Marvel #14

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  La semana en clave Marvel es un boletín informativo semanal sobre todo lo relacionado con los cómics de Marvel a ritmo USA. Esta semana con noticias sobre el regreso de Kid Venom, el incierto futuro de la línea Marvel’s Voices, el 50º aniversario del formato Giant-Size… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana con un refrito, pero uno que no me disgusta. El mangaka Taigami, autor de Unsung Hero, ha estado publicando un serial en cuatro partes como complemento de la miniserie Death of the Venomverse. Dicho serial sirvió para presentar a un nuevo personaje bautizado como Kid Venom, un chaval del Japón del siglo X llamado Kintaro que, para proteger su aldea del ataque de una horda de simbiontes, se unió con una de estas criaturas, llamada Clinter. Ahora estos cuatro capítulos, así como la historia autoconclusiva con la que el autor participó en el concurso organizado por la revista Shōnen Magazine y Marvel en 2018 que le llevó a trabajar para la editorial estadounidense, se recopilarán en un único especial titulado Kid Venom: Origins #1. Salieron varios nuevos simbiontes de Death of the Venomverse y puede que este Kid Venom sea el más interesante de ellos, aunque sólo sea por la curiosidad que genera observar el siempre improbable matrimonio entre manga y cómic americano. Taigami ha confirmado que tiene planes para seguir desarrollando a Kintaro en el futuro, aunque de momento no se han concretado los detalles. Por mi parte, tengo bastantes ganas de ver alguna aventurilla más de Kid Venom. Una miniserie o una serie de one-shots al estilo del Demon Days de Peach Momoko me parecería estupendo.


Kid Venom: Origins #1

Guion: Taigami 

Dibujo y portada: Taigami

Fecha de publicación: 3 de enero de 2024


  • ¿Ha empezado a declinar la línea Marvel’s Voices? Tengo la impresión de que en 2023 ha perdido mucho peso respecto a los años anteriores. En 2021 y 2022, esta línea publicó sendos especiales Marvel’s Voices: Identity (coincidiendo con el Mes de la historia asiaticoamericana, nativo hawaiana y de las islas del Pacífico), Marvel’s Voices: Comunidades (coincidiendo con el Mes de la herencia hispana y latinoamericana) y Marvel’s Voices: Heritage (coincidiendo con el Mes de la herencia nativoamericana). Este año, en cambio, lo que iban a ser los contenidos de Marvel’s Voices: Identity y Marvel’s Voices: Comunidades se han repartido entre varias colecciones como historias de complemento, acompañadas de una serie de portadas alternativas. Lo mismo va a suceder también con Marvel’s Voices: Heritage, pues en noviembre se publicarán dos historias de complemento protagonizadas por el antiguo aliado de los Cuatro Fantásticos (y exnovio de Hulka) Wyatt Wingfoot y la Jinete Espíritu Kushala, acompañadas por dos portadas alternativas. Esto es, hemos cambiado el especial antológico por dos historias de ocho páginas cada una que se incluirán en las colecciones del Motorista Fantasma y Hulka, con los titulares como coprotagonistas en lugar de tener a los personajes nativos en solitario. Por una parte me parece bien, ya que estos contenidos que antes iban a quedar relegados a un especial que la mayoría de lectores iban a ignorar van a estar ahora incluidos en colecciones regulares y a la fuerza llegarán a más gente. Por otra, me hace temer por el futuro de la línea. Quizá el experimento haya dejado de ser rentable y los editores estén empezando a cortarle las alas. ¿Será este el nuevo modelo que seguirán sus publicaciones? ¿Habrá una especial Marvel’s Voices: Pride el próximo Mes del Orgullo o también lo van a trocear y repartir entre varias cabeceras? Me parecería una auténtica pena. Entiendo que estas antologías no son del gusto de todos, pero a mí me han servido para conocer a algunos autores que no suelen prodigarse en Marvel.


Ghost Rider #20

Guion: Benjamin Percy y Steven Paul Judd

Dibujo: Cory Smith y Shaun Beyale

Portada alternativa: Roy Boney

Fecha de publicación: 15 de noviembre de 2023


The Sensational She-Hulk #2

Guion: Rainbow Rowell y Bobby Wilson

Dibujo: Andres Genolet y David Cutler

Portada alternativa: Roy Boney

Fecha de publicación: 22 de noviembre de 2023


  • Lo último en celebraciones absurdas pasa no por homenajear la publicación de historias más o menos relevantes, sino los formatos en los que se editaron. En 2024 se cumplirá el 50º aniversario del formato Giant-Size, que debutó en 1974 con el Giant-Size Super-Stars de Gerry Conway y Rich Buckler; un número especial centrado en la enésima pelea entre la Cosa y Hulk. Para celebrar este aniversario la editorial va a recuperar el formato y lanzar una nueva serie de especiales Giant-Size. El primero de ellos será el Giant-Size Spider-Man #1, que estará dedicado a Miles Morales. Contendrá una historia guionizada por Cody Ziglar (Miles Morales: Spider-Man) y dibujada por Iban Coello (Fantastic Four) que nos mostrará un enfrentamiento entre Veneno (Dylan Brock) y Miles. En la portada de Bryan Hitch puede verse a Miles haciendo ese truquito que aprendió hace poco en su colección de formar una espada con sus poderes bioeléctricos, que a mí personalmente no me acaba de gustar. También contendrá una reedición del Ultimate Comics: Spider-Man #22 de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli, número en el que Miles se enfrentó al Veneno Ultimate. Imagino que esto es para seguir la tradición de los Giant-Size que se dedicaban a reeditar material ya publicado, que no fueron pocos. Y hablando sobre reeditar, también se va a lanzar el Giant-Size Super-Stars en una edición facsímil. Aunque en el mercado español este tipo de ediciones ya ha desaparecido, a mí me sigue pareciendo una forma estupenda de acercarse a algunos materiales clásicos.


Giant-Size Super-Stars #1 Facsimile Edition

Guion: Gerry Conway

Dibujo y portada: Rich Buckler

Fecha de publicación: 27 de diciembre de 2023


Giant-Size Spider-Man #1

Guion: Cody Ziglar

Dibujo: Iban Coello

Portada: Bryan Hitch

Fecha de publicación: 10 de enero de 2024


  • Por lo general evito hablar mucho sobre portadas alternativas en esta sección porque, salvo contadas excepciones, no me parece interesante. No obstante, esta noticia quiero mencionarla porque me ha supuesto un pequeño shock enterarme de que la serie de animación Star Wars: Rebels cumplirá diez años en 2024. Tengo que admitir que Rebels fue el motivo por el que volví a recuperar el interés por Star Wars después de haber dejado a un lado la saga galáctica durante una larga temporada. Si bien su arranque me pareció algo flojo, su fantástico trabajo de caracterización y desarrollo de personajes me acabó ganando poco a poco. Esta es la serie que devolvió al Gran Almirante Thrawn al canon y en la que descubrí a un personaje tan maravilloso como Ahsoka, pues de forma muy estúpida me había saltado la serie previa de las Guerras Clon. Ahora Rebels vuelve a estar en boca de todos por lo importante que ha resultado en el argumento de la serie de acción real de Ahsoka en Disney+, que en muchos sentidos viene a ser su continuación natural (espero hablar con más detalle sobre esto en un futuro artículo, por cierto). Pues bien, para celebrar el décimo aniversario de Rebels, el artista Caspar Wijngaard (Star Wars: Doctor Aphra) ha preparado una serie de ocho portadas alternativas con los personajes de la serie de animación que se publicarán durante los próximos meses en las cabeceras Star Wars y Star Wars: Darth Vader. Incluyo a continuación las dos que más me han gustado y me despido, porque se ha quedado buena tarde para volver a ver un par de episodios de Rebels.


Star Wars: Darth Vader #42

Rebels 10th Anniversary Variant Cover by Caspar Wijngaard - Ahsoka


Star Wars: Darth Vader #44

Rebels 10th Anniversary Variant Cover by Caspar Wijngaard - Sabine Wren


Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Marvel o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

La semana en clave Warhammer #14

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con noticias sobre las nuevas figuras de los Ángeles Oscuros de JOYTOY, los próximos lanzamientos para Necromunda, la llegada del Codex Marines Espaciales… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana con el anuncio por parte de JOYTOY de nuevas figuras articuladas a escala 1:18 de Warhammer 40.000. La juguetera china lleva tiempo ampliando su línea de Warhammer 40.000 y hace poco supimos que también lanzará una línea basada en Warhammer: The Horus Heresy, así que el negocio debe funcionarle bien. Este anuncio tiene como protagonistas a los Ángeles Oscuros e incluye a su Primarca, así que poca broma. A continuación vamos a comentar una a una las figuras mostradas:


    • Lion El'Jonson, Primarca de los Ángeles Oscuros: una figura que adapta a la perfección el diseño de la reciente miniatura del León para Warhammer 40.000. Incluye las mismas opciones de cabeza que la miniatura (cabeza descubierta, con capucha o con yelmo alado), la espada Lealtad y el Escudo del Emperador. También viene acompañada por dos pequeños Vigilantes de la Oscuridad en la misma pose que la miniatura. Me parece un estupendo trabajo de adaptación y con muchas posibilidades. Lo malo cuando hablamos de JOYTOY es que sus productos son aún más caros que los de Games Workshop. La juguetera ya lanzó una figura articulada de un Primarca, Roboute Guilliman de los Ultramarines, y su precio supera los cien euros, más del doble de lo que cuesta su miniatura. Imagino que este será un caso similar. Siento darle tanta importancia al precio cuando comento estos anuncios, pero es importante tener en cuenta que este hobby es muy caro y que hay que pensar con cuidado lo que se compra.




    • Gran Maestre Azrael, Comandante Supremo de los Ángeles Oscuros: aquí tenemos otra estupenda adaptación de la miniatura del comandante de los Ángeles Oscuros, que recientemente cruzó el Rubicón Primaris. Viste una armadura Tacticus Mk X, sujeta la Espada de los Secretos en una mano y la Furia de Lion, una antigua combiarma de plasma, en la otra. También viene acompañado de un Guardián de la Oscuridad, como la miniatura original. Incluso su estandarte está reproducido al milímetro.


    • Maestre Lazarus, Capitán de la 5ª Compañía de los Ángeles Oscuros: el primer Marine Espacial Primaris que entró en el Círculo Interior de los Ángeles Oscuros, famoso por su frialdad. Se reconoce por su peculiar casco alado, fabricado por él mismo, y por su espada, Filo de la Enemistad. Incluye una opción de cabeza descubierta igual que la miniatura original, que a mí me parece la más apropiada. Aunque las anteriores aún no están disponibles, ya se puede hacer el prepedido de esta en la web de JOYTOY (aunque de momento sólo para quien viva en Asia). Cuesta 60 dólares, pero después de la conversión, los gastos de envío y demás el precio final será algo mayor.



    • Maestre de la Compañía de los Ángeles Oscuros: la última figura articulada de este anuncio, que representa a un Maestre anónimo de los Ángeles Oscuros equipado con un puño de energía y con distintas opciones de arma. También se puede hacer ya el prepedido en la web de JOYTOY (sólo para Asia). Cuesta otros 60 dólares, con la misma consideración añadida que la anterior.


  • Dejamos Warhammer 40.000 a un lado para comentar las últimas novedades sobre Necromunda, que pronto contará con un nuevo suplemento acompañado de interesantes miniaturas; todo ello en el marco de la campaña narrativa The Aranthian Succession. Vamos a echar un ojo a lo más destacado del adelanto que nos ha ofrecido la web de Warhammer Community:


    • Necromunda: The Aranthian Succession – Ruins of Jardlan: este suplemento nos mostrará el caos entre las siete Casas Nobles del mundo colmena de Necromunda. El intento de asesinato de Lord Gerontius Helmawr, gobernante del planeta, ha creado un vacío de poder que está llevando a las bandas a tratar de alcanzar lo más alto de la Colmena Primus. Pero hay otras fuerzas en juego, como vimos en el anterior suplemento narrativo, Necromunda: The Aranathian Succession – The Vaults of Temenos, con ese misterioso profeta liderando un asedio contra la subcolmena. Ruins of Jardlan será el segundo capítulo, pero ya sabemos que habrá un tercero y parece que su título será Fall of Helmawr. ¿La caída de la Casa Helmawr? Parece que las cosas están más calientes que nunca en Necromunda.


    • Arachnika Ash-jumpers: Fall of Helmawr introducirá nuevos vehículos y equipamiento para la Casa Van Saar y para los Squats, así como cuatro nuevos Dramatis Personae. Quizá la novedad más destacada sea la revisión en plástico de los servotrajes arácnidos de los Van Saar, que hasta ahora sólo habían salido en resina. Recibirán el nombre de Arachnika Ash-jumpers, ya que están diseñados para recorrer los desiertos de ceniza dando grandes saltos. Se les pueden equipar lanzallamas y lanzaarpones, así que tienen cierta versatilidad. En cuanto a las miniaturas en sí, me parecen algo pesadas para esas poses en pleno salto, pero resultan muy impresionantes.



    • Asun'ghar, the Lady of Ash: un nuevo personaje para las filas de los nómadas de los desiertos de ceniza, capaz de establecer un vínculo psíquico con las criaturas que habitan los páramos desolados. De ahí viene su poco amigable compañero, que se llama Terror's Shadow. Me gusta mucho el toque tribal de los nómadas de los desiertos de ceniza y cómo se combina con su faceta de carroñeros que van recuperando los materiales que encuentran aquí y allá. Esta miniatura tiene todo eso y más. Me parece muy, muy interesante.



  • Pasamos a la Black Library, que ha anunciado la reedición en tapa dura de una de las obras más queridas entre los jugadores de Marines Espaciales del Caos. Se trata de Storm of Iron, de Graham McNeill, uno de los primeros libros narrados desde la perspectiva de los Marines Espaciales del Caos (no voy a decir que es la perspectiva de “los malos” porque en Warhammer 40.000 todos los bandos son igual de malos). Esta es la historia del asedio de Hydra Cordatus, en el que los Guerreros de Hierro asaltaron una fortaleza del Adeptus Mechanicus para robar la semilla genética almacenada en su interior y usarla para crear nuevos Marines del Caos. Tras esta batalla, el famoso Honsou, el auténtico protagonista del libro, ascendió a Herrero de Guerra de los Guerreros de Hierro, de ahí que se destaque su presencia en portada. Precisamente el artículo de Warhammer Community habla sobre el proceso de creación de la portada y sobre cómo respeta la paleta de colores original, pero como de costumbre omite el nombre del artista que la ha realizado. En cuanto al libro en sí, no he tenido ocasión de leerlo porque las historias de los Marines del Caos no están entre mis prioridades, pero conozco su fama y sé que supone una lectura muy recomendable.



  • Nos vamos ahora a Legions Imperialis, el juego de escala epic ambientado en la Herejía de Horus. Esta semana se han anunciado las miniaturas de las cápsulas de salto orbitales que usan los Marines Espaciales para desplegarse en una zona de guerra desde sus naves. Tendrán dos variantes: las Legion Drop Pods son las cápsulas habituales que despliegan escuadras de Marines Espaciales, mientras que las Deathstorm Drop Pods suponen una novedad al intercambiar a sus pasajeros por lanzamisiles de disparo rápido, ideales para acabar con vehículos y armaduras en la zona próxima a su punto de aterrizaje. Las puertas de las cápsulas no están pegadas, sino que una bisagra permite que puedan abrirse y cerrarse a voluntad, algo que está muy bien. La caja que se lanzará próximamente (según la web de Warhammer Community será antes de lo que creemos, como la propia caja de lanzamiento de Legions Imperialis, que aún no tiene fecha) contendrá cuatro cápsulas que podrán montarse en cualquiera de las dos configuraciones. Aunque reconozco que no son las miniaturas más atractivas para este juego, sus posibilidades jugables son bastante notables. Tener la ocasión de desplegar una cápsula y abrir sus puertas tras su aterrizaje para mostrar los lanzamisiles ocultos en su interior debe ser una experiencia muy satisfactoria.




  • Y antes de pasar a los prepedidos de esta semana, que vienen bastante cargados, vamos a mencionar de forma breve el anuncio de una nueva colaboración entre Games Workshop y la juguetera TOMY para lanzar cuatro peluches basados en la franquicia Warhammer. Se pondrán a la venta en primavera de 2024. De los cuatro mi favorito es el Nurglete, claramente el más achuchable.



  • Llega ya el momento de hablar de los prepedidos de esta semana, empezando por los prepedidos de Forge World. Ya tenemos a la venta el Pretor de los Lobos Espaciales para Warhammer: The Horus Heresy que se anunció la semana pasada, que se ha lanzado junto a un set de cabezas MKVI para las miniaturas de esta legión. Voy a centrarme en el Pretor, que viene en un set multicomponente de resina de 12 piezas. Tiene dos opciones de cabeza, una con el casco puesto y otra con la cabeza al descubierto, luciendo una larga y lustrosa barba trenzada. No se incluyen opciones de arma, así que habrá que conformarse con la espada y la pistola bólter. Lo cierto es que, sin ser yo especialmente fan de la VI Legión, me parece una buena miniatura. La prefiero con el casco puesto, eso sí. Lo único que le puedo criticar, aparte de que la expresión de la cabeza barbuda no me termina de gustar, es que se trata de una resina de Forge World y que al precio que marca su web (35€) hay que añadirle los gastos derivados del transporte, por lo que al final no sale a cuenta hacerse con ella.



  • En cuanto a los prepedidos de Games Workshop, esta semana está dedicada por completo a los Marines Espaciales por la llegada de su nuevo Codex, que se lanza junto a un buen montón de miniaturas, cartas, dados y demás. Vamos a repasar lo más relevante:


    • Codex Space Marines (45€, en inglés): ya tenemos aquí el Codex de Marines Espaciales para décima edición. Se trata de un libro de 216 páginas que incluye trasfondo, reglas, las hojas de datos para las 93 unidades de Marines Espaciales, las reglas para Patrullas de Combate, los siete Destacamentos (esas siete maneras diferentes de jugar o siete estilos de juego que pueden adaptarse con cierta flexibilidad a tus miniaturas) y más. Para los jugadores de Marines Espaciales va a ser una guía más o menos imprescindible. Imagino que saldrá también en castellano, aunque puede que con algún que otro recorte de páginas.


    • Codex Space Marines Collector's Edition (80€, en inglés): la versión más cara y lujosa del libro anterior, con una ilustración distinta en la portada y mejores materiales de encuadernación. Pero los contenidos son los mismos, claro. Este es el tipo de edición que tanto gusta a Games Workshop y a la Black Library y que, al ser limitada, supone un caramelito para los especuladores. En el momento de publicar este texto ya está agotada.



    • Héroes de la Compañía (55€): un kit de plástico multicomponente de 90 piezas con el que montar cinco miniaturas (un Capitán de los Marines Espaciales y cuatro Héroes de la Compañia). El Capitán viene con varias opciones de arma, incluyendo bólter, pistola de plasma y pistola neovolkite para una mano y espada o puño de energía para la otra. Luego tenemos a un Campeón con una espada a dos manos, un Anciano de la Compañía con portaestandarte y dos Veteranos de la Compañía, uno armado con un rifle bólter y el otro con un bólter pesado. Me gustan muchísimo todos y cada uno de ellos, así que ya he añadido esta caja a mi lista de la compra. Me parece ideal para sumar unos cuantos soldados de élite a cualquier ejército de Marines Espaciales. Me hubiese gustado que todos tuviesen las mismas opciones de personalización que el Capitán, pero eso habría encarecido mucho el conjunto. Lo bueno es que los Campeones vienen con opción de cabeza descubierta o casco, así que puedes jugar con eso según lo que te interese. En cualquier caso, me parece una compra muy, pero que muy recomendable.



    • Capitán con propulsor de salto (32,50€): el nuevo Capitán de los Intercesores de Asalto viene en un kit multicomponente de plástico de 25 piezas e incluye bastantes opciones de arma (espada sierra, espada reliquia o puño de energía para una mano y pistola bólter pesada, lanzallamas o pistola de plasma para la otra), dos opciones de cabeza (cabeza descubierta con componentes biónicos o casco adornado con hojas de laurel) y la posibilidad de montarlo con capa o sin capa. Aunque por lo general cuanto más ornamentado esté un Marine Espacial más me gusta, debo decir que combinar capa con retrorreactor no me parece una idea inteligente (salvo que uno quiera aterrizar en mitad de la batalla envuelto en llamas, claro, que eso siempre resulta muy intimidante). Iba a decir que me parece un poco caro, pero las múltiples opciones de personalización compensan el precio. Como destacada la propia Games Workshop, puede ser una miniatura especialmente interesante para los jugadores de Ángeles Sangrientos.


    • Capellán con Armadura de Exterminador (34€): un kit multicomponente de plástico de 25 piezas para montar a este Capellán con Armadura de Exterminador. En una mano lleva el crozius arcanum y en la otra puede montarse con un bólter tormenta o un escudo reliquia. Diría que el escudo reliquia es la decisión estética más apropiada para un capellán. Me parece interesante que lleve dos opciones de cabeza distinta para el crozius y también dos opciones de cabeza para el propio capellán, que puede lucir el típico casco con forma de cráneo o la parte superior de la cabeza descubierta y un respirador. Ambas me gustan por igual. La miniatura sale cuatro o cinco euros más cara de lo que esperaba (de hecho, es más cara que el reciente Bibliotecario con Armadura de Exterminador), pero no tengo mucho más que objetar sobre ella.


    • Intercesores con propulsor de salto (45€): tener más opciones de Intercesores siempre es interesante, sobre todo si juegas mucho con ellos, como es mi caso. Aquí tenemos un set multicomponente de plástico de 108 piezas con el que montar cinco Intercesores de Asalto con retrorreactores. Me choca un poco esto de combinar armadura pesada con equipo de salto, pero no me desagrada. Las opciones de arma por defecto son espada sierra y bólter pesado, pero uno de ellos puede montarse con pistola de plasma. En cuanto a opciones estéticas, cada Intercesor puede montarse con casco o con la cabeza descubierta. También se incluyen varias cabezas únicas, cartucheras y relicarios para personalizarlos a nuestro gusto. No está nada mal de contenidos ni de precio.


    • Escuadra de Exterminadores (55€): cinco nuevos Exterminadores que se suman a los que ya estaban disponibles en la caja de lanzamiento de la décima edición para dar forma a una 1ª Compañía de gran potencia. Vienen en un set multicomponente de plástico de 140 piezas, con el que se puede montar cuatro Exterminadores y un Sargento Exterminador. Las opciones de arma estándar son el bólter tormenta de disparo rápido y el puño de energía o puño con espada sierra, pero cada Exterminador puede portar también un arma especial que puede ser un lanzallamas pesado, un cañón de asalto o un lanzamisiles ciclón en la espalda. También se incluye una baliza de teleportación (que sirve para indicar el lugar en el que se van a desplegar los Exterminadores) y numerosas opciones estéticas (diversas opciones de cabeza para cada Exterminador, sellos de pureza, placas para el Sargento…). En esta caja veo posibilidades muy interesantes, como por ejemplo la de equipar los lanzallamas y hacer una Escuadra de Exterminadores para los Salamandras. Como me encantan las armaduras tochas, esta es otra caja que he incluído en mi lista de la compra y que recomiendo mucho.


    • Escuadra de Veteranos de Retaguardia (50€): un kit multicomponente de plástico de 171 piezas con el que montar cinco Veteranos de Retaguardia, experimentados tiradores a distancia de los Marines Espaciales. Cada uno de ellos puede armarse con un rifle bólter o una combiarma, y uno de ellos puede llevar en su lugar un bólter pesado o un pirocañón. También se puede montar un Sargento con un estandarte a la espalda, equipado con un arma de energía, una espada sierra o un puño de energía, además de su rifle bólter. En cuanto a las opciones estéticas, se incluyen varias opciones de cabeza (descubierta o con casco), diferentes hombreras, varias grebas decoradas, varias configuraciones de rifle bólter y varios tipos de combiarma, además de cartucheras y sellos de pureza varios. Otra opción muy interesante, sobre todo si le das mucha importancia al combate a distancia.


    • Teniente de los Marines Espaciales (30€): un nuevo Teniente con varias opciones de montaje que dan mucho juego. Viene en un kit de plástico multicomponente de 25 piezas. Incluye varias opciones de arma (la mano izquierda puede empuñar una pistola bólter pesada, una pistola de plasma o un arma bólter artesanal, mientras que la derecha puede portar una espada de energía o un puño de energía, aunque también está la opción de montarla sin arma señalando un objetivo), una vaina para la espada y varios diseños de taparrabos. Por supuesto, viene con una opción con casco y una opción con la cabeza descubierta, que es la que más me gusta a mí por los aumentos ópticos que lleva. Yo suelo usar un Teniente Primaris con escudo tormenta, pero este nuevo Teniente me resulta muy tentador.


    • Dreadnought Brutalis (62,50€): este modelo de Dreadnought es una maravilla que, al menos en lo puramente estético, supera a modelos anteriores como el Redemptor. Viene en un set multicomponente de plástico de 131 piezas y parece muy personalizable. Puede equiparse con puños blindados dotados de rifles bólter integrados o bien con un par de espolones afilados para el combate cuerpo a cuerpo. Además, cuenta con ametralladoras pesadas dobles sobre el armazón y con un par de armas montadas sobre el chasis, que pueden ser bólter pesados o cañones de fusión. Las piernas, brazos y cintura, así como los dedos mecánicos de las manos y los pies, son articulables, lo que facilita que la miniatura pueda adoptar la pose deseada. Se incluyen también varias decoraciones para el armazón. En definitiva, puede que sea un poco caro y quizá algo difícil de montar, pero si lo que buscas es una imparable máquina de matar capaz de reventar escuadras de infantería y tanques por igual el Dreadnought Brutalis es justo lo que necesitas.



    • Escuadra de Desoladores (45€): hablando sobre reventar tanques, aquí tenemos de nuevo a los Desoladores, a los que algunos aficionados han rebautizado como los “Marines acomplejados” porque alguna carencia querrán compensar con esas armas exageradamente grandes, ¿no? Vienen en un kit multicomponente de plástico de 120 piezas con el que se pueden montar cinco Marines Desoladores, que son tropas especializadas en armas pesadas. Uno de ellos se puede montar como Sargento, que cuenta con lentes de puntería más avanzadas y puede mejorar sus cohetes para usarlos en un lanzador vengor, un lanzamisiles pesado guiado. Los cuatro restantes pueden cargarse con cohetes superperforantes para atacar vehículos o con cohetes de superfragmentación para atacar a la infantería enemiga. Se incluyen diversas opciones estéticas, como sellos de pureza, pistolas enfundadas, diferentes lentes de puntería, alerones abiertos y cerrados para ambos tipos de ojivas y diversas cabezas y brazos para el Sargento. No puedo decir que estos aspirantes a convertirse en el Cable más noventero me gusten mucho, pero no está mal tenerlos disponibles de cara al futuro. Quizá cuando se pase un poco el cachondeo que hay a su alrededor.


    • Patrulla de Marines Espaciales (125€): acabamos este apartado con la nueva caja de patrulla de Marines Espaciales, lo que Games Workshop considera el punto de partida ideal para empezar cualquier ejército de Marines Espaciales. Incluye 12 miniaturas de plástico: 1 Capitán con armadura de Exterminador, arma de energía y bólter tormenta, 1 Bibliotecario con armadura de Exterminador, 5 Exterminadores con puños de energía (incluido un Exterminador con un cañón de asalto) y 5 Marines Infernus. Me ha sorprendido ver ahí al Bibliotecario con armadura de Exterminador, cuyo lanzamiento aún está bastante reciente. Su miniatura es fantástica y, junto al Capitán con armadura de Exterminador, sirve como reclamo para esta caja que me parece un tanto cara para lo que contiene. Imagino que las cosas se ven diferentes cuando partes de cero que cuando ya tienes un buen surtido de miniaturas al que recurrir para armar una patrulla de combate, pero no me parece descabellado decir que se puede montar una buena patrulla de Marines Espaciales por veinte o treinta euros menos. Pero claro, si estás empezando o si Warhammer 40.000 te parece demasiado abrumador y sólo vas a jugar al modo patrullas, esta caja no te parecerá mala opción.



    • Genefather (25€, tapa dura, en inglés): llega esta semana la esperada nueva novela de uno de los autores más populares de la Black Library, Guy Haley (Dark Imperium, Avenging Son), en la que se narra el encuentro entre dos de las mentes más privilegiadas de Warhammer 40.000: Fabius Bilis y Belisarius Cawl. En su búsqueda por descifrar los secretos de la antigua red de pilones dejados en la galaxia por una raza ancestral, Belisarius Cawl ha invitado a los principales eruditos del Imperio a una reunión en el planeta artificial de Pontus Avernes. Aunque no ha sido invitado, Fabius Bilis, antiguo Apotecario de la Legión Traidora de los Hijos del Emperador, se presentará allí para complicar las cosas. La premisa me parece de lo más prometedor, aunque por desgracia vamos a tener que esperar un poco para poder leer la novela en formato físico. Ahora mismo ya no está disponible, lo cual me parece un claro signo del interés que había hacia ella. En cualquier caso, habrá otras ediciones en el futuro… y siempre existe la posibilidad de comprar la edición digital.


    • Genefather Special Edition (65€, en inglés): también se ponía a la venta esta semana la edición especial de Genefather, firmada por el autor y limitada a 1.500 unidades. Todas ellas han volado en pocas horas. Como hemos visto en entregas anteriores de La semana en clave Warhammer, es bastante común que estas lujosas ediciones se agoten con rapidez. Lo que no es nada frecuente es que se agoten también las ediciones normales y corrientes, como ha sucedido en esta ocasión. Tenía muchas ganas de leer Genefather, pero después de ver cómo se ha agotado de esta manera tengo aún más.


    • Wrath of the Lost (13,50€, tapa blanda, en inglés): los Desgarradores de Carne, ese peculiar Capítulo Sucesor de los Ángeles Sangrientos que se considera la ira encarnada del propio Sanguinius, vuelven en esta novela de Chris Forrester (Cthonia's Reckoning). El Capellán Dumah y el Apotecario Barachial han recibido la orden de asegurar el mundo natal de los Desgarradores de carne, Cretacia, sin saber lo que se van a encontrar allí. Su viaje les llevará a reproducir el camino del mítico fundador de su Capítulo y a descubrir lo que significa realmente abrazar la ira de los perdidos. No pinta mal, aunque no he leído nada de este autor y me faltan referencias para poder recomendarlo.


  • Cerramos el repaso, como viene siendo costumbre, con la miniatura que ha elegido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer. Se trata de Vashtorr el Arquífice, personaje que jugó un papel central en la campaña narrativa de Arcas del Augurio en la que el Primarca Lion El'Jonson regresó al presente del juego. El diseño de la miniatura de Vashtorr me parece estupendo y creo que refleja muy bien su trasfondo como semidiós de la innovación sin límites y la tecnología desenfrenada. Lástima que, sobre el terreno de juego, la miniatura no resultase igual de asombrosa. En su momento se llevó bastantes críticas en ese sentido. En cambio, su participación en Arcas del Augurio no estuvo nada mal. El señor de las Forjas de Almas quiso ascender al estado de divinidad y sumarse al Gran Juego entre los cuatro Dioses del Caos. No obstante, desde su triunfo en Wyrmwood ha estado sorprendentemente ausente. ¿Es posible que Games Workshop tenga pensado traerlo de vuelta pronto? Parece poco probable, teniendo en cuenta que hasta ahora el trasfondo de la décima edición ha estado muy centrado en el ataque de la Flota Enjambre Leviatán y la amenaza que suponen los Tiránidos para un Imperio fragmentado. Claro que todo ese caos bien podría ser aprovechado por un semidiós con oscuras ambiciones…


Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Warhammer o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

[Series] Everything's Gonna Be Okay, de Josh Thomas: destellos de brillantez

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  Nicholas es un joven entomólogo australiano que se ha trasladado a California por petición de su padre, que está enfermo de cáncer. Hace tiempo que su padre se separó de su madre y se mudó a Estados Unidos, donde se casó con otra mujer y tuvo dos hijas: Matilda y Genevieve. Por desgracia, las niñas perdieron a su madre algunos años atrás y ahora su padre no está dispuesto a permitir que se queden solas cuando él muera. Por eso pretende que Nicholas se convierta en su tutor y viva con ellas de ahora en adelante. De esta forma, y aunque es poco más que un veinteañero, Nicholas dejará atrás su vida anterior y asumirá la responsabilidad de cuidar a sus hermanastras. Junto a ellas y a su novio, Alex, formará una familia muy poco convencional. Así empieza Everything's Gonna Be Okay, una comedia creada por el cómico Josh Thomas, que también interpreta a Nicholas, conocido por la serie australiana Please Like Me (de la que ya hablé con anterioridad en este blog).

Please Like Me no tardó mucho en alcanzar el estatus de serie de culto, por lo que las expectativas estaban muy altas cuando Josh Thomas dio el salto a la televisión norteamericana con Everything's Gonna Be Okay. Por eso me parece importante aclarar que no nos encontramos ante una especie de secuela espiritual. En realidad, pese a que ambas producciones tienen ciertos puntos en común, se dirigen a un público muy distinto. Please Like Me es una serie para veinteañeros que ya se van acercando a la treintena y habla sobre cómo la muerte de nuestros seres queridos es uno de los ritos de paso hacia la madurez. En cambio, Everyting's Gonna Be Okay es una serie orientaba más bien hacia quinceañeros en la que la muerte del padre de los protagonistas se despacha con rapidez en el episodio piloto para dejar espacio a unas tramas adolescentes bastante convencionales. Eso no quiere decir que evite abordar cuestiones de mayor profundidad, como comentaré más adelante, pero sin duda acerca más a la serie a las típicas comedias de situación para adolescentes que al enfoque indie y alternativo que tan bien funcionó en Please Like Me.

Algunos aspectos de Everything's Gonna Be Okay parecen pensados para emular a Please Like Me, pero creo que no acaban de funcionar del todo bien. Por ejemplo, los episodios de la serie australiana estaban titulados con el nombre de una comida o una bebida que aparecía en ese mismo capítulo. Esto era así porque los personajes vivían parte de su vida en torno a la comida y la bebida, reuniéndose alrededor de una mesa durante una comida o saliendo a cenar a un restaurante. La trama se urdía a partir de esos momentos en los que los personajes hablaban y se relacionaban entre ellos; momentos que nos resultarán familiares porque no se diferencian mucho de los que vivimos los espectadores en nuestras vidas cotidianas. En cambio, y aprovechando la circunstancia de que Nicholas es entomólogo, Everything's Gonna Be Okay opta por titular sus episodios con el nombre común de un insecto o un arácnido, que luego aparece durante un par de segundos durante dicho capítulo. Hay muchos momentos en los que los actores y actrices entran en escena con una tarántula en la mano o con una mantis religiosa paseándose por su cabeza; momentos que se perciben artificiales y fuera de lugar, demasiado alejados de la rutina diaria de la gente. Aunque Nicholas sea entomólogo y tenga una enorme colección de insectos en casa, me parece muy raro que vaya invitando a todas las personas que pasan por allí a conocer a sus bichitos. Por tanto, pronto resulta evidente que este aspecto es en realidad un truco que busca diferenciar la serie de otras producciones similares.

Lo cierto es que el hecho de que Nicholas sea entomólogo es poco más que un gimmick. Ese aspecto apenas resulta relevante para el personaje, pese a que se supone que abandonó un proyecto de investigación que estaba realizando en Australia para cuidar a sus hermanastras. Lo único que evidencia que Nicholas es entomólogo es su colección de bichos, a los que aparece alimentando en un par de ocasiones a lo largo de la serie. Hay otro momento en el que se pone la camiseta de un congreso de entomología mientras pasea por el campo con sus hermanastras, pero más allá de eso la entomología no parece desempeñar un gran papel en su vida. Hay otros aspectos que definen mucho más a Nicholas, como el hecho de ser gay, de tener un trastorno por déficit de atención y, como también comentaré más adelante, de haber sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista. En definitiva, lo de los insectos es un detalle que queda muy bonito en las imágenes promocionales y en los tráilers, pero que no aporta mucho al conjunto. Sólo se me ocurre un momento determinado de la serie en el que las imágenes de los insectos (en concreto, las mariposas monarca) se usan con una intención simbólica y no tengo claro de hasta qué punto eso es intencional o un producto de mi propia interpretación.

No me cuesta admitir que llegué a Everyting’s Gonna Be Okay porque quería ver más de Josh Thomas tras acabar Please Like Me, pero en esta serie su personaje no es el protagonista. Nicholas actúa como un personaje secundario, incluso como un alivio cómico; es la extravagante, excéntrica e histriónica figura paterna en la vida de las dos adolescentes a las que cuida. Siempre está de fondo, pero no es la estrella de la función. Las auténticas protagonistas son Matilda y Genevieve. La primera es la hermana mayor, una chica de dieciocho años con un trastorno del espectro autista interpretada por Kayla Cromer, una actriz con autismo. Matilda se debate entre su deseo de independencia y sus dificultades para adaptarse a las exigencias de una vida fuera de su entorno cercano, adaptado a las necesidades de una persona neurodivergente. También está ansiosa por explorar su sexualidad, una circunstancia que le genera más ansiedad a su familia que a ella misma. En cuanto a Genevieve, la hermana más joven es quizá el personaje con menos desarrollo de la serie. Cargada de la típica angustia adolescente y de la confusión que experimentan todos los quinceañeros, Genevieve es una niña cuando se compara con sus compañeras de instituto. En cambio, en lo que respecta a su familia despliega una madurez inusitada y suele ser la voz de la razón ante los problemas; más que Nicholas, incluso. Ese es el motivo por el que el personaje interpretado por Maeve Press funciona mejor en relación a sus hermanos que en sus propias tramas. Ni sus intereses románticos ni su faceta creativa parecen llegar muy lejos, pues siempre son eclipsados por lo que le sucede a sus hermanos. Sus tramas románticas me parecen especialmente poco interesantes, así que al personaje no le habría venido mal la oportunidad de explorar otras facetas fuera del rol que ejerce en su peculiar familia.

Al final quien acaba acaparando la atención del espectador es Matilda, un personaje muy bien escrito y aún mejor interpretado. Son muchas las series que recurren a personajes con autismo, pero muy pocas las que entienden de verdad lo que supone ser una persona neurodivergente. La mayoría de estas producciones buscan de forma intencional los aspectos más llamativos o dramáticos del espectro autista, sin preocuparse por ofrecer una imagen cercana a la realidad. Por tanto, la imagen del autismo que muestra la cultura popular suele estar distorsionada y, en lugar de ayudar a visibilizar a las personas neurodivergentes, resulta nociva y perjudicial. Por suerte, Everything’s Gonna Be Okay entiende el autismo mejor que ninguna otra serie que haya visto y, lo que es más importante, entiende lo que supone convivir con una persona neurodivergente. También entiende que no hay nadie mejor equipado para mostrar la realidad del autismo que una persona con autismo. Kayla Cromer, la actriz que da vida a Matilda, está diagnosticada de discalculia, dislexia, trastorno por déficit de atención y trastorno del espectro autista, como ella misma compartió en una entrevista. Es la primera vez que veo a una actriz con autismo interpretar a un personaje autista en televisión y eso me parece tan destacable como positivo.

No obstante, tengo la impresión de que durante los primeros episodios los guionistas no tenían muy claro qué hacer con el personaje de Matilda. La primera trama en la que está involucrada tiene que ver con el hecho de haberse encaprichado del guaperas del instituto, un romance que por supuesto no es recíproco. Estos primeros capítulos me resultan muy manidos y convencionales, con unos argumentos que saben a refrito en los que sólo de vez en cuando aparece algún breve destello de genialidad. La serie no acaba de encontrar su camino hasta más o menos el final de la primera temporada, con los episodios en los que el viaje de exploración de Matilda lleva al personaje a iniciar un romance con una compañera llamada Drea que también tiene autismo. Interpretada de una forma encantadora por Lillian Carrier, una actriz neurodivergente, el personaje de Drea va ganando cada vez más importancia y acaba volviéndose una parte fundamental de la vida de Matilda, aunque quizá no de la forma más esperable. A partir de los sucesos del final de la primera temporada y durante toda la segunda, Everything’s Gonna Be Okay habla sobre asumir la propia sexualidad y sobre aprender a manejar una relación abierta en la que ambas partes tienen una consideración distinta acerca del sexo. Me parece de especial interés señalar que Drea acaba desvelándose como asexual y que la visión que ofrece la serie sobre el espectro ace me parece digna de aplauso.

No creo que sea casualidad que algunos de los capítulos en los que se producen esos puntos de giro que cambian por completo la dinámica entre los personajes, como el episodio de las mariposas monarca en el que florece la relación entre Matilda y Drea, acrediten al propio Josh Thomas como guionista. También algunos de mis capítulos favoritos de Please Like Me estaban escritos por él. Había algo de autobiografía en aquella serie australiana, aunque era difícil saber qué estaba inspirado en la vida de Thomas y qué era pura ficción. En Everything’s Gonna Be Okay también podemos encontrar algo de eso, aunque hay que esperar hasta la segunda temporada para verlo. Al igual que Nicholas, el actor que lo interpreta es australiano, gay y un tanto neurótico. También sufre un trastorno por déficit de atención y, no mucho antes de iniciar el rodaje de la serie, se le diagnosticó un trastorno del espectro autista. Esa experiencia se traslada luego a la ficción de una manera sorprendentemente natural y cercana. Puede que sea la trama que más me ha gustado y veo en ella la hábil mano del cómico australiano.

Desde el primer capítulo, Nicholas y su novio Alex están presentes, ejerciendo algo así como el rol de unos padres diferentes y graciosos. Pero, poco a poco, entre los momentos cómicos van surgiendo pequeños roces entre ellos que van creciendo y transmitiendo la sensación de que algo no acaba de funcionar bien en su relación. Nicholas nunca parece tomarse nada en serio y sus bromas no siempre son bien recibidas por parte de Alex. Llegados a determinado punto, la relación entre ellos se mantiene por pura inercia. En ese sentido, y de nuevo no sé hasta qué punto esto es intencionado por parte de los guionistas, su relación se parece a la de la mayoría de los padres que conozco, cuyo amor se quemó mucho tiempo atrás y que sólo siguen juntos por sus hijos y por esa inercia que han acumulado tras tantos años de convivencia. Hacia el final de la segunda temporada, y sin querer desvelar demasiado sobre la trama, diré que Alex acepta que no puede cambiar a Nicholas y que lo que siente hacia él no es correspondido de la misma forma. La comunicación entre ellos no funciona bien y eso ha sido el golpe de gracia para su relación. Cuando la pareja se rompe, Nicholas se ve obligado a afrontar algunas cuestiones sobre sí mismo que nunca se había planteado y eso le acaba llevando a ser diagnosticado con un trastorno del espectro autista. A su vez, el diagnóstico lleva al espectador a reinterpretar todo lo que conoce sobre el personaje hasta ese momento y esas pequeñas cosas que antes no terminaban de encajar adquieren sentido de golpe.

El duelo por el que pasa el personaje de Nicholas hasta aceptar su naturaleza neurodivergente me parece uno de los grandes hallazgos de la serie. “Soy gay y tengo un trastorno por déficit de atención”, le dice a una de sus hermanas en una escena muy emotiva, “no necesito más estigmas”. Todo el proceso desde su negación inicial hasta la escena en la que acude en busca de ayuda profesional me resulta fascinante y enriquecedor. Todo ese proceso, que apenas abarca un par de capítulos de menos de media hora cada uno, me ha ayudado a entender la realidad de las personas neurodivergentes más que ninguna otra cosa que haya visto. Es uno de los motivos por los que recomiendo mucho darle una oportunidad a Everything’s Gonna Be Okay, qué duda cabe. Una vez pasados los primeros episodios, que son los más convencionales y manidos, la serie empieza a adentrarse en estas cuestiones y, al llegar el final de la segunda temporada, se han convertido en el eje sobre el que gira todo el conjunto, volviéndose mucho más fresca y estimulante.

No obstante, por pequeño que sea al principio, el papel de Josh Thomas siempre resulta divertido. El cómico ha ganado experiencia y madurez desde la época de Please Like Me y eso se nota. A Thomas se le sigue dando igual de bien la faceta verbal del humor, con sus característicos diálogos rápidos y chispeantes, pero aquí está mucho más cómodo explorando la faceta física. Incluso hay un capítulo en el que se atreve a bailar y hacer un lipsync completamente en drag que me dejó descolocado y que disfruté mucho. Más importante aún es que Thomas ha mejorado como actor dramático desde Please Like Me, lo cual contribuye en gran medida a las escenas de corte más serio como las que componen ese proceso de aceptación que mencionaba antes. Lástima que Nicholas sea un personaje secundario y que no pueda brillar de verdad hasta la segunda temporada.

Así es Everything’s Gonna Be Okay en realidad: una buena serie que, en algunos momentos concretos, muestra auténticos destellos de brillantez. Si tuviese que valorar el conjunto diría que es una serie para adolescentes bastante entretenida pero demasiado convencional para mi gusto. Sin embargo, esos destellos de brillantez me atraen como la luz de una vela atrae a una polilla. Bajo esa apariencia manida y esos estereotipos tan propios de las series norteamericanas se esconde otra serie muy superior, una que tiene mucho que decir sobre las personas neurodivergentes y sobre sus relaciones con los demás. Desafortunadamente, esa otra serie se deja ver mucho menos de lo que me gustaría más allá de esos breves destellos. De los veinte episodios que componen las dos temporadas de Everything’s Gonna Be Okay sólo cuatro o cinco me parecen excepcionales. El resto oscilan entre lo aceptable y lo mediocre.

¿Habría sido mejor serie si hubiese apostado por una naturaleza más experimental y alternativa desde el principio? ¿Habría podido explotar mejor sus puntos fuertes si se hubiese ahorrado todas esas tramas de instituto que no iban a llegar a ninguna parte? ¿Habría dejado más huella si se hubiera centrado en el autismo de una forma más decidida? Poco importa, ya que la serie tuvo muy mala suerte. Everything’s Gonna Be Okay se emitió entre 2020 y 2021, en plena pandemia. De hecho, su segunda temporada se tuvo que rodar respetando las medidas de seguridad, de ahí que en ella se muestren tantas escenas al aire libre y se vea a los actores manteniendo la distancia. Supongo que también es la razón de que parte del reparto de la primera temporada no aparezca durante la segunda. Puede que esta sea una de las series en las que mejor he visto reflejada la frustración del confinamiento y cómo esa frustración genera roces y conflictos con las personas con las que se convive, ya que los actores estaban experimentando esa misma frustración durante el rodaje. Pero a las dificultades del rodaje se les sumaron unas cifras de audiencia poco favorables y la serie no fue renovada por una tercera temporada. Su cierre es más o menos conclusivo, pero deja algunos cabos sueltos. Nunca sabremos si Nicholas y Alex llegaron a retomar su relación tras conocer el diagnóstico del primero, como tampoco conoceremos la evolución de la vida en pareja de Matilda y Drea. Cuando se canceló la serie nos quedamos sin la posibilidad de que esos destellos puntuales de brillantez se convirtieran en algo más.

Temo que esta primera incursión de Josh Thomas en la televisión estadounidense sea también la última. En el momento de escribir este texto no tengo constancia de que esté trabajando en un nuevo proyecto audiovisual. Es más, parece haberse centrado de nuevo en su carrera cómica, volviendo a los espectáculos en directo (el más reciente de ellos se titula Let's Tidy Up y le llevará a una gira por Canadá y Estados Unidos). Tampoco Kayla Cromer y Maeve Press se han dejado ver mucho en televisión tras el final de la serie, por cierto. Ha tenido algo más de suerte el actor que interpreta a Alex, Adam Faison, que parece haberse pasado al cine de terror al haber participado en títulos como Beso a medianoche y el reboot de Hellraiser de 2022. También la actriz que interpreta a Drea, Lilian Carrier, se ha dejado ver en la serie As We See It (Nuestra mirada) de 2022, en la que se trata de nuevo el tema del autismo, aunque en esta ocasión no como protagonista.

Hoy, ya en 2023, resulta algo complicado ver Everything’s Gonna Be Okay, incluso recurriendo a esos métodos poco legales a los que todos recurrimos cuando algo no está disponible en nuestras plataformas de streaming habituales. La serie ya no está disponible en ninguna parte, ni siquiera en la web de Freeform, y creo que eso nos dice mucho sobre el escaso impacto que ha tenido. Me parece triste, pues creo que hay gente que disfrutaría mucho de esta serie… si supiera que existe. Ojalá Josh Thomas tenga la oportunidad de desarrollar otro proyecto para televisión, uno en el que pueda ofrecernos algo más que esos destellos fugaces de brillantez. Estoy convencido de que tiene mucho más que contarnos si le dejamos.

[15º aniversario] Tres lustros de Mundos hipotéticos: ¿y ahora qué?

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  El 5 de octubre de 2008, hace ya quince años y un día, publiqué la primera entrada de mi blog. La blogosfera era muy distinta por aquel entonces. Para empezar, aún existía una blogosfera. Aunque cuando yo entré en ella ya estaba empezando a mostrar ciertas señales de desgaste, lo cierto es que era un entorno muy activo y repleto de gente deseosa de participar en proyectos creativos. En una época en la que las redes sociales todavía eran demasiado rudimentarias y hacer un podcast o grabar un vídeo no eran actividades al alcance de todos, la blogosfera se presentó como el camino más fácil para expresarse en la red. Mucha gente se lanzó a recorrerlo con alegría, yo incluído. Quince años después, la blogosfera está más muerta que viva. Ahora es poco más que un cadáver andante, canibalizado por otros medios que requieren menos esfuerzo y se pueden consumir con mayor rapidez. Hoy el camino fácil se encuentra en otras partes y sólo los nostálgicos o los cabezotas permanecen aquí. Me he dado cuenta de que llevo quince años aquí, ¿qué voy a hacer ahora?

Estos días he tenido ocasión de reflexionar mucho sobre el tiempo que he dedicado a escribir en la red. Quería echar la vista atrás para contemplar de dónde vengo y en qué punto me encuentro antes de decidir hacía dónde voy a dirigirme. Este texto ha sido el resultado. No sé si mi experiencia puede resultarte de interés, pero te invito a que me acompañes a través de este viaje de tres lustros, si quieres.

El pasado

Me gusta escribir. Si sólo vas a recordar una cosa sobre mí, que sea esa. Me gusta escribir. Llevo quince años escribiendo en este blog. No le habría dedicado quince años si no me gustara, ¿verdad? Aún así, no me considero un buen escritor. Soy muy consciente de mis escasos recursos y de mis numerosas limitaciones, créeme. Conozco mis tics característicos, mis malos vicios y mis errores frecuentes; o, al menos, eso creo. Algunos los he ido corrigiendo con el paso del tiempo y otros los he conservado para mantener el sabor propio de mis textos. Me gusta creer que componen algo parecido a un estilo. Pero no soy un buen escritor y es bastante probable que nunca lo sea. Tampoco estoy convencido de querer serlo. Escribo porque me gusta, nada más.

Empecé a escribir siendo muy niño, puede que con diez u once años. Imagino que todos los niños a los que les encanta leer acaban desarrollando también un cierto gusto por la escritura. El primer texto que recuerdo haber escrito era una historia corta protagonizada por mí mismo, mi hermana y mis primos en la que, cómo no, yo era el héroe. La escribí en mi primera máquina de escribir; una máquina de escribir eléctrica que en aquel tiempo era lo último de lo último y que hoy no es más que una antigualla inutil. La historia se perdió en algún momento y ya no la conservo, pero recuerdo que trataba sobre una invasión extraterrestre y que estaba terriblemente mal escrita. Su final quedó abierto para una continuación que nunca llegó.

El siguiente hito llegó en mi adolescencia. Fue entonces cuando descubrí los juegos de rol y, muy en especial, Vampiro: La Mascarada. Aquel juego narrativo de horror personal supo capturar como nadie el zeitgeist de su época. Los alegres y coloridos ochenta habían terminado y los noventa llegaron cargados de desencanto y apatía. La ansiedad por el cambio de siglo flotaba en el ambiente y los jóvenes necesitábamos emociones fuertes y experiencias extremas. Todos queríamos ser provocadores, oscuros y edgy. Vampiro: La Mascarada nos permitió serlo; incluso a mí, que no era más que un pardillo cuando llegué al instituto. Con aquel juego de rol nació la necesidad de contar historias y con ella la necesidad de diseñar escenarios, de crear personajes y de pensar en el mundo que les rodeaba. Empecé a poner todas esas ideas dispersas por escrito y de ahí empezaron a surgir narraciones y relatos. En todos los años que le dediqué a Vampiro: La Mascarada, que no fueron pocos, la cantidad de materiales escritos que generé fue considerable. Me enorgullezco de conservarlos todos, aunque en su gran mayoría me parecen muy malos; apasionados, sí, pero también muy malos. Creo que ellos son los responsables de que piense que escribir ficción no es lo mío.

Habían llegado ya mis años universitarios cuando empecé a escribir en Internet de forma habitual. Fue entonces cuando llegó el fenómeno del Fotolog, al que yo también me sumé. Allí podías publicar cada día una imagen acompañada de un pequeño texto, lo cual se acabó convirtiendo en una especie de rutina. Nada de lo que publiqué allí merecía realmente la pena, aunque recuerdo haber preparado algunos textos con bastante mimo. Los conservo todos en un viejo disco duro que ya no arranca, por si algún día puedo recuperarlos. Creo que lo que hice en Fotolog fue lo que me llevó a dar el siguiente paso. También fue allí donde empecé a utilizar el nick por el que se me conocería durante muchos años: Okubo.

No recuerdo el motivo concreto, pero un día decidí que debía abrir un blog en condiciones. Era lo que hacía todo el mundo en ese momento, pues la blogosfera estaba en plena ebullición. Yo mismo visitaba con frecuencia varios blogs, sobre todo los que hablaban sobre cómic. Nunca había sido un comentarista muy activo, pero sentía la necesidad de poner por escrito mis opiniones sobre los cómics que leía o los juegos que jugaba. Ya no quería escribir ficción sino que quería adentrarme en el ensayo. Pobre de mí, soñaba con la posibilidad de ser… ejem…  crítico cultural.

En octubre de 2008, hace quince años, abrí mi primer blog. Elegí Blogger porque era la plataforma más fácil y accesible, la que no requería ningún conocimiento previo, pues no tenía ni idea sobre código html ni sobre maquetar y apenas sabía defenderme con Photoshop. Aún así, el resultado me dejó bastante satisfecho. Lo titulé El lagarto hipotético como homenaje a un relato de mi escritor favorito, Alan Moore. Precisamente, una de las primeras entradas que publiqué fue una reseña del relato en cuestión. Aún puedes leerla si te interesa, aunque ya no se encuentra en su ubicación original.

Aquel blog supuso una experiencia formativa de gran valor. Me permitió experimentar con mi escritura y probar distintos estilos y tipos de texto. También me sirvió para conocer a unas cuantas personas muy interesantes. La blogosfera estaba muy viva en esa época y era fácil dar con alguien que compartiera tus intereses. Fueron buenos tiempos, desde luego. Por desgracia, algunos de mis blogs favoritos de entonces no han sobrevivido al paso de los años. Aún es posible visitar Botafumeiro AG y Botafumeiro VJ, los blogs sobre aventuras gráficas y videojuegos de Ollodepez, pero ya no queda ni rastro de Lobo en el lodo, el blog sobre cine de M2Hero. No debería sorprenderme, pues tampoco existe ya El lagarto hipotético.

En algún momento de 2010, después de un par de años de experimentar y probar, me di cuenta de que ya no estaba a gusto con lo que había hecho en El lagarto hipotético. Sobre todo me di cuenta de que no estaba a gusto usando aquel título prestado. ¿En qué momento se me ocurrió que mis textos podrían ser merecedores de usar un título de Alan Moore, nada menos? Tenía que cambiar el título, obviamente, pero no sólo eso. También quería aprovechar la ocasión para depurar lo que había escrito. Hice una selección de los que consideraba mis mejores textos, que incluían reseñas de cómics, análisis de videojuegos y comentarios temáticos sobre películas, los revisé, unifiqué sus formatos y los trasladé a un nuevo blog. Quería que el nuevo blog fuese más… ejem… profesional. Creo que llegué a pensar que podría convertirse en una especie de portafolio en el que mostrar lo que era capaz de hacer. Quería que fuese perfecto y me propuse no publicar ningún texto en este nuevo blog del que no me sintiera satisfecho. El título que escogí para este segundo blog fue Mundos hipotéticos; un título inspirado en el anterior pero que resultaba lo bastante genérico como para que pudiera considerarlo como propio.

En efecto, El lagarto hipotético y Mundos hipotéticos son dos blogs distintos y eso hace que este aniversario sea un poco tramposo. Sin embargo, para mí uno es la continuación natural del otro y tiendo a considerarlos una misma unidad, como si el primero se hubiera transformado en el segundo tras mudar la piel. Hoy en día, hacer lo que hice sería una tontería: abandonar un dominio después de usarlo durante varios años, dejar que se perdieran todos los enlaces y los comentarios, trasladar parte del contenido a un nuevo dominio en el que comenzar desde cero… Parece la receta perfecta para que se desplomen tus estadísticas y tu blog se hunda. Claro que cuando lo hice no se le daba apenas importancia a las estadísticas porque aún no había comenzado la tiranía de los algoritmos. No me arrepiento de haberlo hecho, aunque fui lo bastante precavido como para hacer una copia de todos aquellos contenidos del blog original que no habían pasado el filtro y quedaron descartados. Están todos guardados en el disco duro que ya no arranca.

Me creía muy bueno cuando empecé Mundos Hipotéticos. Me creía casi un profesional. Qué ingenuo era. Los textos que escribí en aquel momento eran rígidos, artificiales y sosos. Les faltaba espontaneidad. Les faltaba personalidad, en definitiva. Puede que fuesen muy correctos desde el punto de vista técnico y que desplegasen unos contenidos dignos de la Wikipedia, pero los podría haber escrito cualquiera. Aún me quedaba mucho por aprender hasta encontrar mi propia voz.

En ese sentido, hubo un lugar que supuso una innegable influencia para mí y lo encontré fuera de Blogger: el foro de Último Nivel. Puede que no lo conozcas. Último Nivel era un podcast sobre videojuegos que tenía como lema “desde la pasión y el respeto”, unas palabras que desde entonces he tenido grabadas a fuego en mi interior y por las que he intentado regir todo lo que he hecho. Alrededor de aquel podcast se creó una comunidad pequeña pero encantadora, en la que se producían intercambios muy estimulantes. En ese foro publiqué comentarios cada vez más extensos sobre videojuegos, cómics, series y películas, algunos de los cuales fueron muy bien recibidos. Eso me animó a escribir más y más. Aunque hace años que el foro ya no existe, rescaté muchos de los análisis que publiqué allí antes de su desaparición. Pueden encontrarse rebuscando un poco en la sección de videojuegos de Mundos hipotéticos.

Último Nivel también fue importante porque allí conocí a gente nueva con muchas ganas de lanzarse a participar en proyectos de toda clase. Mientras la vida del viejo foro se agotaba, nuevos proyectos iban surgiendo. Nuevos foros. Nuevos podcasts. Durante los años siguientes me vi arrastrado al podcasting; y digo arrastrado porque, a decir verdad, la idea de ponerse a hablar delante del micro raras veces surgió de mí. Nunca estuve del todo cómodo grabando, sobre todo al principio. Me costó muchísimo abandonar la palabra escrita en favor de la palabra hablada. De hecho, en esos primeros tiempos me empeñé en acudir a cada podcast armado siempre con un dossier de texto que pudiera leer, porque estaba convencido de que nada de lo que pudiese improvisar iba a ser tan bueno como lo que había escrito antes.

El primer podcast en el que me invitaron a participar fue Hyrule Project, un programa sobre videojuegos derivado de Último Nivel. Iba a hablar sobre un juego bastante peculiar, El Shaddai: Ascension of the Metatron, y me sentía tan inseguro sobre lo que quería decir que me presenté con un dossier de treinta páginas. No una escaleta ni un esquema, no, sino un dossier de treinta páginas que aún conservo como una suerte de reliquia sagrada. La parte en la que participé se acabó alargando casi tres horas y tuvieron que dividir el programa en dos partes por ello. Muy propio de mí. Sorprendentemente, después de ello aún volvieron a invitarme en numerosas ocasiones. Guardo un buen recuerdo de programas como el especial de los juegos de la saga Arkham, el programa sobre mi querido Dragon's Dogma: Dark Arisen, el especial sobre las aventuras de la saga Blackwell o el comentario sobre Grim Fandango. Aunque ya no se publica con la misma frecuencia que antes, Hyrule Project ha superado los cien programas y sigue adelante. No dejes de visitarlo.

De Hyrule Project surgió otro podcast, Komikku!, dedicado no a los videojuegos sino al cómic y el manga. Fue entonces cuando pasé de ser un invitado ocasional a ser parte del equipo. Los inicios de aquel podcast fueron… difíciles. Creo que no sabíamos dónde nos estábamos metiendo ni lo que queríamos hacer en realidad. Tampoco puede decirse que funcionásemos muy bien como equipo. Yo seguía obcecado en escribir siempre todo lo que quería decir en lugar de abrazar la improvisación. ¿El resultado? Programas rígidos, artificiales y sosos, carentes de personalidad. Tras su primera y titubeante “temporada 0”, como quisimos llamarla, estaba claro que Komikku! necesitaba una profunda revisión. Llegados a ese punto, la persona que había tenido la idea de poner en marcha el podcast abandonó el proyecto.

Mientras pensábamos qué hacer con Komikku!, los dos que quedábamos pusimos en marcha otro podcast, en esta ocasión dedicado a Doctor Who. Lo llamamos Los Archivos de Skaro, uno de los proyectos más satisfactorios y que más alegrías me proporcionaron durante aquellos años. Puede que también sea el que más orgullo me genera, aunque debo confesar que nunca lo consideré mío. Siempre fue el proyecto de Dylan. Fue en Los Archivos de Skaro donde por fin me sentí lo bastante cómodo como para soltarme, dejar a un lado los textos de apoyo y aprender a mantener una conversación normal delante del micro. Poco después, gracias a la experiencia en Los Archivos de Skaro, reinventamos Komikku! junto a un puñado de colegas procedentes del foro de Último Nivel. Aquellos también fueron buenos tiempos… o, más bien, lo fueron en la red. En el mundo real, mi vida estaba pasando por un momento muy malo.

Puesto que Los Archivos de Skaro era el proyecto de Dylan, yo quise asumir la responsabilidad sobre Komikku!... y lo hice, vaya si lo hice. Lo hice hasta el extremo de la obsesión. Quería que fuera perfecto. Quería que fuera profesional. Si tenía que pasar una noche en vela editando hasta el más mínimo defecto de sonido en cada grabación, lo hacía encantado. Quería huir de lo mal que me iban las cosas en lo personal volcándome en el podcast y sobra decir que no fue una buena idea. Soy un pésimo líder, ¿sabes? Coordinar a un equipo, atender a las necesidades de cada uno de sus integrantes, asegurar que todos tengan su espacio para participar, escuchar sus opiniones, hacerlos partícipes de las decisiones… nada de eso se me da bien. Cada una de las voces de Komikku! quería hacer una cosa distinta, tirando el grupo en mil direcciones diferentes, y a mí me faltaba madurez para gestionar semejante caos. Después de una primera temporada más o menos decente, el equipo ya se estaba deshaciendo a mitad de la segunda. Yo me sentí fatal, claro. Lo último que necesitaba en ese momento era que las cosas también empezaran a ir mal en mi refugio virtual, así que hice lo único que no debía haber hecho: disgustarme y presionar a la gente para que Komikku! continuase. Entonces el equipo se rompió del todo… y yo con él.

Viendo las cosas con perspectiva, no debería haberme sentido tan mal. Éramos jóvenes, teníamos intereses diferentes y no funcionábamos como equipo. No habría pasado nada si hubiéramos dejado que el podcast se acabara por sí mismo. Ya habíamos vivido el final de Último Nivel y el mundo había seguido girando, ¿sabes? Muchos proyectos así tienen vidas muy cortas, es natural. Pero yo necesitaba que aquello funcionase porque era mi refugio. Quizá las cosas hubieran sido diferentes si, en lugar de haberme pasado las noches en vela editando, me hubiese dedicado a disfrutar de la experiencia, a escuchar a los compañeros y a crear un ambiente más agradable y divertido. Pero no, lo que hice fue sentirme culpable. Creo que una parte de mí también culpó a mis compañeros y por eso mi relación con ellos empezó a resentirse. Mi vida personal entró en un momento muy oscuro llegado ese punto.

Komikku! murió porque era lo que tenía que pasarle y ya no me duele recordarlo. Incluso hay algunos programas entre todos los que hicimos que me parecen rescatables, como el especial dedicado a Avatar: la leyenda de Aang y Avatar: la leyenda de Korra, el comentario de Doctor Extraño: Dentro de Shamballa y el especial sobre Saint Seiya: The Lost Canvas.

Los Archivos de Skaro todavía aguantó un poco más tras el cierre de Komikku!, ya que hice un esfuerzo tremendo por seguir participando pese a que estaba roto por dentro. Pero cada vez me costaba más y más encontrar las fuerzas para ponerme delante del micro. Cuando vi la oportunidad de dejarlo y marcharme… lo hice. El pobre Dylan no se merecía seguir cargando conmigo en esas condiciones. Nunca le dije lo mucho que lo sentía, pero debería haberlo hecho porque fui yo quien hizo las cosas mal.

Viéndolo con perspectiva, Los Archivos de Skaro fue lo mejor que me pasó durante esa época tan mala y por eso hoy recuerdo ese proyecto con un cariño especial. Cubrimos toda la etapa de Peter Capaldi como Doctor al mismo tiempo que se desarrollaba y tuvimos ocasión de tocar muchos temas y probar distintos formatos. Hasta nos inventamos un concurso de preguntas y respuestas. Me cuesta elegir un par de programas destacados porque me gustan todos, pero voy a recomendar los comentarios sobre Genesis of the Daleks y The Day of the Doctor.

Me alegró comprobar que Los Archivos de Skaro continuaba un poco más sin mí, reconvertido en Los Micro-Archivos de Skaro, pero eso también se acabó. Es natural que las cosas se acaben. Hoy en día Dylan sigue hablando sobre Doctor Who en otro podcast titulado Más Grande por Dentro y, como se merece todo lo bueno que le pase, te sugiero que vayas allí, te suscribas y le dejes caer alguna donación si te parece bien.

Tristemente, ya no conservo el contacto con la gente con la que participé en los podcasts de aquella época. Fui cortando la comunicación y alejándome de forma progresiva, hasta que las relaciones se enfriaron del todo. Necesitaba recomponerme y sabía que iba a ser un proceso largo porque estaba hecho trizas. No sé por qué pensé que me ayudaría empezar un nuevo proyecto que fuese mío, un podcast más íntimo y personal que me sirviera como terapia. Así nació Bifrost, un podcast sobre cultura popular desde un punto de vista LGBT+. En su momento cumplió su objetivo, ya que me sirvió para desahogarme y expresar algunas cosas que llevaba demasiado tiempo reprimiendo. Hoy en día algunos de los programas que hice me dan un poco de vergüenza, tengo que admitirlo. Ese podcast ya no está disponible en ninguna parte, salvo en un disco duro que tengo guardado en un cajón. Ese disco duro sí arranca, así que la posibilidad de volver a publicarlos en algún momento sigue existiendo; es bastante remota, me temo, pero existir, existe.

Me gustaba el formato de aquel podcast y creo que escribí algunos textos bastante decentes para él. En efecto, para grabarlo volví a recurrir a escribir todo lo que quería decir delante del micro, pero aquello no fue un retroceso sino un avance. Leía aquellos textos de forma flexible y me permitía el lujo de improvisar cuando me parecía apropiado. Conservo algunos de los guiones que escribí durante esa breve temporada y me atrevería a decir que en ellos empezaba a intuirse la chispa que antes le faltaba a mis escritos. Algo había empezado a cambiar después de mi aventura con el podcasting, creo.

No pasó mucho tiempo hasta que cerré Bifrost y borré su rastro de la red. Me prometí que no volvería a grabar más podcasts y que me centraría en recuperarme y enderezar mi vida. Lo sorprendente es que lo conseguí… durante un tiempo. Mejoré y luego empeoré otra vez. Mejoré y empeoré de nuevo. Mejoré y empeoré y de vuelta a empezar. Llegué a la conclusión de que el trabajo que debía hacer para estar a gusto conmigo mismo y poder vivir una vida más o menos normal no se iba a acabar nunca y eso fue liberador. Resulta que soy un trabajo en proceso y siempre lo seré. Ahora que lo sé estoy mucho mejor, te lo prometo. He aprendido mucho y quizá, sólo quizá, también haya madurado. Mi vida ha recuperado algo de estabilidad y yo me siento muy, muy bien.

Lo malo es que, durante mi época de podcasting, dejé mi blog abandonado. No abandonado del todo, ya que de vez en cuando iba publicando alguna cosa, pero eran publicaciones ocasionales. Es más, no sé cómo pudo sobrevivir después de pasar por periodos de inactividad tan largos. Me gusta pensar que llevo quince años escribiendo en Mundos hipotéticos, pero durante esos tres lustros ha habido meses y meses de completo vacío en los que casi no escribí nada. En el archivo hay algunos años con apenas unas pocas entradas publicadas. Algunas de las secciones que empecé con más fuerza se desinflaron muy pronto, quedando inconclusas. Hay mucho potencial inalcanzado en Mundos hipotéticos. Este blog ha sido tan inestable y errático como la persona que lo escribe.

Hubo otro hecho que perjudicó al blog y fue que, hacia el final de mi época de podcasting, fui abordado por una persona que quería reclutarme para participar en Zona Negativa. Yo no me había ofrecido voluntario ni había mostrado interés alguno por unirme a esa web, así que podríamos decir que fui elegido a dedo. Aquello debería haberme hecho sospechar, pero acabé accediendo. Durante los primeros meses ejercí de articulista y publiqué unos cuantos textos muy en mi línea, de esos dignos de la Wikipedia pero carentes de corazón. Pero al publicar allí me sentí validado. Ya era casi un… ejem… crítico profesional.

Entré en Zona Negativa con muchas ganas y con ánimo de aprovechar la visibilidad que esa página podía proporcionarme, mucho mayor de la que me habían proporcionado proyectos anteriores. Quería ser atrevido y provocador. Quería alardear de superioridad moral. Escribí un artículo sobre cómics protagonizados por personajes femeninos y otro sobre personajes LGBT+ que recibieron miles de visitas, así como unas cuantas decenas de los comentarios más deleznables que había visto hasta entonces en la red. No estaba preparado para tratar con una situación así y creo que eso influyó en que mi recién descubierta faceta de articulista perdiese fuelle con rapidez.

Pero pronto me quedó claro que la persona que me había reclutado no lo había hecho para que escribiese. Parece que me había escuchado en alguno de mis podcasts anteriores y lo que quería en realidad era que participase en el recién inaugurado podcast de Zona Negativa. Volví a decirle que sí, aunque me había propuesto no volver a grabar un podcast en la vida. Para entonces ya llevaba más de cien horas de grabación acumuladas, así que aquello era pan comido para mí. Además, creo que podría decir que no se me daba mal del todo eso de ser podcaster, si me permites ese pequeño alarde. Había ganado soltura y dinamismo, controlaba bien los tiempos, dejaba espacio a los demás participantes, soltaba alguna que otra nota de humor entre mis intervenciones…

Durante un tiempo me sentí a gusto haciendo lo que estaba haciendo, pero eso era en parte porque la persona responsable del podcast lo mantenía más o menos aislado del resto de Zona Negativa. Esa persona tenía sus propios planes, que en numerosas ocasiones chocaban con los planes del director de la web. Se inició una terrible guerra fría entre ellos que me pilló a mí en medio. No voy a dar detalles al respecto, pero vi algunas cosas durante aquel conflicto que habrían espantado a cualquier persona con dos dedos de frente. Tendría que haber salido huyendo entonces, pero no lo hice porque no soy una persona con dos dedos de frente. Ya debes haberte percatado de ese detalle si has ido siguiendo mi relato. No obstante, tomé nota de lo que había visto, de las cosas que se habían dicho y se habían hecho, y pensé que algún día yo podría estar en el centro de un conflicto similar en lugar de observándolo desde las barricadas.

Seguí escribiendo en Zona Negativa y hasta participé en unos cuantos podcasts más tras la salida de la persona que me había reclutado para montar su nuevo proyecto independiente, pero desde ese punto en adelante mi implicación en la web fue meramente “profesional”. Ya me costaba implicarme personalmente en cualquier proyecto después de lo sucedido con Komikku! y Los Archivos de Skaro, pero después de aquella experiencia me mantuve siempre a cierta distancia de la gente. Hacía lo que tenía que hacer de la mejor manera posible y nada más.

Fui parte del equipo de Zona Negativa durante unos siete años más o menos y he llegado a la conclusión de que la razón principal por la que estuve tanto tiempo allí fue la inercia. Había un grupo muy reducido de personas del equipo con el que llegué a sentirme cómodo y con el que desarrollé bastante confianza pese a todas mis reticencias, pero sobre todo estaba allí porque era lo más fácil. Me estaba dejando llevar, nada más. Ese entorno no me motivaba ni incentivaba mi creatividad. Muy pocas de mis propuestas surgieron adelante, sino que trabajé en las propuestas de otros.

Quizá lo más destacado que hice durante esa época fue el boletín semanal de noticias sobre Marvel. No voy a enlazarlo porque no me apetece volver a entrar en Zona Negativa, pero seguro que puedes encontrarlo por tu cuenta si tienes interés. Estaba muy a gusto haciéndolo y me resultaba útil en varios aspectos. Por un lado, me obligaba a estar pendiente de la actualidad y, por otro, me obligaba a trabajar con la información, a seleccionar la más destacada, a resumir y a concretar los detalles. Tengo tendencia a divagar, como ya sabrás, así que me venía bien hacer ese ejercicio todas las semanas. Disfrutaba mucho escribiendo el Boletín Marvel, aunque no fuera la tarea más creativa del mundo. No sé qué habrá sido de él desde entonces, y lo cierto es que prefiero no saberlo, pero me dolió un poco dejarlo cuando me fui de la web.

Con el paso de los años se fueron acumulando pequeños roces y diferencias de opinión, pequeños desplantes y respuestas fuera de lugar, pequeños chistes ofensivos y tratos inadecuados. Todo eso me fue erosionando más de lo que creía. Un día acabé estallando por algo que ni siquiera tenía que ver conmigo y me encontré de golpe en el centro del conflicto, como sospechaba que acabaría pasando. Y me fui. Y me sentí aliviado.

Y volví aquí, a Mundos hipotéticos, a mi blog, a mi sitio. Este es el único lugar de la red genuinamente mío. Y, al volver, me planteé una pregunta fundamental: ¿quería seguir escribiendo? Después de pasar tanto tiempo escribiendo para otras personas y participando en proyectos ajenos, sin apenas motivación, ¿de verdad quería seguir escribiendo? La respuesta fue un rotundo sí. Te lo dije al principio: me gusta escribir. Si sólo vas a recordar una cosa sobre mí, que sea esa, ¿vale? Me gusta escribir. Y ahora quiero volver a escribir para mí, aquí, en mi sitio.

Esa época en la que escribía para los demás, en la que buscaba la aprobación de otros y en la que pretendía ser algo parecido a un profesional de la escritura ha quedado atrás. No deseo ser un referente, acumular miles de visualizaciones, que me propongan escribir prólogos o que me envíen copias de prensa. No quiero ganar dinero escribiendo ni quiero grabar más podcasts. No quiero desviarme más de mi camino. He borrado mis redes sociales y limitado mi presencia en la red a este diminuto e insignificante rincón. Y aquí quiero escribir, sin preocuparme por nada más que por el placer de la escritura.

El presente

Quince años es mucho tiempo. He hecho muchas cosas en muchos sitios distintos y lo que te he contado hasta ahora no ha sido más que una parte. Me he dejado algunas cosas en el tintero, como las más de cuatrocientas páginas de una novela escrita a cuatro manos que quedó inconclusa durante mis años universitarios. Pero será mejor que no siga alargando la historia. Hablemos de números, si te parece.

Ahora que he vuelto a Mundos hipotéticos y que este va a ser el único lugar de Internet al que le voy a dedicar mi tiempo conviene concretar en qué punto se encuentra el blog. Vamos pues a echarle un vistazo a sus estadísticas. Puesto que Blogger forma parte de Google y está gobernado por los algoritmos, hace todo lo posible por mostrar las estadísticas a sus usuarios, en un evidente intento por generarles ansiedad y malestar. Ellos lo llaman engagement, pero eso no es más que un término moderno para definir algo tan antiguo como la necesidad de aprobación. Si consigues poca aprobación vas a hacer lo posible por conseguir más, mientras que si consigues mucha vas a intentar mantenerla todo lo posible. Eso te va a mantener generando contenido, que es lo que Google necesita para alimentar sus algoritmos. A mí me dan igual las estadísticas por mucho que Blogger me las eche a la cara cada vez que entro y el único engagement que necesito me lo ofrece la escritura, así que voy a enseñarte las estadísticas del blog para que podamos dejarlas a un lado.

En el momento de publicar este texto, Mundos hipotéticos acumula 338 entradas y 229 comentarios publicados. Está cerca de las 448.000 visualizaciones totales, con una media de visualizaciones diaria situada entre las 130 y 150. Esto no es gran cosa, como te puedes imaginar. No entiendo mucho del tema, pero supongo que esas cifras se deben en gran medida a que el blog lleva muchos años abierto. Cuando sumas muchas cifras pequeñas durante mucho tiempo acabas teniendo una cifra más o menos grande. Lo único que me parece meritorio son esas 338 entradas, todas ellas bastante extensas y todas ellas escritas por mí. Pero, una vez más, ese número hay que ponerlo en su contexto: 338 entradas en quince años equivale a unas 22 entradas al año, lo cual tampoco es gran cosa. Además, hay que tener en cuenta que el blog ha pasado por larguísimos períodos de inactividad. Consultando el archivo veo que en 2018 publiqué tres entradas, en 2019 cuatro, en 2020 otras cuatro, en 2021 ocho y en 2022 sólo dos.

La imagen que dibujan las entradas más visualizadas también está bastante distorsionada, a mi parecer. La entrada con más visitas, con diferencia, es mi guía de lectura de La Herejía de Horus para Warhammer 40.000, que ha superado las 30.000 visualizaciones y sigue sumando un montón más cada día. Es una entrada publicada en septiembre de 2022. La segunda más visitada es mi comentario del anime de Utena, la Chica Revolucionaria, que ya está cerca de las 14.000 visualizaciones. Es una entrada publicada en agosto de 2015. No esperaba que estas dos fueran las entradas más populares del blog, pero estoy satisfecho con ello. En especial con el comentario de Utena, que me gusta bastante. La cosa empieza a cambiar al seguir bajando por la lista.

La tercera entrada más visitada es una reseña de World War Hulk bastante mediocre que publiqué en mayo de 2011 y que por algún motivo que se me escapa lleva algo más de 10.000 visualizaciones. Le siguen una reseña algo mejor de V de Vendetta que publiqué en junio de 2009, con más de 7.000 visualizaciones, y otra de Capitán América: Renacimiento de mayo de 2010, con un poco más de 6.000 visualizaciones. Luego hay un comentario sobre la película Perfect Blue de julio de 2009 con cerca de 5.000 visualizaciones, pero estoy convencido de que se deben en su mayor parte a que contiene la palabra hentai y una imagen de una mujer a la que se le ve un pecho. Al seguir bajando van apareciendo entradas que no me parecen especialmente destacables o brillantes que van acumulando visitas mientras que otras entradas mucho más trabajadas, incluso algunas que me parecen realmente buenas, languidecen en la oscuridad sin recibir atención. No hay quién entienda el funcionamiento de esta Internet de las estadísticas y los algoritmos. Qué horror.

Vamos a intentar compensar la situación listando algunas de las entradas de las que estoy más orgulloso y que no han llegado a funcionar en lo que a las estadísticas respecta, por si te apetece darles una oportunidad. Por ejemplo, en el apartado de anime destacaría mi repaso por toda la historia de Neon Genesis Evangelion, culminando en la extraordinaria película Neon Genesis Evangelion 3.0+1.0 Thrice Upon a Time, cuyo visionado supuso una auténtica catarsis para mi. En el apartado de videojuegos destacaría mi análisis de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, un título que oscila de forma salvaje entre lo sublime y lo ridículo, que me sirvió para reflexionar acerca de mi relación de amor/odio con las obras de Hideo Kojima. En cuanto al apartado de series, podría poner sobre la mesa mi comentario sobre la serie británica Queer as Folk de Russell T. Davies, que resume bien cuál es mi posicionamiento ideológico en este momento, o mi comentario sobre la fantástica Misa de medianoche de Mike Flanagan, que me sirvió como excusa para explorar mi relación con el mito del vampiro y con las instituciones religiosas. También debería mencionar mi análisis de la serie de animación Midnight Gospel, que en el fondo habla sobre mi relación con la muerte en una época en la que la tenía muy cerca de mí. En el apartado de cómic me gustaría recomendar mi reciente reseña de El armario, de James Tynion IV y Gavin Fullerton, en el que me serví del mismo simbolismo que utiliza el cómic para hablar con sutileza de cosas que en otras circunstancias no me atrevería a mencionar. Oh, y también mi vieja reseña de Doctor Extraño: Dentro de Shamballa, uno de mis cómics favoritos de todos los tiempos y una lectura profundamente espiritual.

A pesar de tener ya un tiempo, algunas de esas entradas han obtenido unas cifras muy malas. Pero, a decir verdad, a las entradas más recientes tampoco les está yendo mejor. Desde que retomé el blog el pasado verano, la media de visualizaciones de las entradas nuevas está en torno a 10 o 20, algo irrisorio. Soy consciente de que hay formas de mejorar esos resultados, facilitando el trabajo a los algoritmos para que posicionen mejor las entradas, pero me niego en rotundo a alterar mi manera de escribir para complacer a una máquina. Mis textos son como tienen que ser: no los voy a hacer más cortos, no voy a reducir la extensión de los párrafos ni voy a destacar palabras clave que los bots puedan localizar con facilidad. Tampoco voy a mover mis textos en redes sociales para rascar unas pocas visitas más. Si mi forma de hacer las cosas le resulta hostil a los algoritmos y no atrae a la gente, que así sea.

Por un lado quiero creer que cada persona acaba encontrando el tipo de contenido que le gusta si lo busca lo suficiente. Por eso intento escribir el tipo de textos que a mí mismo me gustar leer, para llegar a gente similar a mí con la que poder intercambiar inquietudes y puntos de vista. Así eran las cosas cuando llegué a la blogosfera hace quince años, así que albergo cierta esperanza de que el tipo de lector al que me dirijo vaya llegando poco a poco pese a lo que marquen las estadísticas. Desafortunadamente, por otro lado estoy convencido de que la blogosfera está muerta y enterrada desde hace años. Las redes sociales y los podcasts la mataron y ahora Blogger es un enorme cementerio de elefantes cuyos huesos son roídos por insidiosos algoritmos e inteligencias artificiales hambrientas como hienas. Poca gente sigue entrando aquí de forma regular y eso reduce mucho las posibilidades de que pueda encontrar al tipo de lector que busco. Pero no pasa nada; he hecho las paces con este hecho. Recuerda que escribo porque me gusta, no para conseguir reconocimiento.

Es posible que Blogger esté muerto, pero te aseguro que Mundos hipotéticos no lo está. Desde que abandoné Zona Negativa el pasado verano me he dedicado al blog con una renacida motivación. He cambiado su formato para facilitar la lectura en dispositivos móviles y he ido puliendo detalles aquí y allá para hacer que resulte más cómodo y manejable. Y lo que es más importante: he estado escribiendo mucho. En lo que llevamos de 2023 he publicado 68 entradas, 63 de ellas en los últimos meses. Es un cambio considerable respecto a las cifras a la baja de años anteriores.

Entiendo que el tipo de blog que estoy haciendo ya no se lleva en pleno 2023. Quizá un blog especializado en un único tema y que pueda atraer a un público concreto pueda funcionar mejor, pero este modelo de blog tipo diario en el que igual publico una reseña de un cómic que un análisis de un juego o un comentario sobre una serie de televisión ya no funciona. Para eso están las redes sociales o las aplicaciones en las que se valoran con estrellitas los títulos que vas leyendo, jugando o viendo. El tiempo de los blogs de contenido variado ya pasó. Pero, vaya, no te lo vas a creer: me gusta escribir. Y voy a seguir escribiendo aquí.

El futuro

¿Sigues ahí? Temía haberte perdido después de todas estas divagaciones. Hasta ahora hemos repasado mi trayectoria durante los quince años de existencia de Mundos hipotéticos, lo que también ha servido para repasar mi presencia en la red durante estos tres lustros y cómo ha afectado a mi relación con la escritura. A continuación, le hemos echado un ojo a la situación actual del blog para comprobar en qué punto se encuentra. Sólo queda preguntarnos por el futuro y plantear qué va a pasar con Mundos hipotéticos a partir de ahora.

Si quieres saber qué pinta tiene el futuro del blog te diría que le eches un vistazo a las entradas que he ido publicando estos últimos meses. El panorama que dibujan esas entradas es justo lo que quiero construir de ahora en adelante. Mi intención es publicar tres o cuatro entradas a la semana, dependiendo, claro está, de la cantidad de tiempo de la que disponga. Algunas semanas serán tres, otras serán cuatro y otras serán nada más que dos. Me voy a permitir cierta flexibilidad y no me voy a atosigar a mí mismo poniéndome plazos o fechas límite para publicar. Los textos se publicarán cuando estén listos, sin respetar periodicidad alguna. La única excepción serán las secciones que se publicarán durante el fin de semana, de las que hablaré dentro de un momento. Habrá otras secciones fijas, que también explicaré con detalle a continuación, pero serán aperiódicas. Eso quiere decir que es posible que cada nueva entrega se publique dentro de unos días, dentro de unas semanas o, en el peor de los casos, dentro de unos meses. Esto es, cuando esté lista. Si por casualidad estás entre las pocas personas que siguen una de esas secciones te pediría que tengas paciencia porque las entregas irán llegando. En cuanto al resto de contenidos, lo único que puedo decir es que serán imprevisibles. Tratarán sobre lo que tengan que tratar y se publicarán cuando se tengan que publicar.

Pero mejor pongamos nombres y apellidos a cada cosa en lugar de quedarnos en simples vaguedades. Hablemos sobre las dos secciones fijas de los fines de semana: La semana en clave Marvel y La semana en clave Warhammer. Ambas secciones son boletines informativos en el sentido más tradicional, puesto que se centran en informar de las noticias más relevantes en cuanto a mis dos intereses principales: los cómics de Marvel y las miniaturas de Warhammer. Hacerlas me sirve como pretexto para mantenerme al día de los anuncios que van llegando y también para ahondar en aquellos aspectos que desconozco, que son muchos. Pero su función no es sólo informar, sino también valorar. De una forma sorprendentemente natural, mis propias opiniones se han ido colando en esas secciones y he decidido permitirlo.La semana en clave Marvel se publicará todos los sábados, mientras que La semana en clave Marvel llegará todos los domingos.

Como sospecharás, La semana en clave Marvel es una especie de continuación del Boletín Marvel que hacía cuando estaba en Zona Negativa. Elaborar ese boletín todas las semanas se había convertido en una rutina tan asentada que, cuando salí de la web, sentí un gran vacío y la imperiosa necesidad de llenarlo. No pretendo competir con el boletín de Zona Negativa, sea cual sea su forma actual, eso lo puedes tener claro. La semana en clave Marvel es otra cosa; una autoindulgencia que me permito, un capricho. 

En cuanto a La semana en clave Warhammer, también empecé a hacer esa sección para rellenar un vacío, en este caso el que dejó uno de los blogs que visitaba con frecuencia, El Descanso del Escriba, que se había convertido en uno de mis lugares de referencia para informarme sobre la actualidad del mundillo de Warhammer y ya lleva algún tiempo inactivo. Con La semana en clave Warhammer no pretendo recoger el testigo dejado por ese blog, ya que no dispongo de la experiencia ni de los conocimientos de su responsable. Sólo pretendo aprender sobre esta afición en la que aún soy un recién llegado y que estoy disfrutando tanto. Si mientras tanto esos textos pueden servir de orientación a alguien que se encuentre en mi misma situación, estupendo.

Las otras dos secciones fijas, que se publicarán de forma aperiódica, son Prehistoria mutante y Cultura mutante. Prehistoria mutante ya lleva casi veinte entregas publicadas, así que va bastante bien encaminada. Se trata de una serie de comentarios número a número de las historias de la Patrulla-X original, lo que vendría a ser el principio de un ambicioso plan que consistiría en reseñar número a número toda la historia de la Patrulla-X desde sus inicios hasta la salida de Chris Claremont de la franquicia mutante. Pero no adelantemos acontecimientos. Ya llegaremos a la Historia mutante cuando toque. De momento nos limitaremos a la Prehistoria mutante, ofreciendo una lectura desde una óptica actual de esas historias que, admitámoslo, no han envejecido demasiado bien.

Sé que las entregas de Prehistoria mutante pueden resultar un tanto más hostiles de la cuenta, ya que suelen estar alrededor de las 3.000 palabras y no están acompañadas de imágenes. Esto es así porque me resultan muy laboriosas de escribir y prefiero no dedicar tiempo a la maquetación. Lo ideal sería leerlas acompañadas de una copia impresa del cómic que se comente en cada una, creo yo, pero cada cual es libre de abordar mis textos como mejor le parezca. Y, sí, soy consciente de que querer reseñar número a número todas las historias de la Patrulla-X, aunque sean sólo las de la Patrulla-X original, es una completa locura. Lo sé, pero mientras trabajo en esa locura estoy disfrutando una barbaridad. Lo único que hay que tener en cuenta es que la sección se tomará una pausa de vez en cuando para que pueda hacer otras cosas y no acabe quemándome antes de acabarla. Llevo casi unas veinte entradas y quedan otras cuarenta más, así que ya he completado más o menos un tercio del total. No está mal, ¿no te parece?

En cuanto a Cultura mutante, por el momento es una novedad con una única entrada publicada. En ella iré abordando viejos conceptos de todas las épocas de la franquicia mutante, pero voy a poner cierto énfasis en los de la década de los noventa por pura diversión. Esta es una sección un poco más libre y cuyos contenidos van a variar de forma notable de una entrega a otra, por lo que puede que no todas te resulten igual de interesantes. En la primera hablé sobre los Protocolos de Xavier y en la segunda haré lo propio con el Virus del Legado. Puedo adelantar que la tercera tratará sobre el Club-X, pero todavía no he pensado cuáles serán los siguientes temas. Por fortuna, las posibilidades son tan amplias que no voy a tener problemas para elegir alguna cuestión que me resulte curiosa. Pocas cosas me gustan más que escribir sobre la Patrulla-X. La única consideración a tener en cuenta es que esa sección también aparecerá de forma aperiódica. Intentaré que haya al menos una entrega cada dos o tres semanas, pero no prometo nada.

Como decía antes, el resto de contenidos serán imprevisibles y aparecerán publicados en cualquier momento, casi siempre en horario de tarde. Esos contenidos incluirán reseñas de cómics o libros, análisis de videojuegos, comentarios sobre series o películas… y cualquier otra cosa sobre la que se me ocurra escribir y que me parezca pertinente. En los próximos párrafos incluyo algunos adelantos.

En lo que a cómics se refiere, en este momento estoy trabajando en las reseñas de los dos especiales del Orgullo publicados por ECC, para complementar las dos reseñas que ya tengo publicadas sobre los especiales Marvel Pride de Panini. Más adelante tengo pensados otros tres artículos sobre DC, en concreto sobre la Legión de Superhéroes. Uno de ellos tratará sobre la etapa clásica de Paul Levitz que publicó Planeta en su infame edición de Clásicos DC hace años, el otro abordará la etapa conocida como Cinco años después que publicó ECC en tres tomos no hace tanto y, para acabar, el último le echará un vistazo a L.E.G.I.O.N., el spin-off derivado del evento Invasión. De hecho, puede que de L.E.G.I.O.N. haya dos artículos, uno con su etapa noventera y otro con el breve pero estimulante relanzamiento de 2009, es decir, el segundo volumen de R.E.B.E.L.S. que sacó Planeta por aquel entonces en cuatro tomos. Si lo que te interesa es Marvel, hay un par de colecciones sobre las que no he tenido ocasión de escribir hasta ahora y que me apetecería mucho tratar: el Estela Plateada de Dan Slott y Mike Allred, la Lobezna de Tom Taylor y David López y la Viuda Negra de Mark Waid y Chris Samnee. También quisiera hacer algo sobre la Historia del Universo Marvel de Mark Waid y Javier Rodríguez y sobre los Eternos de Kieron Gillen y Esad Ribić, aunque no sé muy bien qué. ¿Habrá algo sobre cómic independiente? Pues en mi cabeza tengo una serie de cuatro o cinco artículos dedicados al fallecido Universo Crossgen. Sólo falta escribirlos, claro.

El cómic no será el único campo a tratar, pero sí será uno de los más recurrentes, desde luego. En cuanto al audiovisual, tengo pendientes al menos tres artículos sobre Star Wars: uno para cada temporada de Star Wars: Visions y otro para la recientemente finalizada primera temporada de Ahsoka. También quiero escribir sobre las dos temporadas de Heartstopper y las dos de Good Omens, faltaría más. Pasando al manga y al anime, apunto aquí varios títulos que me gustaría comentar en algún momento: Cyberpunk: Edgerunners de Studio Trigger, One Room Angel de Harada, Metamorfosis BL de Kaori Tsurutani, Look Back de Tasuki Fujimoto y Goodbye Eri del mismo autor. Además, puede que en algún momento me meta en Ghost in the Shell para tratar esa franquicia en toda su extensión. ¿Y qué hay de los videojuegos? Tengo ya bastante organizado un artículo sobre Spiritfarer, que en tiempos recientes ha ganado un nuevo significado para mí. También quisiera escribir algo sobre The Talos Principle ahora que llega su secuela, pero tendría que organizarlo bien para no perderme entre tanta cuestión filosófica.

Lo que tengo bastante claro es que en este tipo de artículos variados va a predominar la temática LGBT+, como se ha podido ver a lo largo de los últimos meses. De todas formas, como persona LGBT+ que soy, todo lo que escribo parte siempre de una óptica LGBT+, así que se podría decir que todos mis textos son queer independientemente del tema que traten. Espero que no tengas ningún problema con eso.

También sería de rigor escribir algo sobre Vampiro: La Mascarada, dado que fue tan importante en el desarrollo de mi pasión por la escritura. Hace mucho tiempo que no juego, pero he seguido leyendo suplementos y he estado poniéndome al día de su quinta edición. Quizá recupere algunos de mis suplementos favoritos o escriba alguna cosa sobre el trasfondo. No hace mucho estuve releyendo el Libro de Nod y pensé que era una trabajo de orfebrería maravilloso. Por supuesto, también tengo que volver a escribir sobre las novelas de Warhammer 40.000 más pronto que tarde. En mi lista de pendientes tengo una versión actualizada de mi guía de lectura de La Herejía de Horus, que ya se ha quedado obsoleta, así como un comentario de la célebre trilogía de Eisenhorn.

Y, antes de seguir lanzándome a acometer nuevas ideas, no estaría mal recuperar alguna de las viejas ideas que se quedaron por el camino tiempo atrás, ¿verdad? Hace unos años me animé a comentar las novelas principales de la Dragonlance en orden cronológico, pero lo tuve que dejar justo cuando estaba llegando a los libros más importantes. Ahora que esas viejas novelas vuelven a contar con ediciones recientes sería un buen momento para retomar aquel proyecto e ir añadiendo algún comentario de vez en cuando. De nuevo no prometo nada, pero la posiblidad está ahí.

Estoy planteándome muchas posibilidades, como puedes ver. El tiempo dirá cuántas llegarán a materializarse al final, pero si estos quince años me han enseñado algo es que las cosas nunca salen tal y como se habían planeado. Va a ser divertido volver a esta entrada dentro de un tiempo y ver en qué ha quedado todo al final.

Y hasta aquí esta especie de celebración del 15º aniversario del blog. No sé cuántos años más cumplirá Mundos hipotéticos. Se me olvidó celebrar su 10º aniversario y quién sabe cómo estarán las cosas cuando llegue al 20º, si es que llega, pero ha estado bien dedicar un momento a reflexionar sobre lo que fue, lo que es y lo que será. Ahora ya sólo queda descubrir qué nos deparará el futuro. Lo único que te puedo asegurar que he disfrutado mucho escribiendo aquí estos últimos meses y que mi intención es seguir haciéndolo sin preocuparme demasiado por el día de mañana. El viaje continúa.

¿Te apetece acompañarme?

La semana en clave Marvel #15

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  La semana en clave Marvel es un boletín informativo semanal sobre todo lo relacionado con los cómics de Marvel a ritmo USA. Esta semana con noticias sobre la nueva colección de portadas alternativas de los Stormbreakers, la llegada de los cómics de Star Wars: The High Republic a su Fase III… y más.


  • Los últimos siete días han sido sorprendentemente pobres en lo que a anuncios por parte de Marvel se refiere. Además, casi todos han estado relacionados con el lanzamiento de portadas alternativas. Las portadas alternativas han sido una forma de inflar las ventas de forma artificial desde la década de los noventa, así que el hecho de lanzar muchas siempre me parece una mala señal. Marvel publica muchísimas y dedica gran parte de sus recursos a promocionarlas, a veces en detrimento de otros lanzamientos que quizá se beneficiarían si tuviesen más visibilidad. Pero, claro, parece que el truco les sigue funcionando. Las portadas alternativas más destacadas que se han anunciado esta semana son las últimas que han preparado los Stormbreakers, el equipo de dibujantes de élite de la editorial; es decir, Elena Casagrande, Nic Klein, Jan Bazaldúa, Chris Allen, Martin Coccolo, Lucas Werneck, Federico Vicentini y C.F. Villa. Esta colección de portadas está dedicada a “personajes icónicos” de Marvel y llegará a las librerías durante el próximo mes de noviembre. Creo que la más vistosa es la de la Capitana Marvel con su nuevo uniforme dibujada por Lucas Werneck, que incluyo a continuación.


Captain Marvel #2 Stormbreakers Variant Cover by Lucas Werneck​​​​​​​

Fecha de publicación: 22 de noviembre de 2023


  • Lo siguiente que quiero comentar no es técnicamente una noticia, pero me parece que ofrece información muy curiosa. Resulta que Marvel ha dado algunas cifras sobre los Infinity Comics de su plataforma Marvel Unlimited. Es fácil ignorar estos cómics digitales en formato vertical cuando no eres su público objetivo, lo que lleva a pensar que deben ser poco importantes en los planes de la editorial. Sin embargo, las cifras indican lo contrario. Ya se han publicado casi 900 Infinity Comics en Marvel Unlimited y acumulan más de cinco millones de lecturas. En concreto, el tiempo total que han dedicado los usuarios de Marvel Unlimited a leer Infinity Comics ha sido de 6.796 días, 11 horas y 18 minutos. No se conoce el número exacto de suscriptores de Marvel Unlimited, por lo que no podemos poner estas cifras en su contexto, pero a priori parecen unos resultados excelentes. Los Infinity Comics deben ser baratos de producir, sobre todo teniendo en cuenta que algunos de ellos son cómics previamente publicados en físico que se han adaptado al formato de lectura vertical, así que a la editorial le deben estar saliendo las cuentas. Aún están lejísimos de las cifras que hacen plataformas como Webtoon o Tapas, claro, pero todo apunta a que el reclamo de los Infinity Comics está atrayendo a la gente hasta Marvel Unlimited. ¿Será este el ansiado relevo generacional que no llega a las ediciones en papel? Aún así, por su temática y formato, supongo que los lectores habituales de Infinity Comics sólo son una fracción de los usuarios totales de Marvel Unlimited. Cómo me gustaría echarle un ojo a las estadísticas del servicio. Puede que el futuro de la editorial se esté gestando delante de nuestras narices y no nos estemos dando cuenta.



  • Pasamos ahora a Star Wars: The High Republic, ya que este escenario de la saga galáctica entrará en su Fase III el próximo mes. Eso supondrá nuevas novelas y nuevos cómics ambientados en esta antigua era dorada de la Orden Jedi. También regresará la colección principal publicada por Marvel, en lo que supondrá su tercer volumen (el primero abarcó quince números y el segundo diez). También vuelve su equipo creativo habitual, compuesto por el guionista Cavan Scott (Star Wars: Yoda) y el dibujante Ario Anindito (Atlantis Attacks). En cuanto al argumento, recuperará a uno de los personajes de la Fase I, Keeve Trennis, ahora convertida en una Maestra Jedi que lucha por reunir de nuevo a los suyos en un remoto extremo de la galaxia. La nota de prensa destaca que este tercer volumen será accesible a los nuevos lectores, lo que puede ser de interés para los que, como yo, no hemos seguido demasiado los lanzamientos relacionados con The High Republic.


Star Wars: The High Republic #1 (Fase III)

Guion: Cavan Scott

Dibujo: Ario Anindito y Jim Towe

Portada: Phil Noto

Fecha de publicación: 8 de noviembre de 2023


  • Por desgracia, hoy toca comentar una de esas noticias que ponen en evidencia la distopía capitalista en la que se ha convertido Estados Unidos y lo precario que es el oficio del artista de cómics. El dibujante Thomas Tenney, cocreador de Fuerza de Choque, el grupo en el que se reconvirtieron los Vengadores Costa Oeste durante la década de los noventa, se encuentra en una difícil situación. El artista, que además sufre EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), podría acabar perdiendo su casa a causa de las facturas médicas que se le han acumulado tanto a él como a su pareja, que también tiene problemas renales y estomacales. Siendo freelance y sin la posibilidad de acudir a convenciones para conseguir un dinero extra, Tenney ya no puede afrontar los pagos de su hipoteca y por ese motivo se ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos para ayudarle. Cada vez es más habitual que los profesionales de la industria recurran a este tipo de campañas cuando afrontan dificultades económicas, casi siempre por problemas de salud. Lo hemos visto en tiempos recientes con Peter David o Len Kamisnki. Es jodidamente indignante por muchas razones y la peor de todas es que estas campañas son también una especie de concurso de popularidad, en el que los autores menos conocidos, como puede ser el caso de Thomas Tenney, llevan las de perder. Es un horror, un verdadero horror, pero no podemos hacer gran cosa para cambiarlo. Lo único que podemos hacer por el momento es ayudar con una donación, por pequeña que sea. Se puede acceder a la campaña de donación de Tenney a través de este enlace.




  • Por quitarnos un poco el mal sabor de boca, vamos a acabar con el nuevo tráiler cinemático del Marvel's Spider-Man 2 de Insomniac Games, en el que puede verse a Peter y a Miles enfrentándose a Veneno en toda su grotesca gloria. Me parece un tráiler estupendo no sólo por su apartado visual, sino también por sus inteligentes transiciones. Recordemos que el juego llegará a PlayStation 5 el próximo 20 de octubre. ¡Ya falta poco!



Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Marvel o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores. 


La semana en clave Warhammer #15

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con noticias sobre los próximos lanzamientos para Necromunda, novedades de Legions Imperialis, las nuevas novelas en castellano que nos trae Minotauro… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana a la actualidad del hobby con algo sencillito y apropiado para novatos. Como hizo recientemente con los Tiránidos, la web de Warhammer Community ha publicado un completo artículo con todo lo que hay que saber sobre los Marines Espaciales: trasfondo, reglas, hojas de datos, consejos de pintura… Quienes quieran iniciarse en Warhammer 40.000 con la décima edición encontrarán muy útil toda esta información.



  • Pasamos ahora a echarle un vistazo a los próximos lanzamientos de Necromunda. Además de un pack de mejoras estéticas para personalizar nuestros Van Saar con distintas cabezas, mochilas y cinturas, pronto llegará una caja que incluirá una Mind-Locked Wyrd y tres Cephalopod Spektors. La Mind-Locked Wyrd es una psíquica no sancionada que ha sido esclavizada mediante tecnología ilegal por el cártel criminal Psi-Syndica. Las bandas pueden contratar los servicios de esta bruja con terribles poderes, como suele hacer de forma habitual la Casa Delaque. En cuanto a los Cephalopod Spektors, son unas extrañas criaturas en parte orgánicas y en parte mecánicas, también muy apreciadas por los Delaque. Parece obvio que este lanzamiento interesará a los jugadores de esa facción. Las reglas de estas miniaturas vienen incluidas en el suplemento Necromunda: House of Shadow. Serán miniaturas de resina de Forge World, como cabía esperar. Los pulpitos robot me parecen bastante graciosos, aunque la psíquica me resulta un tanto sosa. Quizá con una pintura más chillona y llamativa funcionaría un poco mejor.




  • Turno ahora para Warhamer: The Horus Heresy - Legions Imperialis. Tengo la impresión de que Games Workshop va a mostrar toda la gama de este juego antes siquiera de haber puesto a la venta su caja de lanzamiento, que sigue sin fecha. Esta semana se ha anunciado una caja con vehículos a escala epic para los Marines Espaciales, la Legiones Astartes Fast Attack box, que contendrá un total de 32 miniaturas de plástico: 4 deslizadores Javelin, 4 deslizadores Proteus, 6 bases para motos a reacción Scimitar (hay dos motos por base) y 4 bases para motos Outrider (hay tres motos por base). Viendo las imágenes cuesta hacerse una idea de lo pequeños que son en realidad estos vehículos y aún así me sorprende la cantidad de detalles que hay en ellos. A ver si empiezan a concretarse ya los detalles sobre este juego y podemos empezar a hablar de precios. La escala me echa bastante para atrás, pero si el precio acompaña no le diría que no a montar unas cuantas batallas en la época de la Herejía.




  • Esta semana también se ha anunciado una de esas lujosas ediciones que tanto le gustan a la Black Library, en esta ocasión recopilando la saga The Dark Coil de Peter Fehervari. Serán tres tomos que recogerán prácticamente todo lo que ha publicado este autor en relación a Warhammer, con historias protagonizadas por distintas facciones y ambientadas tanto en la época de la Herejía de Horus como en el cuadragésimo primer milenio. El gran misterio que nos propone esta recopilación es averiguar cómo se conectan todas estas historias tan dispares. El primer tomo contiene la antología As Within, So Without, compuesta por nueve historias (Nightfall, Fire and Ice, The Crown of Thorns, The Walker in Fire, The Greater Evil, The Thirteenth Psalm, Aria Arcana, Nightbleed y The Sins of My Brothers), protagonizadas por los Amos de la Noche, el Imperio T'au, los Salamandras, los Ángeles Penitentes y las Adepta Sororitas. El segundo y el tercer tomo contienen las novelas The Reverie y Requiem Infernal, que narran el enfrentamiento entre los Marines Espaciales de los Ángeles Resplandecientes (predecesores de los Ángeles Penitentes) y las Adepta Sororitas de la Última Vela contra una insidiosa oscuridad. No he leído ninguno de estos libros y no tengo ni idea de cómo se conectan, así que me pica mucho la curiosidad. Lo malo es que vendrán en una edición de lujo que, aparte de ser bien cara, estará limitada a mil unidades. Saber eso me quita toda la curiosidad de golpe.



  • Pasamos ya a los prepedidos de esta semana, empezando por los prepedidos de Forge World. Sólo tenemos uno y es para Blood Bowl: el jugador estrella Kiroth Krakeneye que se presentó hace unas semanas. Se trata de un kit multicomponente de resina de 9 piezas y cuesta 29€. Este antiguo corsario tiene un trasfondo bastante curioso, ya que su máscara procede de haber sido el único superviviente de un partido celebrado en el fondo del mar contra los míticos Southstorm Squids. Me parece que tanto la máscara como la capa pueden dar mucho juego a la hora de pintar, pero siendo una figura de resina, por ese precio y viniendo de Forge World, con todo el gasto añadido que supone pedirla en su web, no me atrevería a recomendarla. No me gusta nada el modelo que siguen los lanzamientos de Blood Bowl y mucho tendría que cambiar la cosa para que pudiese recomendar el juego a un público nuevo. Ahora mismo sólo me parece apropiado para gente muy especializada, con mucha experiencia y muy comprometida con este sangriento deporte.




    • Warhammer Underworlds: Deathgorge (80€, en inglés): el nuevo lanzamiento de Warhammer Underworlds, el juego que combina mazos de cartas, tablero, dados y miniaturas, viene con todo lo necesario para empezar a jugar. Incluye dos bandas completas que pueden utilizarse luego en Warhammer: Age of Sigmar, con un total de siete miniaturas. Por un lado tenemos al trío de demonios de Slaanesh conocido como Thricefold Discord y por otro a un grupo de exploradores Idoneth, los Cyreni's Razors, acompañados por el calamar que tan popular se ha hecho últimamente entre los aficionados al hobby. No voy a pretender que entiendo cómo funciona Warhammer Underworlds porque me parece un poco más complicado de la cuenta y, de hecho, creo que las reglas de estas bandas en concreto lo hacen aún más complicado. Por tanto, esta no me parece la mejor caja para empezar. Lo único que puedo decir es que las miniaturas son realmente geniales. Claro que, por ese precio, quizá merezca la pena esperar a que se pongan a la venta por separado.





    • Warcry: Hunter and Hunted (105€, en inglés): la última expansión de Warcry incluye el libro de reglas y dos bandas completas (los Gorger Mawpack y los Wildercorps Hunters), además de unos elementos de terreno bastante espectaculares. En total contiene 16 miniaturas (5 de los Gorger Mawpack y 11 de los Wildercorps Hunters). Los cinco ogors destacan por sus desagradables diseños, en los que priman los elementos relacionados con huesos y dientes, mientras que los cazadores de los Wildercorps Hunters destacan por venir acompañados por sus perretes. Estas dos bandas se pueden usar en Age of Sigmar y precisamente los Wildercorps Hunters pertenecen a la facción de las Ciudades de Sigmar, que ha ganado mucho impulso en tiempos recientes. La caja me parece cara, pero con mejores contenidos que la anterior. Ahora bien, mejor comprarla en tienda física que en la web de Games Workshop.





    • Warcry: Kruleboyz Monsta-Killaz (Matamoztruz de los Mandamaloz) (45€): aquí tenemos otra banda para Warcry, que además puede usarse en los ejércitos Orruk de Warhammer: Age of Sigmar. Los Matamoztruz de los Mandamaloz son cazadores sádicos procedentes de las tribus Domabeztiaz. La caja contiene 8 miniaturas de plástico: 1 Nobleztial, 1 Berrinchez (que puede armarse con un pincho o un azotez), 1 Grot Aferrador, 2 Rebaneitors (que pueden armarse cada uno con un rompehuezoz o un arpón pinchabeztiaz), 1 Rebaneitor (que puede armarse con un machaka o un azotez) y 2 Aulladores del Bosque Nudoso. Entre ellas destacaría la del Grot Aferrador, cuyo cometido es saquear nidos de monstruos y robar sus huevos, lo que lo hace especialmente odiado por parte de la siguiente banda que se ha puesto a la venta esta semana. No obstante, quizá la miniatura más vistosa de la caja sea la del Nobleztial que ejerce como líder. No me parece mal precio para todo lo que trae la caja, aunque los Aulladores no me dicen gran cosa.



    • Warcry: Vulkyn Flameseekers (Buscallamas de Vulkyn) (45€): estos domadores de bestias viajan por los reinos buscando huevos de Magmadroth, unos animales que son sagrados para ellos. Por tanto, no debe hacerles ninguna gracia que alguien entre en sus nidos con malas intenciones. La caja contiene 9 miniaturas de plástico: 1 Padre Rúnico Vulkyn (que puede ir armado con una gran hacha cripta de Droth o con una bokaz artesanal), 1 Señor de Droths, 1 Prendedroth domado, 1 Thane Sangre de Droth y 5 Quiebraescamas (que pueden armarse cada uno con un hacha partida de fuegoacero o una bokaz). Esta caja me parece muy jugosa para los que jueguen con un ejército de Matafuegos en Warhammer: Age of Sigmar. Destacaría, una vez más, la presencia de personajes femeninos, algo que me parece muy de agradecer cuando hablamos de enanos. Me gustan mucho estas miniaturas y creo que pintar esas melenas y esas barbas de tonos fogosos puede ser una grata experiencia.



    • White Dwarf 493 (9€, en inglés): el nuevo número de la revista White Dwarf viene con nuevos escenarios para Warhammer 40.000 y Warhammer: Age of Sigmar, varias historias cortas, un artículo sobre las mochilas de salto de los Marines Espaciales, novedades sobre el Bunker (el club de juego global de Games Workshop) y todos sus contenidos habituales. Nada que se salga de lo común, a mi parecer.



    • Figura de acción de Intercesor de Asalto de los Ángeles Sangrientos de BANDAI (85€): esta semana se puede pedir por encargo (puede tardar hasta tres meses en llegar) una de estas impresionantes figuras articuladas de BANDAI, en este caso de un Intercesor de los Ángeles Sangrientos. La figura mide 8 pulgadas (unos 20 centímetros) y cuenta con cincuenta puntos de articulación, lo que permite que pueda adoptar infinidad de poses. Viene equipada con una espada sierra Astartes y una pistola bólter pesada. Me parece impresionante, desde luego, pero su precio es prohibitivo. El caso de las figuras de BANDAI es muy parecido al de JOYTOY, aunque su rango sea menor que el de la empresa china: figuras visualmente muy atractivas a precios muy altos, que además aumentan al añadir gastos de envío y demás. Sólo para gente que pueda permitirse caprichos caros.




    • Realmslayer: Legend of the Doomseeker, de David Guymer (tapa dura, 29€, en inglés): por fin llega una edición asequible de la novela que previamente se había publicado en una de esas ediciones limitadas que tanta rabia me dan. Se trata de una novelización de los audiodramas de la saga Realmslayer, que narran la llegada del veterano Gotrek Gurnisson a los Reinos Mortales tras lo que pensaba que sería su muerte durante los Tiempos Finales que dieron paso a la Era de Sigmar. Sin su hacha y sin su compañero Félix, ahora tendrá que encontrar su lugar en este nuevo mundo. Me parece que esta novela pinta muy bien y puede ser una buena puerta de entrada a Warhammer: Age of Sigmar. Pero, siendo como es un personaje tan querido, también puede servir para que aquellos que estuvieron presentes en los tiempos del viejo Warhammer y lo acabaron dejando se reenganchen ahora a la actualidad de Age of Sigmar.



    • Once a Killer, de varios autores (tapa blanda, 13,50€, en inglés): vuelve la serie Warhammer Crime con esta antología que contiene ocho historias cortos: Chains de Jonathan D. Beer, Slate Run de Mike Brooks, No City for Heroes de Victoria Hayward, Clear as Glass de Denny Flowers, Skeletons de Nick Kyme, Once a Killer, Always a Killer de Mitchel Scanlon, Grit in the Wheels de Gareth Hanrahan y Habeas Corpus de Jude Reid. Todas ellas se ambientan en la extensa ciudad colmena de Varangantua, donde prosperan los asesinos y los señores del crimen y donde los vigilantes y los protectores de la ley hacen lo que pueden para sobrevivir. Hasta ahora no me había interesado mucho por esta serie que combina el género negro con Warhammer 40.000, pero no se me ocurre mejor manera de probarla que con una antología como esta.



  • Llegamos ya al momento de echarle un vistazo a la miniatura que ha elegido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer. Se trata de la penúltima miniatura de este repaso histórico que concluirá la próxima semana, en vísperas del Warhammer Day 2023. Esta semana tenemos al Screamer-Killer de los Tiránidos, la actualización de una vieja miniatura de 1991 que llegó por sorpresa junto a la décima edición de Warhammer 40.000. Esta evolución del Carnifex está equipada con un resistente caparazón y con cuatro brazos terminados en garras afiladas. Y, como si las garras no fueran bastante, también escupe plasma volátil con un grito desgarrador, que es lo que le da su nombre. Incluyo a continuación las imágenes de su miniatura actual y de su modelo original para apreciar el cambio que ha experimentado con el paso de los años.




  • Terminamos el repaso de esta semana pasándonos por la web de la editorial Minotauro, que ha confirmado las fechas de publicación de las próximas novelas de la franquicia Warhammer que editará en castellano. Vamos a verlas:


    • Las aventuras de Gotrek y Félix: El Camino de las Calaveras, de Josh Reynolds (tapa blanda, 19,95€, disponible el 29 de noviembre de 2023): decimotercer libro de la saga protagonizada por el dúo Gotrek y Félix en el viejo Warhammer anterior a Age of Sigmar. Gotrek y Félix acudirán a la fortaleza de los enanos en Karak-Kadrin y la encontrarán sitiada por un ejército del Caos liderado por el señor de la guerra Garmr. Cuando el rey Ungrim Puño de Hierro les hable sobre el legendario Camino de las Calaveras y los intentos de su odiado enemigo por abrir un portal para acceder al Reino del Caos, Gotrek tendrá el presentimiento de que le aguarda un extraordinario final… aunque quizá no sea el que él habría elegido. Después de publicar los doce libros anteriores en cuatro ómnibus, Minotauro continúa la recuperación de las aventuras de estos clásicos personajes dentro de su colección Warhammer Chronicles, lo cual es una gran noticia.



    • El despertar de la Bestia nº 02, de Guy Haley, David Guymer, David Annandale y Gav Thorpe (tapa blanda, 45€, disponible el 29 de noviembre de 2023): segundo ómnibus de la serie El despertar de la Bestia de Warhammer 40.000, que incluye las novelas Mundo Trono de Guy Haley, Ecos de la Guerra Eterna de David Guymer, La búsqueda de Vulkan de David Annandale y La Bestia debe morir de Gav Thorpe. El Imperio se encuentra asediado por los Orkos, pero el Adeptus Mechanicus ha descubierto el punto de origen del ataque. Los Marines Espaciales se preparan para un asalto a gran escala sobre el mundo de sus enemigos y serán dirigidos por un héroe de leyenda en la batalla: nada menos que un Primarca. El precio de los ómnibus de esta serie parece un poco exagerado, pero hay que tener en cuenta que cada entrega recoge cuatro novelas completas. El tercer ómnibus completará la colección, cerrando esta historia centrada en una de las mayores guerras entre el Imperio y los Orkos, dirigidos por un misterioso caudillo conocido simplemente como “la Bestia”.



    • Amanecer de fuego nº 03: La Hora del Lobo, de Gav Thorpe (tapa blanda, 21,95€, disponible el 2 de noviembre de 2023): tercera entrega de Amanecer de fuego tras El Hijo Vengador y La Puerta de los Huesos. Continúa así la edición en castellano de la muy recomendable saga Dawn of Fire, de la que recientemente supimos que abarcará nueve libros en total. La Cruzada Indomitus del renacido Primarca Roboute Guilliman recorre la galaxia tratando de reunificar el Imperio, pero los Orkos amenazan con deshacer muchas de sus recientes conquistas. Los xenos pronuncian el nombre de un mítico caudillo que se creía olvidado y que ahora amenaza con regresar: Ghazghkull Mag Uruk Thraka. Mientras tanto, los Lobos Espaciales de Logan Grimnar se encuentran mermados por las exigencias de la Cruzada Indomitus y tendrán que tomar una decisión trascendental.



    • The Horus Heresy: Siege of Terra nº 02 Los perdidos y los condenados, de Guy Haley (tapa blanda, 20,95€, disponible el 22 de noviembre de 2023): otra saga que continúa es Siege of Terra, de gran importancia por ser la que pondrá punto y final a los acontecimientos de la Herejía de Horus narrando el asedio de las fuerzas traidoras a Terra, mundo capital del Imperio. Minotauro ya había publicado previamente la primera entrega, La Guerra Solar. En esta novela la batalla alcanza las puertas del Palacio Imperial, comenzando una batalla en la superficie de Terra en la que morirán miles de millones. El architraidor Horus tiene de su lado a sus hermanos Mortarion y Angron, por lo que los defensores no tienen esperanza de resistir… ni siquiera con la ayuda de los Primarcas que permanecen leales al Emperador.



Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Warhammer o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

[Cómic] El Castigador, de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta: la manifestación de la gran cobardía de Marvel

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  Frank Castle, exmarine, perdió a su mujer y a sus dos hijos por las balas perdidas de un tiroteo entre bandas rivales. Desde ese momento se lanzó a una obsesiva cruzada contra el crimen que le llevó a acabar no sólo con los responsables de aquella tragedia sino con miles de vidas de mafiosos, homicidas, traficantes y delincuentes de toda clase. Conocido por amigos y enemigos como el Castigador, Frank ha derramado ríos y ríos de sangre. Equipado con un extenso arsenal y con la voluntad para usarlo, es el asesino de masas más prolífico de la historia del Universo Marvel. Ahora ha sido reclutado por La Mano, una secta ninja que cree que Frank es el legendario Puño de la Bestia, un sumo asesino bendecido con los dones de una siniestra deidad ancestral. A cambio de dirigir a La Mano en su misión de extender la muerte por el mundo, el Castigador podría recuperar aquello cuya pérdida le lanzó a recorrer su sendero de violencia y destrucción: su familia. Obviamente, nadie ve con buenos ojos esta impía alianza. Deidades rivales y antiguos compañeros se alzarán para detener de una vez por todas la matanza que inició Frank Castle muchos años atrás, cuando las balas llovieron sobre el parque aquella fatídica mañana. ¿Logrará alzarse el Puño de la Bestia o será este el final definitivo del Castigador?

Presentada como la culminación de toda la trayectoria del personaje en el Universo Marvel, la maxiserie de doce números escrita por Jason Aaron (Thor, Los Vengadores) y dibujada por Jesús Saiz (La Cosa del Pantano, Doctor Extraño) y Paul Azaceta (Outcast, Punisher Noir) partía de una necesidad ineludible: la de desvincular al personaje del Castigador y a su característico símbolo en forma de calavera de los elementos nocivos de la sociedad estadounidense que se los habían apropiado. Antes de hablar sobre el cómic en cuestión me parece necesario enmarcarlo en su contexto, por desagradable que me resulte, así que voy a dedicar los siguientes párrafos a hacerlo.

El 25 de mayo de 2020, George Floyd, un ciudadano afroamericano, fue asesinado por un oficial de policía de Minneapolis, Minnesota, durante un arresto llevado a cabo con una fuerza excesiva. No era la primera vez que se producía un incidente similar y, de hecho, la policía de Estados Unidos ya estaba bajo el escrutinio público a causa de otras muchas acciones igual de cuestionables que habían resultado en la muerte de otras personas de color. El hartazgo de la población se hizo manifiesto en las protestas multitudinarias llevadas a cabo por movimientos como el Black Lives Matter que se hicieron eco en todo el mundo. No obstante, poco después surgió una contraprotesta desde las filas de la alt-right y el supremacismo blanco que aplaudía el uso de violencia por parte de la policía. Es más, desde dentro de la propia policía surgieron individuos que defendían su autoridad mediante la fuerza de las armas. Todos estos elementos tóxicos empleaban una simbología con claras connotaciones racistas, como una bandera estadounidense en blanco y negro en la que aparecía una única línea azul: la “delgada línea azul” que representaba a la policía como una especie de dique, una última barrera para proteger a la población blanca de la peor amenaza posible, es decir, los negros. Otro de sus símbolos recurrentes era la calavera del Castigador, personaje que venía a representar su visión extrema, violenta y despiadada de la justicia. No eran pocas las empresas que estaban haciendo caja mediante la venta de productos ilegales adornados con estos símbolos durante aquellos momentos. Recuerdo haber visto, por ejemplo, coches policiales con la calavera del Castigador en el techo. El símbolo de Frank Castle incluso pudo verse en la vestimenta de algunos de los asaltantes que entraron violentamente en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero de 2021 y se me ocurren pocas cosas que pudiesen dañar más la imagen del Castigador que esa.

Poco después de la muerte de George Floyd, el propio cocreador del personaje, Gerry Conway, mostró su rechazo al uso del símbolo de la calavera por parte de la extrema derecha y el supremacismo blanco. Hasta llegó a encabezar una iniciativa para reclamarlo de nuevo y recaudar fondos para el movimiento Black Lives Matter. Pero todo eso lo hizo a título personal. Mientras tanto, Marvel, la poseedora de la propiedad intelectual del personaje de Frank Castle y de los derechos de distribución y explotación de su símbolo, permanecía en silencio. La editorial tardaría un tiempo considerable en reaccionar y en comunicar al público que iba a hacer todo lo posible por eliminar la dichosa calavera de todos esos productos ilegales... si es que era posible tal cosa. Lo que sí hizo con rapidez fue eliminar al Castigador del panorama general del Universo Marvel durante una temporada. El personaje estuvo un tiempo perdido en el limbo editorial, a la espera de que se decidiese qué hacer con él.

Pues bien, el momento llegó en diciembre de 2021, cuando se anunció una maxiserie de lo que en principio iban a ser trece números (pero luego se quedaron en doce por motivos nunca aclarados del todo) que se presentó como el “capítulo definitivo de Frank Castle”. La nota de prensa decía que iba a ser “la culminación definitiva del viaje de Frank Castle en el Universo Marvel hasta la fecha, construida desde su pasado para revelar su inescapable futuro”. Esas palabras parecían indicar que la editorial al fin estaba decidida a tomar cartas en el asunto y a hacer algo realmente osado con el Castigador. Quizá incluso someterle a juicio por las innumerables muertes que había provocado. El proyecto contaría con los guiones de Jason Aaron, que ya había escrito al personaje en su versión de la línea MAX, los dibujos de Jesús Saiz para las secuencias situadas en el presente y los dibujos de Paul Azaceta para los flashbacks ambientados en su pasado. El colorista Dave Stewart (Hellboy, Daredevil) completaba el sólido equipo creativo.

Era la ocasión perfecta para lanzar un mensaje contundente, para que la editorial abordase algunos de los problemas más complejos a los que se enfrenta Estados Unidos en la actualidad. Era el momento de hablar sobre la violencia racial, sobre la tendencia a romantizar el vigilantismo, sobre la presencia de armas de fuego en la sociedad, sobre el auge de la extrema derecha y sobre cómo usa la cultura popular para acercar sus consignas a la población. Marvel siempre ha tenido cierta fama de progresista, al menos desde aquella vez que Stan Lee, Gil Kane y John Romita Sr. se saltaron el Comics Code para publicar su célebre “trilogía de las drogas” en las páginas de la colección de Spiderman. Por desgracia, hoy en día su postura progresista obedece más a los intereses del marketing que a un deseo real de provocar a los lectores e incentivar cambios sociales. El “capítulo definitivo de Frank Castle” tenía que haber abordado muchos temas, pero apenas pasa por encima de algunos de ellos. Otros los ignora por completo, probablemente de forma intencional, para ahorrarse problemas y no entrar en asuntos demasiado espinosos. Es una serie poco comprometida, que no se atreve a hacer lo que era necesario y desmitificar de una vez por todas al Castigador para que aquellos que se habían apropiado su símbolo dejen de encontrarlo atractivo. El Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta es un simple producto comercial que, amparado en la polémica que le rodeó, apunta en muchas direcciones interesantes pero al final no cuenta nada que no hayan contado otros muchos tebeos antes. Su objetivo no es remover conciencias ni promover el cambio. Es, en definitiva, una serie cobarde; una de las series más cobardes que recuerdo.

Creo que no me daría tanta rabia si fuese un mal cómic. Un tebeo cobarde y poco comprometido con un envoltorio mediocre me habría pasado desapercibido entre las decenas de lanzamientos que llegan cada mes, pero ese no es el caso en esta ocasión. El Castigador de Jasón Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta es un cómic más que decente, bien escrito, dibujado de forma ejemplar y colorodeado maravillosamente. Es un buen tebeo cuyo único problema es su incapacidad para comprometerse ideológicamente y ofrecer la imagen del Castigador que el momento presente necesitaba que se mostrase.

Por un lado, a través de los muchos flashbacks que nos cuentan su infancia y juventud, la maxiserie insinúa que Frank Castle podría haber sido un niño con algún tipo de trastorno antisocial... pero no tiene el valor necesario para confirmarlo. Por otro lado, insinúa que su experiencia en el ejército y, muy especialmente, en la guerra pudo haberle generado un trastorno de estrés postraumático... pero tampoco tiene el valor necesario para confirmarlo. Y lo que es aún más extraño: la maxiserie llega a insinuar que detrás de las tendencias violentas de Frank Castle siempre ha existido una oscura fuerza sobrenatural, la presencia de la Bestia a la que adoran los seguidores de La Mano... algo que tampoco se atreve a asegurar de forma canónica. Cualquiera de esas explicaciones podría haber servido para matizar las acciones del Castigador a lo largo de su trayectoria, afirmando que su guerra contra el crimen era producto de un trastorno mental originado en su infancia o de un trastorno de estrés postraumático que le lleva a revivir sus días como marine en la guerra. Incluso la explicación sobrenatural habría servido para presentarlo como una marioneta de una siniestra deidad primigenia en lugar de como un psicópata en guerra contra el mundo.

Creo que cualquiera de las explicaciones anteriores, hasta la cuestionable influencia demoníaca, alejaría al Castigador de la romántica figura del vigilante que está repartiendo justicia entre los que escapan al alcance de las autoridades. Me parece más apropiado asumir que Frank Castle es un enfermo mental de gatillo fácil al que la muerte de su familia sirvió como excusa para ceder a sus impulsos violentos que un justiciero trágico que actúa en nombre de su esposa e hijos asesinados. Batman podría ser un justiciero trágico de ese tipo, pues Batman es consciente de lo que supone la pérdida de una vida y por eso mismo se niega a matar. El Castigador, en cambio, es la personificación del desencanto con la justicia ordinaria y la persecución de una justicia mucho más antigua y que algunos consideran infalible, la del “ojo por ojo”. No obstante, el cómic es muy consciente de que lo que hace no tiene nada que ver con la memoria de su familia. En determinado momento, cierto personaje le dice a Frank Castle que si quería honrar la memoria de su familia debería haber donado dinero a la caridad en su nombre, no haber iniciado una interminable serie de asesinatos de criminales. La lástima es que el cómic no vaya más allá, que no tenga la valentía necesaria para afirmar que el Castigador es un asesino de la misma calaña que aquellos a los que lleva años ajusticiando. Jasón Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta siguen cayendo en el error de romantizar a Frank Castle, convirtiéndolo primero en un niño superado por la violencia de su entorno, luego en un soldado superado por la violencia de la guerra y, finalmente, en un justiciero superado por las promesas de unos ninjas místicos que parecen dispuestos a llevar su cruzada personal hasta sus últimas consecuencias.

Me parece odioso que los autores presenten al Castigador como una víctima de las circunstancias. Innumerables personas se han encontrado en sus mismas circunstancias o incluso en circunstancias peores y no han elegido desatar una violencia sin igual sobre el mundo. La realidad es que las tragedias así rara vez crean asesinos. Las raíces de la cruzada de Frank Castle, por tanto, habría que buscarlas en otra parte. ¿Un trastorno antisocial arrastrado desde su infancia quizá? ¿Puede que un trastorno de estrés postraumático a causa de su participación en la guerra? ¿O tal vez la esotérica influencia sobrenatural? La verdad es que, personalmente, ninguna de esas explicaciones me satisface. La mayor cobardía de este tebeo consiste en evitar por completo cualquier mención referida al mayor problema de todos, la gran causa que se oculta detrás del origen de la mayoría de los asesinos y una de las realidades más tristes de Estados Unidos: la omnipresencia de las armas de fuego.

Todos conocemos el poder que tiene la industria de las armas de fuego en Estados Unidos y las consecuencias que eso genera en su sociedad. No ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hemos tenido noticias de una masacre llevada a cabo en un colegio y no pasará mucho tiempo hasta que volvamos a tener noticias similares. Sin embargo, gran parte de la cultura popular sigue abrazando las armas de fuego. El Castigador es uno de los mayores ejemplos de ello, pues se trata de un personaje cuyo atractivo reside en las armas de fuego. Para una parte de la sociedad estadounidense, la calavera del Castigador simboliza la capacidad de disponer de un arma de fuego y de usarla a voluntad cuando se considere “justo”. La “justicia” del Castigador es entonces la justicia de las armas, la misma que reclaman los policías que no tienen problema en tirorear a un adolescente negro que trataba de escapar en la oscuridad o en asfixiar hasta la muerte a un detenido, también de color, que estaba indefenso. La justicia de las armas no es más que una pobre justificación para el odio y para la violencia más primaria.

Lo que quizá incluso a los lectores más fieles del Castigador les cuesta entender es que el crimen no mató a la esposa y los hijos de Frank Castle aquella fatídica mañana en el parque. No fueron las mafias ni las bandas. Fueron las balas. Fueron las armas de fuego. ¿Y qué hizo Frank Castle al respecto? Utilizar esas mismas armas y provocar una interminable lluvia de balas sobre el Universo Marvel. La mayor cobardía de El Castigador de Jasón Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta es que no pone sobre la mesa esta discordancia… ¡pese a estar muy cerca de hacerlo! El principal antagonista de esta historia no es otro que Ares, Dios de la Guerra y antiguo integrante de los Vengadores Oscuros, que actúa como traficante de armas. Apoyado por una secta de Apóstoles de la Guerra, Ares distribuye armas entre los criminales de todo el mundo para extender el conflicto y la violencia. Pero no son armas de fuego, no, sino armas de ciencia ficción como cañones de rayos gamma y granadas de partículas Pym. Hubiese sido demasiado polémico mostrar al caricaturesco villano de este cómic vendiendo armas de fuego, como hacen los villanos del mundo real que se enriquecen mientras los niños mueren tiroteados en sus propios colegios.

Hay un momento en el que el cómic está insultantemente cerca de entender lo problemático que es el mensaje que está transmitiendo, pero sin llegar a hacerlo. Durante el primer enfrentamiento entre Ares y el Castigador, ahora convertido en una suerte de ninja que ha abandonado las pistolas en favor de las katanas y los puñales, el Dios de la Guerra resulta ser muy superior y le da una tremenda paliza a Frank Castle. Derrotado y con su puñal místico roto, el Castigador se arrastra por el suelo y alarga el brazo para agarrar un arma de fuego caída durante la refriega. Ese momento coincide con un flashback en el que se muestran las consecuencias del tiroteo en el parque, cuando Frank Castle se arrastraba por el suelo, extendiendo el brazo hacia el cuerpo ensangrentado y cosido a balazos de su esposa. ¡Pero aún así el propio cómic parece ignorar la conexión entre ambos momentos! ¡Es indignante! Poco después, el Castigador decide que para ganar el combate debe dejar a un lado los métodos de La Mano y recuperar los suyos propios, por lo que funde los fragmentos del puñal roto para crear así un juego de balas místicas. En un irónico giro de los acontecimientos que prefiero no especificar para no desvelar demasiados detalles sobre el argumento, esas mismas balas se vuelven en contra del propio Castigador más adelante. ¡Y aún así el personaje sigue sin darse cuenta de que las armas de fuego son el principal problema! Las armas son el caldo de cultivo en el que se hacen los asesinos y lo único que puede esperar la persona que persigue la justicia de las armas es acabar lleno de plomo más pronto que tarde. Ojalá este cómic hubiese tenido la valentía suficiente para grabar este mensaje a fuego en sus páginas. Ese es el mensaje que hay que transmitir a todos esos que lucían pegatinas con la calavera, creo yo, pero Marvel no se atrevió.

Los motivos de la editorial están bastante claros y son los esperables. El Castigador es una propiedad intelectual que puede ser explotada y eso significa dinero. Aunque ahora no sea el mejor momento para que protagonice una colección, ya habrá otras oportunidades más adelante. El personaje también sigue siendo candidato a ser explotado en el cine y la televisión, por supuesto, si no ahora en el futuro próximo. Y el merchandising va a seguir existiendo, claro. Aunque durante un tiempo no veamos muchas calaveras, seguirá habiendo figuras de acción oficiales y licenciadas por Marvel. La principal función del “capítulo definitivo de Frank Castle” ha sido ganar tiempo hasta que las aguas vuelvan a calmarse… y desviar la atención del público mediante el burdo truco de cambiar la clásica calavera del Castigador por un cráneo de demonio ninja.

En efecto, uno de los motivos por los que esta serie ha dado tanto que hablar fue el cambio del símbolo de la calavera. Quedarse en ese pequeño detalle y orquestar cualquier crítica en torno al símbolo me parece reduccionista, teniendo en cuenta que la propuesta de Marvel tiene problemas mayores, pero sobre todo me parece ignorante. El personaje volverá en algún momento y volverá a lucir su símbolo de siempre porque así es como funciona la industria del cómic mainstream: todo acaba volviendo siempre. Los héroes y villanos de Marvel van y vienen, cambian de forma y luego vuelven a ser los mismos. Y cuanto más icónico sea un personaje, menos probable es que los cambios efectuados en él se mantengan durante mucho tiempo. Nos guste más o menos, el Castigador es un personaje icónico y eso significa que acabará regresando a sus raíces cuando la editorial considere que ha llegado el momento. Mientras tanto, esta maxiserie ha servido para desviar la atención y para ganar tiempo. Mientras Frank Castle pasa algún tiempo más en el limbo, se lanzarán otros proyectos para seguir desviando la atención y seguir ganando tiempo. Ya conocemos el primero, de hecho, que tiene como protagonista a un personaje distinto que reclamará el rol del Castigador: un tal Joe Garrison, antiguo agente de operaciones encubiertas de S.H.I.E.L.D. Lo poco que se ha mostrado hasta el momento de su colección me hace pensar que recurrirá más a las armas de ciencia ficción que a las armas de fuego, por lo que seguirá sin posicionarse respecto a ese debate. Y, así, Marvel seguirá desviando la atención y ganando tiempo hasta que se anuncie el siguiente “capítulo definitivo de Frank Castle”, su “vuelta a los orígenes” o como quieran llamarlo.

Supongo que pedir que Marvel se posicione ideológicamente en una cuestión que levanta tantas ampollas en Estados Unidos como las armas de fuego sería demasiado, pero insisto una vez más en que todo esto no me enfadaría tanto si la maxiserie de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta no se quedase tan, pero tan cerca de hablar de los temas de los que verdaderamente tendría que hablar. Si esto hubiera sido otra de esas historias en las que un héroe cae en desgracia y es tentado durante un tiempo por unos perversos ninjas para hacer maldades no me habría molestado tanto. Ese fue el caso de Lobezno en Enemigo del Estado o de Daredevil en Tierra de sombras, aventurillas olvidables e intrascendentes al fin y al cabo. Pero esta pretendía ser algo más que eso. Mucho más.

No me considero un gran fan del Castigador. Ni he leído mucho sobre él ni me interesa demasiado su cronología, pero sé reconocer un cómic que ha sido elaborado con un cuidado especial o un mimo fuera de lo común. La mayoría de los cómics mainstream se elaboran de forma rutinaria y se consumen de forma rutinaria, pero de vez en cuando surgen proyectos que destacan y estoy convencido de que este es uno de ellos. Jason Aaron, un guionista que ha sido muy criticado por su reciente etapa en la colección de los Vengadores, despliega aquí algunos de sus mejores recursos. La forma en la que conoce a los personajes y las dinámicas que se han establecido entre ellos con los años se hace evidente en varias escenas, pero sobre todo al final, cuando un equipo de héroes se enfrenta a Frank Castle con el objetivo de solucionar el problema del Castigador de una vez por todas. Es entonces cuando vemos que la forma que tiene el Capitán América de aproximarse a Frank Castle consiste en aludir al rango y a su formación militar o que el único de estos héroes (todos ellos, por cierto, de pasado moralmente cuestionable y con unos cuantos esqueletos en el armario) que entiende en realidad al exmarine es el Caballero Luna, una persona con esquizofrenia que en ocasiones pierde el asidero con la realidad.

De igual forma, el arte que despliega Jesús Saiz a lo largo de la maxiserie está a la altura de sus mejores trabajos. Quizá incluso sea su mejor trabajo hasta la fecha. Llevo tiempo siguiendo a este dibujante, casi desde que debutó en el mercado americano y empezó a destacar por su trabajo en colecciones como Manhunter, El Proyecto OMAC o Jaque Mate (serie a la que guardo gran aprecio, como puede comprobarse en esta entrada). En todo ese tiempo no recuerdo haberle visto unas páginas tan contundentes, tan detalladas y tan bien narradas. Su estilo se ha refinado, sus personajes se han vuelto menos estáticos y su capacidad expresiva se ha disparado. Esta historia está repleta de escenas en las que priman las emociones contenidas y Saiz brilla tanto en ellas como en las escenas en las que plasma desmesuradas batallas campales. Además, el dibujante elegido para realizar las escenas situadas en el pasado, Paul Azaceta, ofrece un estilo distinto que se complementa muy bien con el Saiz y esto crea un curioso juego de contrastes. Saiz es detallista y contundente, próximo a lo que podríamos llamar realismo, mientras que Azaceta tiene un trazo libre, fluido y abstracto, todas ellas propiedades muy apropiadas para mostrar flashbacks situados en el pasado y que, por tanto, son reconstrucciones subjetivas realizadas por la memoria de alguien. El resultado de combinar a ambos artistas es un tebeo visualmente muy atractivo. 

Y no son esas las únicas virtudes de la maxiserie. También me parece muy destacable el tratamiento de Ares, presentado como un hombre de negocios que viste un casco espartano (una simbología también muy apreciada por la extrema derecha). Ares llega a reclamar el viejo símbolo de la calavera del Castigador, a quien considera que ha sido desviado de su camino por parte de los ninjas de La Mano, y lo luce sobre su pecho cuando lucha contra él. El Dios de la Guerra cree que Frank Castle es el primero y mejor de sus apóstoles, aunque él mismo no se haya dado cuenta. Esto viene a decir que las acciones del Castigador nunca han servido para crear un mundo mejor sino que sólo han extendido la guerra y aumentado el número de víctimas. Es lo más cerca que está la maxiserie de posicionarse acerca del problema que supone la existencia del personaje, aunque lo hace a través de un villano y de pasada.

Otro aspecto que me parece digno de aplauso es lo que hace esta colección con Maria Castle, la fallecida esposa de Frank. Estando implicada La Mano, famosa por su capacidad para revivir a los muertos (fueron ellos los responsables de la resurrección de Elektra tras su muerte a manos de Bullseye, por ejemplo), era obvio que el Castigador iba a ser tentado con la posibilidad de resucitar a su familia. De nuevo prefiero no entrar en detalle para no desvelar más de la cuenta sobre el argumento, pero los autores hacen un trabajo muy destacable empoderando a Maria, que hasta ahora no había sido más que una nota al pie en la historia de su marido. Maria incluso se podría considerar una mujer en el frigorífico, un personaje femenino cuya única función consistía en convertirse en la víctima que motivaría a su esposo para iniciar su carrera como justiciero. Era un personaje vacío, sin voz y olvidado. Pero aquí los autores lo traen de vuelta y le dan una voz propia. Y, más importante aún, permiten que use esa voz para opinar acerca de las acciones del Castigador; acciones llevadas a cabo en su nombre y en el de sus hijos, no lo olvidemos.

La maxiserie de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta está tan cerca de ser algo especial, atrevido y valiente… pero tan, tan cerca… y, sin embargo, no se atreve a serlo. No culpo a los autores, que como digo hacen un trabajo notable, sino a los editores y a la propia editorial por esta estúpida equidistancia, este miedo a ofrecer un mensaje que resulte relevante más allá de las páginas del tebeo y nos transmita algo sobre el mundo real. Como hemos visto, el mundo tiene muchas cosas que decir sobre el Castigador y sobre lo que simboliza. Por desgracia, Marvel ha demostrado que no tiene nada que decirle al mundo sobre Frank Castle. Esta maxiserie es un espectáculo fantástico y muy disfrutable, pero es un espectáculo vacío y carente de auténtico significado. Y eso me pone furioso.

Para más inri, el precio de las grapas de Panini hace que me resulte aún más difícil recomendar esta colección. Doce números de 32 páginas a 3,80€ el número me parece un precio disparatado, muy en la línea de lo absurda que se ha vuelto la política de precios de Panini en lo que a las grapas se refiere. Y habría que añadir los tres números complementarios de El diario de guerra del Castigador, titulados Blitz, Hermano y Base, situados durante esta breve etapa de Frank Castle como Puño de la Bestia. Si bien las historias paralelas que narran no son esenciales para el arco argumental, sí que ahondan un poco más en la psique del Castigador y ofrecen interesantes conexiones con su pasado. Recuperan por ejemplo a William Russo, alias Puzzle, uno de sus viejos enemigos. La maxiserie en sí no se adentra demasiado en la trayectoria del personaje, quizá para resultar así más accesible a los lectores que no lo conocen demasiado, así que estos especiales están más enfocados a sus lectores habituales. Suponen por tanto un gasto añadido para los que quieran tener la imagen completa de lo que ha hecho la editorial con el Castigador en este proyecto. En total, casi 60€ para comprar completa una historia que seguramente cuente con una edición en tomo considerablemente más barata dentro de un tiempo. Terrible, verdaderamente terrible.

¿Pero qué otra cosa se podía esperar de Panini? ¿Qué otra cosa se podía esperar de Marvel? Nada de esto me sorprende a estas alturas. Ni los precios desorbitados (podrían haber sido peores: ¡Panini publica grapas aún más caras!) ni la falta de compromiso de Marvel me sorprenden. Este es el mundo del cómic que tenemos hoy en día, en el que lo más triste no es que los tebeos se hayan convertido en un objeto de lujo fuera del alcance de los lectores más humildes, sino que las editoriales no tienen ningún mensaje que transmitir. Sólo se dedican a mantener con vida sus franquicias mientras estas esperan su oportunidad para llegar al cine o la televisión, que es donde está el auténtico negocio. No hay un compromiso genuino. Todo es marketing. Todo es imagen de marca. Esta maxiserie es lo más cerca que he visto a Marvel de posicionarse ideológicamente en bastante tiempo y aún así no llega a adoptar ninguna postura firme en absoluto. ¿Cómo esperan que la gente quiera comprar sus tebeos a unos precios cada vez más altos si no ofrecen algo comprometido, algo auténtico, algo que te haga ver el mundo con otros ojos?

Frank Castle volverá en algún momento. Pronto algún editor pensará que las polémicas ya se han quedado atrás y encargará a algún guionista que escriba una propuesta para traerlo de vuelta. Se pondrá alguna excusa facilona para decir que ha estado redimiéndose de sus malas acciones (como ya apunta Jason Aaron en el epílogo de esta maxiserie) o se ignorará todo este asunto de La Mano como si nunca hubiera existido (como hacen los lectores de Daredevil cuando alguien menciona Tierra de sombras), pero Frank Castle volverá de su exilio. Y volverá a tener colección propia. ¿Será el mundo diferente entonces? ¿Será Marvel diferente? Siento decir que lo dudo. El Castigador seguirá siendo un personaje problemático cuya simbología atraerá a gente problemática y Marvel seguirá siendo una empresa más preocupada por aparentar ser progresista que por ser realmente progresista. Y nada cambiará hasta que no aparezca alguien, autor o editor, con la valentía necesaria para cambiarlo.

La semana en clave Marvel #16

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  La semana en clave Marvel es un boletín informativo semanal sobre todo lo relacionado con los cómics de Marvel a ritmo USA. Esta semana con noticias sobre la llegada del evento Gang War, el estreno de la segunda temporada de Loki… y más.


  • Empezamos el repaso de esta semana con una nueva imagen promocional de Gang War dibujada por Ryan Stegman. Este evento se anunció durante la pasada San Diego Comic-Con 2023 y afectará tanto a Spiderman como a algunos personajes de su entorno. La historia girará en torno a una guerra de bandas por el control de los bajos fondos de Nueva York, con personajes como Lápida, Kingpin o el Duende postulándose como los nuevos señores supremos del crimen. Por el lado de los héroes, Spiderman estará acompañado por Miles Morales, Elektra, Spiderwoman, Hulka, Luke Cage y el recién llegado Spiderboy. Me sorprende ver a Spiderboy en la imagen promocional, ya que no contaba con su participación en el evento, al igual que me sorprende ver a Shang-Chi en el lado de los villanos. Pensándolo bien, desde que el maestro de las artes marciales se hizo con el control de la organización de su malvado padre casi se le podría considerar un señor del crimen más. Hablaremos más sobre Gang War cuando repasemos las novedades anunciadas en la New York Comic-Con 2023 que se está celebrando este mismo fin de semana. De momento quedémonos con el dato de que arrancará el próximo 8 de noviembre con la publicación de The Amazing Spider-Man #37.



  • La última tanda de portadas alternativas que ha anunciado Marvel tiene como protagonista a Rom, el Caballero del Espacio, personaje basado en el viejo juguete de Hasbro cuyas aventuras en cómic serán reeditadas pronto después de muchos años de espera. En su momento, durante la década de los ochenta, antes de que la editorial perdiera los derechos de publicación sobre él, Rom fue parte del Universo Marvel y vivió aventuras junto a los principales héroes de la Casa de las Ideas. Estas portadas alternativas intentan recuperar la ilusión de que algo así pueda repetirse en el futuro, aunque yo tengo mis dudas al respecto. También tuvimos hace un tiempo una tanda de portadas alternativas en las que Miracleman aparecía junto a distintos héroes marvelitas y no por ello Miracleman se ha incorporado al Universo Marvel. Las cosas siempre son complicadas con las licencias que vienen de fuera. En cualquier caso, tenemos seis portadas bastante resultonas firmadas por los artistas Ryan Stegman, Taurin Clarke, David Marquez, Luciano Vecchio, Skan y Peach Momoko. Se publicarán durante el mes de enero de 2024, coincidiendo con el lanzamiento del primer ómnibus con las aventuras clásicas del Caballero del Espacio. Incluyo a continuación la portada de Vecchio, posiblemente la que más me gusta de todas las mostradas.


Guardians of the Galaxy #10

Rom Variant Cover by Luciano Vecchio


  • Pasamos al terreno audiovisual para comentar una noticia sobre el estreno de la segunda temporada de Loki en Disney+: la serie protagonizada por Tom Hiddleston se ha convertido en el segundo estreno más visto de la plataforma de streaming con 10,9 millones de visualizaciones globales en sus tres primeros días. Sólo le supera el estreno de la tercera temporada de El Mandaloriano. Es importante tener en cuenta que en Disney+ las temporadas no se estrenan de golpe, sino capítulo a capítulo. Esas cifras se corresponden, por tanto, sólo con el primer episodio de la segunda temporada. Supongo que en Marvel Studios deben estar contentos con este resultado. Por mi parte, puedo decir que he disfrutado bastante de los dos episodios estrenados hasta ahora, aunque me sigue costando creer que esta sea una serie sobre Loki. Si el personaje que interpreta Tom Hiddleston no se llamase Loki sino de cualquier otra forma, la serie seguiría siendo exactamente la misma porque hay muy poco del Loki de los tebeos en ella. No obstante, es fácil dejarse llevar por su fantástico diseño de escenarios, por el carisma de Tom Hiddleston y por su química con Owen Wilson. Esta temporada incluso estamos teniendo el inmenso placer de contar con Ke Huy Quan en un rol muy divertido. Veremos qué tal progresa a medida que avanza.



  • Estos días hemos sabido del triste fallecimiento de Keith Giffen a los setenta años. Conocido más por su trabajo para DC que por sus obras para Marvel, este autor será recordado por su Liga de la Justicia Internacional junto a J.M. DeMatteis y Kevin Maguire, así como por sus sendas etapas en la Legión de Superhéroes, primero junto a Paul Levitz y luego junto al matrimonio Tom y Mary Bierbaum. Giffen fue un autor peculiar, más un creador y un ideólogo que un guionista al uso. En gran parte de su trabajo se le acredita como argumentista, dejando el peso del guion y los diálogos en manos de sus colaboradores. También tenía un sentido del humor muy marcado, en ocasiones bastante negro e incluso retorcido. La Liga de la Justicia Internacional fue una de las primeras comedias de situación con superhéroes, después de todo. Giffen también participó en la creación de L.E.G.I.O.N. junto a Alan Grant, serie que popularizó a un personaje que él mismo había cocreado años atrás en las páginas de Omega Men: Lobo, el cazarrecompensas czarniano. Menos famosa pero mucho más loca fue la creación de Ambush Bug, uno de los personajes más extraños y graciosos del Universo DC. En cuanto a sus principales aportaciones a la mitología marvelita, es importante destacar que Giffen fue uno de los responsables de allanar el camino al gran relanzamiento de la Marvel cósmica que llegó con Aniquilación. De hehco, recuperó a personajes semiolvidados como Starlord y Drax el Destructor, sentando las bases de lo que luego se convertiría en la moderna encarnación de los Guardianes de la Galaxia. Serían Dan Abnett y Andy Lanning los que le dieron forma a estos nuevos Guardianes, pero fue Giffen quien plantó la semilla. En definitiva, nos deja un autor importantísimo para este mundillo. Precisamente este verano estuve leyendo su Legión de Superhéroes porque quería escribir algo sobre ella, así que lo tenía muy presente. Me temo que ahora ese texto tendrá que ser un homenaje póstumo a la figura de Giffen. Que descanse en paz.






  • En el momento de publicar está entrada se está celebrando la New York Comic-Con 2023, así que me reservo todas las noticias relacionadas con la convención para comentarlas en una entrada independiente que saldrá muy pronto.


Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Marvel o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

[Warhammer Day 2023] Lo que ha hecho Warhammer por mí

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  Hoy, 14 de octubre, se celebra el Warhammer Day 2023, coincidiendo con su 40º aniversario. La marca de Games Workshop cumple cuarenta años nada menos y lo hace en un envidiable estado de salud. Hace cuatro décadas, en 1983, llegó la primera edición de lo que más adelante se conocería como Warhammer Fantasy Battle. Unos años después, en 1987, llegaría su contrapartida futurista, Warhammer 40.000. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y Warhammer se ha convertido en una franquicia gigantesca que mueve muchísimo dinero. Se han puesto a la venta innumerables miniaturas a lo largo de diversos rangos y juegos derivados, se han publicado cientos de libros escritos por decenas de autores distintos, se han lanzado varias decenas de videojuegos, existen unas cuantas series de animación y, cómo olvidarlo, sobre el futuro flota la promesa de ese proyecto audiovisual encabezado por Henry Cavill del que apenas sabemos nada. No obstante, hoy no vengo a hacer un repaso por los hitos de Warhammer a lo largo de su historia ni a anticipar lo que le depara el futuro. Para celebrar este 40º aniversario quiero hacer algo más personal y contar lo que ha supuesto Warhammer para mí desde que me aficioné a este hobby.

Descubrí Warhammer durante mis años universitarios, cuando era demasiado pobre como para permitirme comprar miniaturas. Warhammer puede ser muchas cosas, pero puedo decirte al menos una cosa que nunca ha sido: barato. En aquel tiempo me quedé prendado de Warhammer 40.000 y me hubiese encantado hacerme con un ejército de Marines del Caos. Sin embargo, no conocía a nadie dentro del hobby y el único de mis amigos que estaba dispuesto a entrar sólo estaba interesado por Warhammer Fantasy Battle, no en 40k. Por mucho que intentase susurrarle los atractivos que podía tener un ejército de Marines Espaciales consagrado a los Poderes Ruinosos, él sólo podía pensar en su dichosa hidra de guerra. Sobra decir que aquellas no fueron las mejores circunstancias para iniciarse en el hobby, pero no hay un sólo camino para entrar en Warhammer.

Si no puedes entrar por el juego de miniaturas lo puedes hacer por los libros, por los cómics o por los videojuegos. En mi caso fue por los libros y, en concreto, por los libros de La Herejía de Horus. Leí Horus, Señor de la Guerra, la primera entrega de la longeva saga, antes de acabar la universidad. No me resultó nada fácil, teniendo en cuenta mi escaso conocimiento sobre el trasfondo y, de hecho, recuerdo pensar que quizá debía retomar aquella historia más adelante, cuando tuviese algo más de bagaje. Al final estuve picoteando un poco, leí algunos libros, escuché algunos podcasts, pero la cosa no pasó de ahí. Pasaron los años y me dediqué a otras cosas, dejando Warhammer a un lado hasta que llegó el momento propicio para regresar.

Hace tres años, la novena edición de Warhammer 40.000 se estrenó con un fantástico tráiler cinemático que, si bien no mostraba nada del otro mundo, a mí me voló la cabeza. Fue entonces cuando hice un renovado esfuerzo por retomar los libros de la Herejía y de aquel esfuerzo surgió mi guía de lectura para novatos, que se ha convertido en la entrada más visitada de la historia de este blog. Desde entonces no he parado de leer cosas sobre Warhammer, sobre todo de la Herejía y de Warhammer 40.000. Warhammer: Age of Sigmar sigue siendo una asignatura pendiente, ya que, como me sucedía en su día con Warhammer Fantasy Battle, su ambientación de espada y brujería me resulta menos atractiva que la distopía futurista rebosante de horror cósmico del cuadragésimo primer milenio. Como puedes ver, tardé bastante tiempo en entrar de verdad en el hobby. Por eso te digo que nunca es tarde para entrar y que cualquier puerta de entrada es buena. Los libros me parecen una de las mejores, pero todas son igual de válidas. Tienes los libros, pero también los cómics, los videojuegos y, por supuesto, las miniaturas. Si te interesa entrar en esto del Warhammer busca aquello que te llame la atención y déjate llevar. Lo más seguro es que una cosa te acabe llevando a la otra.

En mi caso, ya había conseguido meterme de lleno en los libros, pero aún me faltaba dar el salto al juego de miniaturas y para ello antes tenía que superar dos importantes obstáculos. El primero era el mismo de siempre, el precio, pues iniciarse en Warhammer implica un importante desembolso y eso es algo que hay que tener en cuenta. En efecto, las miniaturas son caras, eso no se puede negar. Sin embargo, creía que para trabajar con ellas iba a necesitar una serie de herramientas y materiales que también iban a suponer un gran gasto. La realidad es que muchas de ellas se pueden encontrar a muy buen precio en cualquier tienda. Bastan unas simples tenazas y un quitarrebabas, aunque también resulta muy útil tener una cuchilla de modelismo. Y hace falta pegamento, claro, pero no tiene que ser nada del otro mundo (¡el Super Glue de toda la vida va fenomenal!). También es imprescindible tener pinturas y pinceles, pero no hace falta que sean los más caros ni los mejores. Puede que el obstáculo del precio parezca muy grande al principio, pero desde luego no es insalvable. A mí me ayudó en gran medida el lanzamiento de Warhammer 40.000: Imperium, un coleccionable para kioscos con el que podían conseguirse muchas miniaturas a un precio inferior al normal, además de pinturas y pinceles. Desde entonces he aprendido que, comprando con cabeza, puedes conseguir mucho con poco dinero.

El segundo obstáculo me parece mucho más insidioso y a mí me costó bastante más superarlo, pues se trataba de mi propia inseguridad. ¿Cómo iba a poder yo, con lo torpe que soy, montar y pintar esas miniaturas tan delicadas? Jamás he destacado por mi destreza manual. Es más, siempre se me han dado mal las manualidades. ¿Cómo iba a poder iniciarme en un hobby como este sin que acabara convirtiéndose en una fuente de frustraciones y decepciones? Este puede ser un problema mayor que el precio e imagino que todo el mundo se enfrenta a él cuando decide entrar en el hobby. Es normal tener miedo, sobre todo cuando piensas en lo caras que son las miniaturas y en lo mucho que podrías estropearlas si no haces bien tu trabajo. Creo que este miedo ha sido la principal barrera con la que me he encontrado hasta ahora y todavía hoy lo noto cuando termino de montar una miniatura y llega el momento de pintarla. Pero, igual que fui superando el miedo al montaje, estoy convencido de que poco a poco iré dejado atrás el miedo a coger el pincel. Aún así, no voy a mentirte y te confesaré que mis inicios fueron… duros.

Si dijese que no tenía ninguna experiencia previa en modelismo cuando abordé mi primera miniatura de Warhammer estaría faltando a la realidad. Sí que tenía cierta experiencia con varios model kits japoneses y, de hecho, ya había montado alguna que otra figura bastante compleja, como un EVA-01 que me llevó varios días. La diferencia es que los model kits de Gundam o Evangelion son de una escala mucho mayor que cualquier miniatura de Warhammer 40.000 que yo haya montado hasta la fecha. Incluso sus piezas más pequeñas resultan bastante manejables en comparación. La primera vez que coges una matriz de Warhammer 40.000 y sacas las piezas te das cuenta de lo endiabladamente pequeñas que son. En la yema de mi dedo índice caben perfectamente las cabezas de diez Marines Espaciales, para que te hagas una idea del tamaño que tienen. Una de las primeras cosas que tuve que aprender fue a organizar mi espacio de trabajo y a ser cuidadoso con las piezas para evitar percances. Y, pese a todo, los percances ocurrieron porque, por cuidadoso que seas, a veces los percances son inevitables.

Una cosa que tienes que saber sobre mí es que soy una persona excesivamente rígida y perfeccionista. Y esto es un problema bastante gordo. Cuando hago algo tengo que hacerlo lo mejor posible para poder estar satisfecho con el resultado, ya que si el resultado no me parece óptimo voy a sentir el impulso irrefrenable de descartar todo el trabajo previo y volver a partir de cero. No sabes cuantísimos textos he escrito y borrado, enviando páginas y páginas a la papelera sin compasión alguna. En algunas ocasiones, cuando la presión que siento por hacer algo bien es muy alta, directamente prefiero no empezar a hacerlo. Esto es así porque sé que en esos momentos nada de lo que vaya a hacer va a poder estar a la altura de mis desmesuradas expectativas, así que ni siquiera lo intento. Al contrario de lo que pueda parecer, tener una autoexigencia tan alta no es algo positivo. Yo he tenido que trabajar este aspecto de mi personalidad durante mucho tiempo y aún hoy sigue siendo un trabajo en proceso. Warhammer me ha ayudado muchísimo en ese sentido.

La primera vez que, pese a todas mis precauciones, se me rompió una pieza casi me da un ataque de ansiedad. Estamos hablando de piezas de plástico muy pequeñas y delicadas, que se pueden doblar y romper con gran facilidad cuando aplicas un poco más de presión de la necesaria. Te cuento el incidente, si te parece. Era mi segunda o tercera semana con el coleccionable antes mencionado y estaba montando un Guerrero Necrón. Las primeras entregas habían ido como la seda, pues todas las miniaturas que venían en ellas eran de montaje a presión y eso las hacía ideales para novatos, pero los brazos de ese Guerrero Necrón en concreto no terminaban de encajar bien en su sitio. Es posible que ni siquiera fuera culpa mía y que se hubieran deformado ligeramente durante el transporte, ya que aquellos fascículos no venían en una caja de cartón sino envueltos en plástico nada más. La cosa es que la pieza con la que debía encajar el brazo del arma en la caja torácica del Necrón se rompió de repente y me sentí fatal. Me vinieron de golpe todas mis inseguridades, me frustré, me enfadé y me planteé dejar el hobby nada más haberlo empezado. ¡Todo eso en apenas un minuto! Aquel Necrón ya no iba a ser perfecto y ya no quería verlo completo. ¿Para qué seguir?

Por suerte, unos instantes después, cuando ya me había relajado, volví a sentarme en mi mesa de trabajo y me percaté de que, para el tamaño que había alcanzado aquel drama en mi cabeza, su impacto sobre la miniatura había sido insignificante. El brazo se podía poner en su sitio sin problemas y la única consecuencia visible era que bailaba un poco en lugar de haber quedado encajado en firme. No mucho tiempo después, tras acumular algunas piezas sobrantes de Guerreros Necrones posteriores, pude sustituir el brazo roto y eliminar el estigma de aquel pobre Necrón, dando por zanjada aquella crisis… que en realidad sólo había existido dentro de mi cabeza.

Los percances ocurren y desde entonces he tenido unos cuantos, vaya que sí. Se me han roto piezas, se me han despegado miniaturas que ya estaban pegadas, o, lo que es peor, me he equivocado al pegar alguna pieza y se ha quedado desviada un milímetro o dos. ¿Y qué impacto ha tenido todo esto? Pues ninguno, en verdad. Las piezas rotas se pegan, las miniaturas despegadas se vuelven a pegar y las piezas desviadas… pues se pueden quedar desviadas, que no pasa nada. La realidad de este hobby es que las miniaturas son muy pequeñas y las imperfecciones apenas se notan en ellas. Y las que se notan se pueden disimular luego con la pintura. No hace falta ser un profesional desde el minuto uno. El momento en el que me di cuenta de eso fue liberador.

Cuando Games Workshop anuncia nuevas miniaturas siempre lo hace con unas fotografías espectaculares. No en vano cuenta con un equipo de profesionales que se encarga de pintarlas y dejarlas impresionantes. Algo que tienes que aprender si te interesa este hobby es que no hace falta ser un profesional para disfrutarlo. No hace ninguna falta, te lo aseguro. Se aprende con la práctica, desde luego, y los resultados se notan con el tiempo. Yo mismo he mejorado de forma notable desde mis primeras miniaturas, aunque mis resultados siguen estando muy, pero que muy lejos de lucir un acabado profesional. Lo importante es que yo estoy satisfecho con ellos, porque los he conseguido yo solo. Esa es la clave.

Warhammer me ha proporcionado mucha autoestima y un gran sentido de la competencia. Hoy me siento capaz de abordar proyectos que hace unos años me habrían dado pavor. Cuando me inicié en este hobby no me habría atrevido a montar un Castigo del Penitente o un Espectro Canóptico y ahora es algo que, con la experiencia acumulada de montar un buen montón de miniaturas, me parece rutinario. Siempre me he sentido torpe y carente de delicadeza, pero Warhammer me ha mostrado que puedo ser hábil y delicado; que puedo ser muy capaz. No hace falta que te diga lo beneficioso que ha sido esto para mi salud mental.

Estos últimos meses, el montaje y la pintura se han convertido en una experiencia tan importante para mí que incluso he descuidado otras facetas del hobby, como puede ser la lectura. He perdido parte del impulso que adquirí cuando empecé a leer la Herejía, pero eso es algo que se puede corregir con facilidad. Ya lo estoy haciendo, de hecho (y hablaré pronto en el blog de lo que he estado leyendo). Pero he notado algo curioso y es que, desde el momento en que todas esas miniaturas empezaron a pasar por mis manos, siento una mayor conexión con cualquier cosa relacionada con Warhammer. Lo noto cuando estoy leyendo un libro o cuando estoy escuchando un podcast. Lo que antes eran meras abstracciones ahora tienen un aspecto material y tangible que me resulta muy querido. Eso ha alterado incluso mis preferencias, ya que ahora me siento mucho más vinculado a los Ultramarines o a los Necrones que a los Marines del Caos que tanto me atrajeron al principio. ¿El motivo? Que he montado muchos Ultramarines y aún más Necrones. Ahora no sólo los conozco mejor, sino que disfruto más las historias en las que participan. Sus victorias y sus derrotas también son mías en cierta manera.

¿Pero qué hay del juego? ¿Acaso las miniaturas no son para jugar? Yo llegué al hobby durante la novena edición de Warhammer 40.000, pero ya estamos con la décima. El hecho de tener que aprender reglas nuevas cuando aún no dominaba las anteriores me supone cierto hándicap y quizá eso sea uno de los motivos por los que no he jugado tanto como me gustaría. También me sigue faltando gente con la que echar una partida en la que me pueda sentir cómodo, pues entre mis amigos no hay muchos interesados en esta afición. Hay alternativas, lo sé, y soy consciente de que muy cerca de mi casa hay una tienda en la que se organizan pequeños eventos con cierta regularidad. Pero he descubierto que hay muchos motivos por los que interesarse por Warhammer y no todos tienen que ver con el juego competitivo. El simple modelismo es una razón muy válida para empezar en esto. Aún así, si lo que quieres es jugar, te recomiendo que lo hagas en un entorno cercano y de confianza.

Me encanta Warhammer, creo que eso ya ha quedado claro, pero he notado que la gente que está dentro de este mundillo puede resultar un tanto… hostil. La mayoría de las personas con las que he coincidido hasta ahora ha resultado ser encantadora, desde luego, pero también he visto algunas cosas que me han alarmado mucho. Resulta que la idea de un imperio teocrático xenófobo y genocida puede ser muy llamativa para algunos de los peores elementos de nuestra sociedad y por eso entre ciertos círculos de aficionados a Warhammer 40.000 proliferan individuos… poco deseables. Y no es algo que pase por ahí fuera, no, que aquí mismo, en España, se han dado casos de personas que acudían a un torneo portando simbología nazi. Imagina cómo tendrán que estar las cosas respecto a este tema como para que la propia Games Workshop tuviese que sacar un comunicado explicando que en Warhammer 40.000 todas las facciones son malas, sobre todo el Imperio de la Humanidad, y que el trasfondo del juego pretende ser satírico y no debe ser interpretado de forma literal. Tantas décadas de libros y juegos y todavía hay gente que cree que Warhammer 40.000 está hecho para ser tomado en serio. Imagínatelo.

Soy una persona LGBT+, ¿sabes? Mi orientación sexual ha hecho que no me sienta bienvenido en… bueno, en casi ningún sitio, para ser sincero. He practicado muchas aficiones y siempre he querido compartirlas con otras personas, pero tiendo a hacerlo con cuidado, a contenerme y a coartar mis propias opiniones para no “delatarme” demasiado. No han sido pocas las veces que me han rechazado por mi orientación sexual y, aunque Games Workshop diga lo contrario, tengo la sensación de que no soy bienvenido en este hobby. Puede que sea una sensación subjetiva y equivocada, no lo dudo, pero es la principal razón por la que no estoy compartiendo mi afición por Warhammer tanto como podría hacerlo. Por eso no juego tanto como querría, porque eso me expone demasiado. ¡Por ahí hay auténticos nazis jugando a este juego! ¿Cómo voy a sentirme seguro uniéndome a un club o participando en un torneo cuando hay auténticos &%#@$ nazis jugando a este juego? Es el único aspecto negativo que he encontrado en este hobby y por eso he aprendido a tener cuidado con la gente a la que le gustan un poco más de lo normal los Templarios Negros o los Korps de la Muerte de Krieg. Se dice que no son más que una minoría pequeña y ruidosa, pero yo tengo mis dudas. Llevo años viendo cómo la extrema derecha ha ido ascendiendo poco a poco, cómo ha ido clavando sus garras en las mentes de los más jóvenes y cómo se ha ido infiltrando en la cultura popular. No tengo nada claro que sean una minoría pequeña y ruidosa, no.

Me parece importante comentar esto porque es una realidad que ha estado ahí desde que entré en este hobby, por mucho que haya preferido no verla. E insisto en que es lo único malo que he encontrado aquí. Todo lo demás ha sido tremendamente beneficioso para mí y para mi salud mental. Warhammer me ha ayudado a ser paciente y a afrontar los problemas con tranquilidad. Me ha servido para desarrollar una serie de destrezas que no sabía que poseía (¡en realidad todos las tenemos, aunque no lo creamos!). Me ha hecho sentir hábil y eso ha mejorado mi autoestima. Me ha servido para expresarme y para explorar una faceta artística que nunca antes había explorado. Me ha dado la seguridad necesaria para empezar proyectos de cierta dificultad. Me ha proporcionado una gran motivación que ha sido muy útil en momentos difíciles en los que me ha venido genial ese empujón extra. Y me ha despertado un gran interés por todo lo relacionado con este hobby. Una vez has entrado a Warhammer 40.000 empiezas a fijarte en Warhammer: Age of Sigmar, en Warhammer: The Horus Heresy, en Necromunda, en Legions Imperialis… y ya no puedes parar. Hay todo un mundo ahí fuera repleto de experiencias alucinantes y todo lo que hay que hacer es animarse a dar el primer paso, que también es el paso más difícil. El resto es coser y cantar o, mejor dicho, montar y pintar.

De lo único que me arrepiento es de no haber dado ese primer paso mucho antes. Porque los libros son estupendos. Y los cómics. Y los videojuegos. Pero las miniaturas… ah, las miniaturas son lo mejor de todo. Créeme, son lo mejor y no sabrás hasta qué punto si no pruebas nunca a montar una. Te animo a que lo hagas y, si puedo ayudarte en algún aspecto, no dudes en preguntarme. Aunque mi experiencia sea muy limitada, me tienes aquí para echarte un cable.

Warhammer ha hecho mucho por mí. Lo mínimo que puedo hacer ahora es devolverle el favor ayudando a que otros den el paso y se adentren en este hobby que tantos beneficios me ha proporcionado. Me gustaría poner mi granito de arena para crear un entorno amigable que reciba con los brazos abiertos a los recién llegados, para que vean que iniciarse en esto es mucho más fácil de lo que parece y que les espera una experiencia verdaderamente enriquecedora. ¿Qué mejor manera de celebrar el 40º aniversario de Warhammer que ayudando a que otros disfruten de este juego y de todo lo que hay a su alrededor?

¡Felices cuarenta, Warhammer! ¡Y que cumplas muchos, muchos más!

La semana en clave Warhammer #16

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  La semana en clave Warhammer es un boletín informativo semanal sobre los juegos de Games Workshop, con especial énfasis en Warhammer 40.000. Esta semana con noticias sobre la celebración del 40° aniversario de Warhammer, los nuevos tanques para Legions Imperialis… y más.




  • Aunque estuviésemos de celebración, el habitual jueves de Herejía no ha faltado a su cita esta semana para traernos un anuncio relacionado con Warhammer: The Horus Heresy – Legions Imperialis: un modelo clásico de tanque, el tanque de asalto Spartan, tendrá su contrapartida a escala epic. Podremos hacernos con él en un caja que contendrá los componentes para montar cuatro Spartans de plástico y que se lanzará próximamente. Si no me fallan las cuentas, este es el sexto modelo de tanque anunciado para Legions Imperialis tras el Medusa, el Basilisk, el Kratos, el Baneblade y el Rhino. No hay duda de que el juego va a contar con un buen surtido de vehículos, desde luego. De momento seguimos sin saber nada sobre el precio ni sobre la fecha de lanzamiento de Legions Imperialis. ¿Les quedará algo más por mostrar o ya habremos visto todo el rango de miniaturas al completo cuando el juego llegue a las tiendas?



  • Vamos ya con los prepedidos de esta semana de Games Workshop, que son en su gran mayoría para Warhammer: The Horus Heresy. El juego ambientado en la Edad Oscura recibe una nueva tanda de refuerzos muy personalizables y muy interesantes, así que vamos a echarles un vistazo:


    • Legiones Astartes Battle Group (160€): un kit de plástico multicomponente que consta de 927 piezas con las que montar un total de 32 miniaturas (30 MkIII Iron Pattern Power Armour Space Marine Legionaries, 1 Deredeo Dreadnought: Anvilus Configuration y 1 Land Raider Proteus). Parece una buena alternativa para iniciar un nuevo ejército de Legiones Astartes o ampliar uno ya existente, aunque como era de esperar su precio está dentro del rango de lo esperable para The Horus Heresy (es decir, que es una caja cara, como casi todos los lanzamientos de este juego). Quizá para compensar un poco se incluye una matriz extra de armas (5 plasma guns, 5 volkite chargers, 5 volkite calivers, 5 flamers, 5 meltaguns y 5 rotor cannons) con el que convertir las tropas en Legionary Support Squads. En cuanto a opciones de personalización, el Deredeo se puede montar con una anvilus autocannon battery para machacar infantería o un hellfire plasma cannonade para despedazar blindados. Por su parte, el Proteus se puede montar como un Land Raider Proteus Carrier, con una rampa de asalto frontal para descargar su infantería, o un Land Raider Proteus Explorator, con una dozer blade para atravesar terreno. Todo bien en ese sentido, pero además del precio encuentro otro problema considerable: para utilizar estas miniaturas es necesario tener al menos dos manuales (el Warhammer: The Horus Heresy - Age of Darkness Rulebook y el Liber Astartes: Loyalist Legiones Astartes Army Book o el Liber Hereticus: Traitor Legiones Astartes Army Book dependiendo si juegas con legiones leales o traidoras). Games Workshop no pone las cosas fáciles para entrar en The Horus Heresy, así que si te interesan las batallas de la Era Oscura quizá sea mejor esperar al lanzamiento de Legions Imperialis.



    • Deredeo Dreadnought: Anvilus Configuration (65€): también se puede comprar por separado uno de los componentes de la caja anterior, en este caso el Dreadnought. Es un kit de plástico multicomponente de 166 piezas. Por concretar un poco más sus opciones de armamento, puede montarse con una anvilus autocannon battery de disparo rápido o un hellfire plasma cannonade antiblindaje como armas primarias en el brazo, junto con twin-linked heavy bolters o twin-linked heavy flamers integrados en su torso. Como si esto no fuera suficiente potencia de fuego, también tiene un aiolos missile launcher montado en la parte superior de su casco. Me parece útil si lo que buscas es una plataforma de armas con patas, pero como Dreadnought no me gusta demasiado. Hay otros modelos de Dreadnoughts para The Horus Heresy que me parecen más atractivos, como por ejemplo el Leviathan. Eso sí, el precio es el mismo para todos.



    • MkIII Tactical Squad (60€): y aquí tenemos una caja individual con la escuadra táctica, lo que viene a ser el núcleo de cualquier ejército de Legiones Astartes. Se puede considerar una sola unidad de 20 miniaturas o dos unidades de 10 miniaturas y viene en un kit de plástico multicomponente de 368 piezas. En total podemos montar 20 Space Marine Legionaries, cada uno de ellos armado con un bólter y una pistola bólter. Cuentan con distintas opciones estéticas como granadas, bolsas y una bayoneta para la lucha cuerpo a cuerpo. Alternativamente, dos legionarios se pueden montar con una legion vexilla, dos con un nuncio-vox y dos con un augury scanner. Se incluyen accesorios y opciones alternativas de cabeza para montar un Legion Tactical Sergeant para cada una de las escuadras. El kit también ofrece diversas opciones de armas adicionales para estos líderes, incluyendo plasma pistols, power swords, power fists y lightning claws. Esta caja ya es otra historia, pues 60€ por 20 miniaturas me parece algo mucho más razonable. Está claro que lo que encarece tanto la caja que hemos visto al principio eran los vehículos. Además, dado que esta armadura MkIII sigue el llamado “patrón de hierro” resultará especialmente útil por cuestiones estéticas a quienes jueguen con legiones como los Guerreros de Hierro, los Puños Imperiales, los Manos de Hierro o los Salamandras. No obstante, sigue siendo necesario contar con el manual, que se vende por separado.


    • Warhammer: The Horus Heresy – Exemplary Battles of The Age of Darkness: Volume One (40€, en inglés): suplemento en tapa dura de 112 páginas que incluye la información para recrear cinco batallas ejemplares acontecidas durante la Era Oscura (la Defensa de Sotha, el Asedio de Hydra Cordatus, la Batalla de Armatura, la Batalla de Calth y la Purga del Sector Invocastus). Cuatro de ellas ya se habían publicado de forma gratuita en la web de Warhammer Community, así que viene con poco contenido novedoso. Y no olvidemos que se trata de un suplemento y que requiere tener también el Warhammer: The Horus Heresy – The Age of Darkness Rulebook. Su principal reclamo es que contiene las reglas para la miniatura de Fulgrim Transfigurado, esa espectacular resina anunciada en el último NOVA Open en la que aparece ya convertido en todo un Primarca Demonio. Tratándose de una miniatura que costará un pastón y que por tanto no estará al alcance de cualquiera, me parece que serán pocos los que quieran hacerse con este suplemento. No creo que vaya a agotarse pronto, vaya.



    • Warhammer Day 2023 - The Ancestors' Wrath (La Ira de los Ancestros) (31,50€): lo único que tenemos para Warhammer 40.000 en prepedidos esta semana es la miniatura conmemorativa del Warhammer Day 2023. Ya la habíamos comentado en una entrega anterior de La semana en clave Warhammer, así que no me extenderé mucho sobre ella. Es un kit de plástico multicomponente de 26 piezas con el que montar a una Campeona Einhyr para las Ligas de los Votann. Incluye tres opciones alternativas para la cabeza (una sin casco, otra con casco cerrado y otra con casco con el visor abierto), pero siendo un personaje femenino me parece importante dejar la cabeza al descubierto para que se le pueda ver bien la cara. Me parece una miniatura realmente bonita, aunque hay que tener en cuenta que su disponibilidad es limitada. El 6 de noviembre dejará de estar disponible, así que si te interesa no te lo pienses mucho.



    • Warhammer 40.000: Rogue Trader (55€, en inglés): esta semana tenemos una auténtica curiosidad  nostálgica en prepedidos, pero bajo la modalidad de hecho por encargo y por tiempo limitado. Se trata de una reproducción del manual de la primera edición de Warhammer 40.000 publicado en 1987. Es un libro en tapa dura de 288 páginas que mantiene sus contenidos originales; los contenidos que establecieron el escenario en el que se desarrolla Warhammer 40.000, que han cambiado de forma considerable desde entonces. No es algo fácil de encontrar, al menos en formato físico, y sólo estará disponible hasta el 6 de noviembre. Los que no lo hayan pedido antes de esa fecha se quedarán sin él. Sinceramente, me parece bastante tentador, aunque sólo sea por simple curiosidad histórica... o por mero coleccionismo.




    • The Dark Coil Collection Limited Edition Boxed Set (130€, en inglés): tres tomos en edición de lujo que recogen toda la saga elaborada por Peter Fehervari, con una serie de tramas que se extienden por el espacio y el tiempo. El primer tomo contiene la antología As Within, So Without, compuesta por nueve historias (Nightfall, Fire and Ice, The Crown of Thorns, The Walker in Fire, The Greater Evil, The Thirteenth Psalm, Aria Arcana, Nightbleed y The Sins of My Brothers), protagonizadas por los Amos de la Noche, el Imperio T'au, los Salamandras, los Ángeles Penitentes y las Adepta Sororitas. El segundo y el tercer tomo contienen las novelas The Reverie y Requiem Infernal, que narran el enfrentamiento entre los Marines Espaciales de los Ángeles Resplandecientes (predecesores de los Ángeles Penitentes) y las Adepta Sororitas de la Última Vela contra una insidiosa oscuridad. Esta era una edición limitada y ya está agotada, así que no tiene sentido decir mucho más sobre ella. Mejor esperar a que haya una edición asequible para disfrutar de esta saga que, por otro lado, pinta muy, pero que muy bien.



    • The Fall of Cadia, de Robert Rath (tapa dura, 29€, en inglés): esta es una de esas novelas que se puso a la venta hace tiempo en una de esas lujosas ediciones para coleccionistas que siempre se agotan nada más salir a la venta. Valía 130€ y la comentamos allá por la sexta entrega de La semana en clave Warhammer. Pues bien, ya tenemos disponible la necesaria e inevitable edición a un precio normal y corriente. Sólo hemos tenido que esperar algo más de dos meses. Situada durante los eventos de la Decimotercera Cruzada Negra de Abbadon el Saqueador, esta novela nos narra la caída del mundo imperial de Cadia. El Lord Castellano Ursarkar E. Creed le plantará cara a la Legión Negra en una batalla perdida que supone uno de los hitos más importantes de la historia reciente de Warhammer 40.000. Me parece interesante por muchos motivos, entre ellos lo que pueda contarnos sobre el destino de Creed tras la destrucción de Cadia. Robert Rath es el autor de otros libros de la franquicia como el divertidísimo The Infinite and The Divine, así que parte de buenas referencias.



    • Angron: The Red Angel, de David Guymer (tapa blanda, 13,50€, en inglés): recuperación en tapa blanda de la novela que devolvió a Angron, Primarca Demonio de los Devoradores de Mundos, al presente de Warhammer 40.000. La historia se sitúa en el Imperium Nihilus, aislado de la sagrada luz de Terra, donde el encendido de una nueva baliza psíquica atrae a Angron de vuelta al mundo material. Sus hijos dispersos se apresurarán a reunirse a su alrededor en busca de una nueva carnicería, pero los Caballeros Grises han estado preparándose para el regreso del Primarca Demonio y pretenden exiliarlo de nuevo. Conozco más al autor por Las aventuras de Gotrek y Félix que por lo que ha escrito para Warhammer 40.000, pero este libro lo tengo en mi lista de pendientes.



    • Forges of Mars, de Graham McNeill (tapa blanda, 21,50€, en inglés): recopilación de la trilogía Forges of Mars, compuesta por las novelas Priests of Mars, Lords of Mars y Gods of Mars. También incluye la historia corta Zero Day Exploit. La saga más conocida del Adeptus Mechanicus recogida en un único volumen, ¡alabado sea el Omnissiah! Graham McNeill es un autor que necesita poca presentación, ya que es uno de los nombres más destacados de la Black Library, y la saga de las Forjas de Marte es un trabajo del que se habla muy bien. En cuanto a su historia, una flota exploradora encontrará una antigua tecnología en el límite de la galaxia y los tecnosacerdotes de Marte empezarán a investigarla, percatándose pronto de que es mucho más poderosa y peligrosa de lo que podían haber imaginado.



  • Acabamos, como ha sido costumbre hasta ahora, con la miniatura que ha escogido Games Workshop esta semana para celebrar el 40º aniversario de Warhammer. Se trata de la última de un total de cuarenta miniaturas que nos han acompañado durante cuarenta semanas para dar forma a una especie de cuenta atrás hasta el Warhammer Day de este año. Cerramos dicha cuenta atrás, por tanto, con una miniatura reciente para Warhammer: Age of Sigmar; tan reciente, de hecho, que aún no se ha puesto a la venta: el Caballero Mariscal de la Milicia Libre de las Ciudades de Sigmar. Una miniatura realmente preciosa, con una pose muy conseguida que deja ver cuáles han sido sus influencias. Creo, como bien apunta el texto de Warhammer Community, que se puede considerar la evolución de los caballeros clásicos del viejo Warhammer. Con ella terminamos el viaje que hemos ido haciendo estas pasadas semanas por la historia de la franquicia, que no ha estado nada mal.



  • El pasado 14 de octubre se celebró el Warhammer Day 2023 y Games Workshop aprovechó la ocasión para anunciar nuevas miniaturas para Warhammer 40.000, Warhammer: Age of Sigmar, Warhammer 40.000: Kill Team y Warhammer: The Old World. En lugar de incluirlas en el boletín semanal me parece más apropiado dedicarles una entrada independiente que se publicará muy pronto.


Y hasta aquí el boletín de esta semana. Vuelve dentro de siete días para una nueva entrega de La semana en clave Warhammer o pulsa aquí para acceder a las entregas anteriores.

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